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JEAN MICHEL JARRE

No recuerdo si te conté el despertar de la música sintetizada en mi vida, pero bueno, esto es algo. Vivía en Pirque, no habían casas cerca por lo tanto tenía todo el cielo cayendose en mis ojos. En las noches de verano ponía un CD de Jarre a todo el volumen que me permitiera mi familia, sin que me echaran de la casa, luego salía  y me tiraba en el pasto cerca de unos eucaliptos y ahí me quedaba tirada como una lagartija descifrando el universo al compas de un «oxigeno2». El manto negro que se desplegaba ante mí con sus miles de pequeños puntos luminosos se convertían primero en orificios, luego se iban extendiendo hasta formar pequeños tuneles que conectaban a otros universos y así en una escala interminable que no dejaba de sorprenderme comencé a necesitar tocar esa música y de alguna manera acercarme a un conocimiento más acabado de ese universo. Lamentablemente llegué sólo al nivel de «aficionado», pero al menos con eso, pude saciar mi sed.

El Pato, en ese tiempo mi profe de teclado y como es un genio, sacó las partituras de mucha de la música de jarre para poder enseñarmela, todavía tengo esas partituras gastadas y llenas de historia. Por lo tanto, Jarre fue mi primer amor, ese que me hizo abrir las puertas de un estilo de música que ya nunca más abandoné.

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Diario

Hace un par de noches viví algo que siempre pensé ocurriría al resto, eventos que te chochan por lo invasivo; me robaron el auto de la puerta de mi casa… ya no tiene importancia el hecho en sí, las cosas materiales vienen y van y nunca se sabe por qué ocurren, simplemente pasó y hay que esperar que viene de regreso.

El punto importante es esa sensación horrible que te queda después, cuando tratas de cerrar los ojos y comienzan a aparecer imágenes, sensaciones, sentimientos que no te gustan. Notas reacciones en las personas que te rodean, analizas lo que recibes…, lo que das. Lo que puede un acto que no debiera ser tan importante, violentar tu vida.

Cómo de una manera extraña ese pequeño incidente provoca un movimiento que puede hacer que el cauce por donde transitan tus días, tome un leve giro, uno que te remueva para darte otra visión o perspectiva. Cómo cada pequeño incidente, a veces, puede producir un cambio total en tu cielo.

La vida sigue, el auto apareció (no muy bien, pero apareció)  y el río por donde fluyen los días se va abriendo… y a pesar de todo eso…, me siento inmensamente feliz porque aún tengo los ojos abiertos.

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Dominó y el espacio tiempo

Entre el cielo y la tierra

 

La vida se parte en millones de trazos, los reales…, (y aún así no se ven)

Se pasean en tenue danza ante mis ojos,
mostrándome  los dos o tres lados que posee
cada milagroso instante, sincronizando los tiempos
para que imaginemos que baila junto a nosotros.

Imaginamos – la – vida – en – un – largo – eterno
– e -interminable – espacio – tiempo.
(Y pareciera que  se mueve ) y sin embargo,
todo acontece en – UN – solo – magnífico – instante
que une del primero hasta el último punto,
como un infinito e incansable juego de domino en cadena.

Cada movimiento determina el siguiente,
cada acción determinará la siguiente.

Y todo eso ocurre…, entre el cielo y la tierra
mientras mi faz sonríe.

(Libro: Entre el cielo y la tierra)

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Universos

El misterio de la vida se pierde, pasa desapercibido ante el ruido que habita en el mundo, y en las palabras que pululan en entropía en nuestra mente. Les  dejo esta pequeña selección, que espero  disfruten tanto como yo.

Cabe preguntarse ¿seguiremos pensando que somos únicos, en Adán y Eva,  en que somos  tan importantes como para gastar la vida mirando a una nariz de distancia…?

  (Aún cuando, como es arriba es abajo…)

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Sería…

Sería fantástico si de pronto olvidara como me llamo, o como camino por las enrejadas mañanas de invierno, olvidar el verde del campo en primavera, de aquellas noches refulgentes de estrellas o del olor a café, a mango recién cortado, a la piel de los hijos, al verde profundo de las hojas en brote.

Sería grandioso olvidar a mis muertos, también a los vivos y así no tener apegos, ni lagrimas, tampoco risa. Ser como el aire, sin raíces ni cimientos. Sería grandioso pararme en las esquinas de una vida cualquiera y oler sus días, amasar sus tristezas hasta convertirlas en pan fresco, peinar mi pelo con rebeldía, mojar mis pies en las orillas de un río limpio, atestado de piedras parlanchinas, esas que brotan sin nombre. Caminar descalza por la tierra en siembra, tenderme en el pasto y ser festín de chinitas y hormigas en letargo.
Sería perfecto olvidar como beso, mi tacto y mi rostro, olvidar que existo, que he existido tanto, que existiré tanto más. Vestirme con paños de colores de esos que no matan, jamás con seda, nunca con pieles. Abrigarme sólo de besos cuando estoy enamorada y de lagrimas amarillas cuando tengo pena, me gustaría olvidar las palabras, lo que pienso y los ojos de los que amo, sería perfecto no saber de donde provengo, ser etérea y sutil, tanto que pueda estar en todo, hasta no ser nada.

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Mujer

Actualizo este post en este día especial.
Día internacional de la mujer
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Me  gustas mujer, ¡me gustas tanto…,!

Me gustas, cuando eres audaz, cuando toma fuerza tu voz, cuando dejas el temor en un rincón de desperdicios  sellándolo con llave,  cuando me veo con orgullo en tu mirada. Cuando dejas el silencio y erguida de fuerza ¡hablas!, haciendo valer tus derechos, sin importar los sacrificios que hagas.

Cuando gritan tus dedos, que puedes…, sí, que puedes vivir sin una marca de ropa, una casa bien decorada o un perfume caro si con ello obtienes libertad o dejas de ser sombra y para ser un erguido árbol.
Me gustas mujer, cuando te leo o veo una obra de arte nacida de tus manos  ¡y quedo asombrada!, bein por ti. Iremos poco a poco tomando nuestro lugar en las artes.

Cuando eres capaz de parir diez hijos y ganarle a la vida y al hambre, cuando puedes trabajar doce horas y llegar con los tuyos, todavía con una sonrisa y ganas.

¡Ayy mujer, como me gustas! Cuando te veo en el metro, o en un bus sub-urbano, tal vez oliendo a perfume barato, con zapatos de plástico, con un vestido que no va al talle, pero luciendo orgullosa esa mirada blanca, aquella que tienen las mujeres que luchan, aquellas que sangran por dentro, las que han vivido a sus muertos, las que aprendieron a perdonar.

Para ti mujer, que  cargas con orgullo estas palabras:  ¡Sí, soy mujer y por Dios que valgo!!

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Amazonas

 

Tratando de retomar los estados de consciencia.

 De a poco estoy volviendo a mi normalidad, esa que es mía y donde puedo zambullirme en mi propio pensamiento consciente. No ha sido fácil, muchos proyectos, poca gente lo que quita manos que te ayudan, y esa letanía que toma en el verano, tal vez por esa necesidad de descanso.

Tengo la extraña costumbre de guiar mis estados anímicos con la música, según el estado en el cual necesito o quiero estar, elijo la música, sin embargo ayer ella me eligió a mí y sin darme cuenta me encontré rememorando mi verano del año 2009, febrero para ser exactos. Estaba en el Amazonas, todo el mundo me decía que estaba loca, «vayanse a Sigue leyendo

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Saltos del pensamiento

 

Han pasado largos días en los cuales me la he pasado saltando de la realidad a la ilusión como si fueran islas que abren sus fauces y me tragan con avidez. Es raro, siempre todo es tan raro y sin embargo,  de alguna manera me hago más consciente en cada salto y duermo más profundamente en cada aterrizaje.

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Elegir cuándo morir?

Reflexiones en un día cualquiera bajo los acordes una suite de Bach.

Las vacaciones de mi familia han comenzado, eso sí,  un tanto dispersas, pero ya se iniciaron. Unos están partiendo hoy, otros en unos días y yo en un par de semanas.

El  aeropuerto estaba atestado de gente, la mayoría lucían entusiasmados. Me llamó la atención la gran cantidad de chinos que habían, tal vez porque me gustan mucho, sin embargo, hubo uno que me dejó reflexionando, creo que en lo único que Dios se equivoco, es que no podemos decidir cuando morir.

Estaba este hombre, de unos ochenta años sentado en una silla de ruedas, delgado, extremadamente delgado, claramente no podía moverse y respiraba a través de un orificio en su garganta. Su hijo, otro chino de mirada afable y sonrisa abierta le acomodó las piernas y el pelo con evidentes muestras de amor y respeto.  A los pocos minutos se fueron a la otra sala a hacer el ingreso a policía internacional. Al verlos perderse en el silencio, pensé si ese Sigue leyendo

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Reflexiones

Se me pide que escarche la poesía en las ventanas de mi pieza y no puedo, la engancho con mi garfio solitario para que no me duelan los dedos, igual se me escapa. Me siento en el suelo, está frío, un frío que entume, miró a mi alrededor y todo está tan  blanco, de tiniebla y de nieve, blanco de nieve…

Quiero llorar de impotencia, no hay poema que erice mi piel, no los de ahora…, pienso en el desatino de mi pelo, como se va enredadndo con la vacuidad del verso silencioso. Mi deseo se aplasta con las letras que corren sin destino y quedo muda.

De pronto alzo mis ojos como si una luz infame me empujara hacia ella, y lo veo. Una sombra erguida desgarra mi cabeza.  Es tan grande, alto. Una mirada profunda se le arranca de los ojos y me cae en la cara. Sus manos arrugadas y Sigue leyendo

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Lazos

Me gusta conocer a la gente, esa que es capaz de despertarme de lomo a lomo los sentidos, los del alma y los otros, esos que me sacan risas y sentimientos nobles. (Me recuerda que puedo ser una mejor persona.)

Me gusta; conocerles el alma, revolcarme en su pensamiento, tal vez como lo haría un cerdo feliz en un gran charco de barro. Me gusta arremangarme los ojos cuando los tengo cerca, pa`verlos bien, pa´ver los detalles, esos que son imperceptibles o no tienen aparente importancia.

Flor de MillaMe gusta…, olerles el alma, degustar su risa, masticar las palabras, como se mastica un buen charqui, pa´sentirle el sabor ¡como Dios manda!

Eso me ha pasa con algunas personas que se me arrinconan el alma.  Una de ellas es la Milla, claro que sí, “la Milla” como decimos en Chile, una chilena que Sigue leyendo

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Rafael de León

Sin duda este fue el poeta que me enseñó a leer poesía. Siguiendo con esta propuesta poética, ahora me voy con un poema de Rafael de Leon, escrito deliciosamente en octosílabos, con estrofas de seis, diez y doce versos, y unas pocas estrofas emparejadas que se pierden en el poema. Se les denomina romance (poema típico del siglo XV escritos principalmente  en octosílabos y con versos pares de rima asonantes y versos sueltos)

Es intenso, lleno de vida, donde el lector se siente identificado ya que le llega un mensaje claro.

Me dirán «otra época», ¡que importa!, lo que es hermoso perdura y se sigue admirando a través del tiempo.  Pensaría Sócrates que su «sólo sé que nada sé», seguiría repitiéndose dos mil trescientos años después?.. (el otro será un poco más contemporáneo)

Pena y Alegría del Amor

Mira cómo se me pone
la piel, cuando te recuerdo…

Por la garganta me sube
un río de sangre fresco,
de la herida que atraviesa,
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos,
y cuchillos en los dedos, Sigue leyendo

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Viernes, un poema de amor.

El día esta gris a pesar de estar ya en Primavera, pero aún así,  tengo un cosquilleo en mi estomago como si las olas jugaran con él. Será porque las notas de la música me corren por la piel que me siento con esperanzas, no sé de que en realidad,  tal vez simplemente porque no es lunes, sino viernes?… tal vez, pero no puedo dejar de sentir la vida acariciando mi espalda mientras el pelo se hace rizos en mis pensamientos.

De mi poetisa preferida, (también de Karen) ¡Un excelente fin de semana!

AMOR

Lo soñé impetuoso, formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
era un mar desbordado de locura y de fuego,
rodando por la vida como un eterno riego.

Luego soñélo triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
soñaba sus cristales el alma de la fuente.

Y hoy sueño que es vibrante y suave y riente y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste,
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,

sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos….

 

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Desvaríos

 

¿Habrá un día igual a otro?, ¿existirá un instante que se repita indefinidamente en una línea sin tiempo?.

Ayer desperté por fin, soñaba que era una doncella de cabellos largos y piel tersa, que bailaba entre hadas milagrosas y duendes risueños.

Ay!  si desperté y me caí de bruces en el cielo, mis ojos parecían racimos de algún fruto prohibido, no podía creer lo que estaba viendo. La realidad era ¡tan bella!.

Fui libre por fin de un sueño, ¡¡soñaba que estaba despierta!!

 

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Entre el cielo y la tierra

Tengo una sensibilidad que me agota, me deja exhausta y cansada.
Me hace sumergir de una forma tan intensa y profunda en el dolor, en el placer, en la alegría…

Soy de una intensidad que me abisma, cuando soy mar, no soy cualquiera, soy un pacifico atronado, violento y bravo, cuando soy tierra, late en mi cada árbol y espiga, cada hierba silvestre, cada piedra que descansa en mi vientre, cada río que baila por mis dedos.

El fuego no me quema, ¡arde en mí!, el aire no me mueve ya que, ¡soy huracán!, el agua es un remanso en mi emoción.

Me disuelvo de una manera extraña en la vida, y soy en ella, soy toda y entera en el crepúsculo, en el sendero yermo, en la muerte, en la vida que florece en cada bocanada del día.
Esta sensibilidad me deja tan exhausta,  que a ratos dejo de existir. Es ahí cuando me quedo quieta, inerte y blanca.
No hay hombre,  hijo,  mujer o madre que puedan llegar a mí, porque soy ellos.

Entre el cielo y la tierra estoy yo con esta sensibilidad, que a ratos  me deja plena, y otros, me deja tan exhausta…

 

del libro… «Entre el cielo y la tierra»

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Desvaríos, Karunesh

 

Más allá de todo tiempo y de las fatigas del camino,

más allá del recuerdo está el látido de mi alma gimiendo en la orilla

de un mundo que no toco pero que es más mío que el viento que lo

acaricia.

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Soneto de Oscar Hahn

«Si hija de mi amor mi muerte fuese…»

Quevedo

Gladiolos rojos de sangrantes plumas,
lenguas del campo, llamas olorosas,
de las olas azules, amorosas,
cartas os llegan, pálidas espumas.

Flotan sobre las olas de las brumas,
epístolas de polen numerosas,

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Desvaríos

Me siento tan extraña y distante. Es todo tan efímero. Lo que es tangible y en apariencia real, se torna incorpóreo y volátil. Lo que me rodea desaparece.

Llevo unas semanas sumida en mi novela, cada vez las puertas que me separan de los sucesos que en ella acontecen ¡se abren!, se abren como es la luna a las tinieblas. La historia y los recuerdos, todo se aclara y toma fuerza, todo es vivido e intenso.

Me siento como un cardenal brotando entre la nieve. ¿O debo decir que es mi alma la que brota como un cardenal en la blanca tibieza de la nieve?

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Cuando soy inmensamente felíz

 

 

Hoy me di cuenta, que cuando logro salirme del mundo sin que nadie me demande, cuando logro arrancarme al silencio que se esconde tras el bullicio incesante de los días y me ahondo en toda mi humanidad, cuando me encuentro con todo mi extraordinario «yo», llegan a mí estados de felicidad que me empapan y dejan todo en una mansa quietud.

Ocurrió hoy; no quise ir a almorzar, quería caminar y respirar el día, sentir el suelo trenzándose emocionado bajo mis pies, escuchar el sonido del agua mientras corre apurado en el pequeño arrollo tras los árboles, y así lo hice, el día estaba luminoso y cálido aún estando en otoño, los árboles me miraban amistosos dando respingos de alegría, las hojas se abrían ante mí con todo su colorido, tornándose vivas y femeninas, el pasto se onduló deseoso de la tierra y yo, yo caminé como una musa imaginaria de algún poeta en un auto-impuesto destierro. Y fui feliz, por esos minutos fui inmensamente feliz ante la naturaleza toda que se abrió generosa para mí, ante el silencio del mundo, ante la quietud de mi pensamiento.

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Hoy Quisiera

Hoy quisiera tenerte acá,
cocido a mi espalda,
con tus manos invadiéndome el alma.

Que mis dedos trepen infatigables
tus montañas y llanos.
Que puedan expandirse en tu universo
y en todos los otros,
(aquellos que se esconden de mí y de ti
y de los mortales todos que no son menos
que yo misma, menos que tú.)

Ser en tu boca…,
¡como un pensamiento único!,
insondable y profundo
de esos que no tienen
dominio ni pausa. Sólo existen.

Quisiera recogerme en tu piel,
instalar banderas de propiedad
en los lugares que haga míos
simplemente por ser tuyos.

Ser en las líneas de tus manos,
resbalarme por tu bosque
hasta ser hoja,
la hoja misma de los árboles todos.

Descender por el alcor de tu vientre,
por los laberintos que te sostienen,
enredarme en tu abrazo, en tus piernas
y muslos, en tu deseo,
en los misterios de tu alma.

Ser prisionera en la jaula de tu hombría,
romper con mis dedos, (suavemente)
los candados que ha encadenado el tiempo,
dejar que mi beso yerga tu voluntad,
que te hagas carne en mi carne,
que sondees en mis profundidades,
que no son menos que la matriz misma
del universo. De todos.
Quisiera…, perderme en ti,
una vez más,
otra vida más,
otro eón más…
hasta que el tiempo
deje de existir.

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La prueba

A la sombra del árbol sagrado reposaba el Señor Buddha… De pronto, la cierva que bajo las ropas del Bienaventurado cobijaba a su cervatillo, irguió la cabeza y husmeó el aire, sorprendida. Un rumor sordo y lejano se escuchó; después, el galope de muchos jinetes a cuyo frente se mostró un joven caballero de tez de oro bruñido, con riquísimo traje bordado de piedras preciosas. El joven detuvo con ademán imperioso a su cohorte y se postrernó ante el Buddha en actitud de adoración. Una irradiación dulcísima brotó de la mirada de éste.

—¡Oh Bhagavad! —dijo humildemente el joven príncipe—. Soy Djêta, el príncipe heredero de Kasamba. Tu fama llegó hasta mí y desde entonces no hallo punto de sosiego. Nada, ni mujeres, ni amigos, ni poder, ni tesoros, tienen ya Sigue leyendo

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Maria Rilke y algunos desvarios.

(Esto lo escribí hace un tiempo, hoy lo actualizo debido a que me han pedido ayuda sobre el trabajo de Rilke)

La ciudad esta durmiendo por fin, el crepitar de la llama de la vela aún acompaña mi lectura, (anoche debido a una tormenta se cortó la luz en mi sector, disfruté el volver a una tierra primitiva sin los avances del siglo. Mi lectura se centraba en Rilke quien en uno de sus versos, los cuales releo una y otra vez porque encuentro en él una luz que alumbra con más certeza algunos cuestionamientos, esas sombras que tiñen de duda  mi consciencia.

Es en estos versos, los cuáles tengo enmarcados en mi cajón de tesoros y donde veo tanto…

Ésta es la nostalgia: morar en la onda
y no tener patria en el tiempo.
Y éstos son los deseos: quedos diálogos
de las horas cotidianas con la eternidad.

Y eso es la vida. Hasta que de un ayer
suba la hora más solitaria de todas,
la que sonriendo, distinta a sus hermanas,
guarde silencio en presencia de lo eterno

«No tener patria en el tiempo», no tener apegos ni moradas, no tener pie asentado en una falsa realidad. ¿Cuál verdaderamente es esa ansiada realidad? ¿la que pisamos, la que vemos? o es aquella que siente nuestra alma cuando desgarrada por el sinsabor del cuestionamiento, viudo de respuesta, mudo de razón, vaga ante los escasos atisbos de lucidez , y a los cuales solo llego mediante un paso de silencio sepulcral.

Dice Rilke, «quedos diálogos de las horas cotidianas con la eternidad».  Es ahí donde me relamo con un perro herido ante los diálogos con «mi eternidad», que es distinta a la suya o a la de cualquier lector, ésta varia según la distancia Sigue leyendo

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WALT WHITMAN

Cosmos

Walt Whitman

” Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza
quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio
quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros
quién contiene a los creyentes y a los incrédulos
quién es el amante más majestuoso
quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual
quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos
quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados
quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas
quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones.
El pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos

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El frío y la pobreza

Cuando llega el frío todo se hace más estático los sonidos se congelan y las miradas parecieran que pierden el brillo que siempre arrastran en los días felices. Es ese frío con el que se abriga el pobre.

Luego, todo vuelve al orden, las cajas de cartón se  levantan, esas que sirvieron de camas, deben quemarse para abrigar la esperanza que se muestra en las manos  y poder seguir un día más, mágicamente  sus rostros comienzan a gesticular, como si volvieran a sobrevivir. 

Como duele el frío en los dedos de la pobreza.

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Desvaríos

Mis dedos dormidos,  quietos como lagunas en reposo aguardan,

se vierten en las ramas que teje mi pelo

para entretenerse mientras la música orquesta sinfonías con el silencio.

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Dime, que tal…

¿DIME, QUE TAL SI….? 

Qué tal si mañana…, el tiempo se rompe.
Qué tal si yo soy un sueño
de esos, que corren los días
y por breves instantes me vuelvo real.

Qué tal si sólo por hoy imaginas…
que estoy a tu lado bordando tus dedos
aplastando furiosa el tedioso silencio.

Qué tal…, si fuera ésta, tu última vida,
¿Qué tal si no hay otra?,
¿Qué tal, si no está San Pedro, Sigue leyendo

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Sobreviviendo en Santiago

Hoy tengo nostalgia del Santiago de antes, ese en el que nos movíamos con una mayor unión, tal vez por las carencias, las colas o incluso las tomas, ese Santiago que se rompió en el 73 y se rearmó de una forma distinta luego del golpe. Uno en el que mi familia (1972) perdió fundos y empresas por las tomas y nos dejó casi desnudos y con pocas ganas de empezar de nuevo, también de aquel Santiago en que murió un familiar torturado y nos quedamos con la rabia y la impotencia rompiéndonos la garganta, ((1974) he pasado por todos los senderos del dolor a través de la historia política de mi país) pero aún así, era un Santiago más vivo, menos individualista, más culto y luchador, uno con una mayor búsqueda y complejidad, creo que uno más aguerrido.

No hablo de política ni gobernantes o gobernados, tampoco guerrilleros o militares, hablo de gente cotidiana, de jóvenes, niños como yo, que jugábamos en las calles con nuestros amigos. Nos entretenía encaramarnos en los árboles a tirar pepas de guindas a los transeúntes,  jugar al elástico o al «luche», ¡a las bolitas!, a entrar en tropel a una de las casas donde nos esperaba la madre de turno con un apetitoso vaso de leche con milo y galletas de avena recién horneadas. Ahora los niños viven encerrados en sus habitaciones amarrandose los ojos a un computador y haciendo festines con papas fritas y mac donalds. Extraño un Santiago donde los jóvenes tenían ideales, preferencias, uno en el cuál si se tenía edad para votar, lo hacían porque creían todavía en una política justa y no corrupta, donde se leía, donde se conversaba por horas con la familia.
Ahora nuestro querido Santiago, se ha convertido en una selva de sobrevivencia, sobrevivir al día, al transantiago,  a la violencia, los bajos sueldos, y el desempleo, a la delincuencia, a los pagos de los créditos que se ofrecen a una clase media hambrienta de mejoras, «a sola firma». Los que no sufren de ese tipo de males, tienen otros, problemas tienen otras luchas, sobrevivir a las apariencias, al alza del dólar y la estética, dónde las prioridades son alcanzar o mantener las «cosas», cosas que a fin de cuentas nos dejan las manos vacías, la mente estancada, la palabra muda. Añoro un Santiago con gente viva, sin importar el color político o si se inca dos o tres veces en una iglesia con cruz inclinada o erguida, da lo mismo, quiero ese Santiago unido y alegre, aquel que nos entregaba esperanza.

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Premio nobel, Pablo Neruda

Reflexión de Pablo Neruda sobre el premio Nobel.

La verdad es que todo escritor de este planeta llamado Tierra quiere alcanzar alguna vez el Premio Nobel, incluso los que no lo dicen y también los que lo niegan.

En América Latina, especialmente, los países tienen sus candidatos, planifican sus campañas, diseñan su estrategia. Esta ha perdido a algunos que merecieron recibirlo. Tal es el caso de Rómulo Gallegos. Su obra es grande y decorosa. Pero Venezuela es el país del petróleo, es decir el país de la plata, y por esa vía se propuso conseguírselo. Designó un embajador en Suecia que se fijó como suprema meta la obtención del premio para Gallegos. Prodigaba las invitaciones Sigue leyendo

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Reflexiones

 

Algunas reflexiones.   Sigue leyendo

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Mexico se enfermó de silencio.

Mi querido México esta enfermo, se ha enfermado su pueblo de algo más grave que una gripe, se ha enfermado de silencio, las calles están desvestidas y tristes, ya no se congrega su pueblo en ningún sitio, los niños temen, las madres también. Se esta enfermando el mundo de temor.

Espero que pronto pase ésta, una prueba más que nos toca vivir a los seres humanos para darnos cuenta de lo que realmente importa, nosotros.
Una querida poeta mexicana me escribió hoy, transcribo parte de su reflexión por su belleza y profundidad, ella es Socorro Carranco.
«mi país, de pronto despertó callado, y enfermó de muerte súbita…estoy inmensamente triste por eso, extraño sus millones de gentes yendo y viniendo, a esa enorme ola humana, levantándose hasta el cielo, a esos miles de ojos sin mirarme, a esas bocas gritando como locas, sin decir nunca un nombre, hoy me doy cuenta que existo, que soy, que aún estoy, y que existen los demás , esos, que no se duelen, porque nacieron con el dolor del olvido, y la miseria, sí, ya quiero que vuelva a ser como antes, el río que me arrastra agua adentro, que sea el monstruo de las mil cabezas, y se vean los millones de héroes , luchando cada uno por sus sueños»

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El florecer de la conciencia humana

Aporte; Miguel Angel Moya

Evocación -capitulo I: El florecer de la conciencia humana
Una nueva Tierra de Eckhart Tolle

La Tierra, hace 114 millones de años, un día poco después de despuntar el alba: la primera flor en existir sobre el planeta abre sus pétalos para recibir los rayos del sol. Con anterioridad a ese suceso extraordinario que anuncia la transformación evolutiva de la vida vegetal, el planeta había estado cubierto de vegetación durante millones de años. Es probable que la primera flor no hubiera sobrevivido por mucho tiempo y que las flores hubieran seguido siendo fenómenos raros y aislados, puesto que las condiciones seguramente no eran favorables para una florescencia generalizada. Sin embargo, un día se llegó a un umbral crítico y súbitamente debió producirse una explosión de colores y aromas por todo el planeta, de haber habido una conciencia con capacidad de percepción para presenciarla.
Mucho tiempo después, esos seres delicados y perfumados a los cuales denominamos flores desempeñarían un papel esencial en la evolución de la conciencia de otras especies. Los seres humanos se sentirían cada vez más atraídos y fascinados por ellas. Seguramente, a medida que la conciencia humana se fue desarrollando, las flores pudieron ser la primera cosa que los seres humanos valoraron sin que representaran un valor utilitario para ellos, es decir, sin que tuvieran alguna relación con su supervivencia. Sirvieron de inspiración para un sinnúmero de artistas, poetas y místicos. Jesús nos dice que contemplemos las flores y aprendamos a vivir como ellas. Se dice que Buda pronunció una vez un «sermón silencioso» mientras contemplaba una flor. Al cabo de un rato, uno de los presentes, un monje de nombre Mahakasyapa, comenzó a sonreír. Se dice que fue el único que comprendió el sermón. Según la leyenda, esa Sigue leyendo

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Mujeres, volver a nacer.

Volver a nacer. Creo que cada cierto tiempo y marcado por algunos eventos que varían entre unas y otras, las mujeres necesitamos reinventarnos para poder seguir caminando con la cabeza en alto y el corazón palpitante.
Para sentirnos una vez más potrancas altivas, corriendo por algún prado verde sin rienda ni montura que nos frene el paso y asì respirar esa sensación de libertad y poderío absoluto que nos ayuda a seguir batallando, de otra manera, cuesta caminar,  solemos cargar las culpas del universo en nuestra espalda.
En eso estoy, reinventándome, desde hace una semana que trabajo arduamente en ello, reparo piezas que estaban rotas, saco telarañas de algunos rincones con poco uso, maquillo los deslindes de mi historia que están pálidos de estímulos, y saco de un baúl viejo, uno que guardo desde mi juventud las ganas, ganas de crear trabajos imposibles como pintar cuadros que reflejen esas ideas que caminan por mi mente cuando vuelo por universos de la mano de Dios, o uno con menos pretensiones pero llenos de color donde tal vez sólo yo pueda distinguir a un Kandinsky pintando a través de mis dedos, o incluso con ganas menos pretensisas, de esas ganas simples, como tomar mi bicicleta y pedalear hasta la cima del cerro más próximo donde sin ayuda de nadie pueda instalar banderas de propiedad y quedarme ahí por un tiempo sin minutero.
Me estoy reconstruyendo para seguir en las batallas que me impongo, como ser feliz con la simpleza de los días, amar y sufrir por lo que nadie se detiene a mirar yo veo aún en la ceguera de la noche.
Me armo para nuevas batallas, tal vez guerras que han de venir con mi propia existencia, con las del mundo, con la de mi femineidad toda. Batallas imposibles con mi cordura. Estoy casi lista. Casi lista para empezar.

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Gervasio Sanchez, discurso en los premios Ortega y Gasset

La indolencia del ser humano, en la cual me incluyo, de pronto me abisma. Miramos impertérritos, sin hacer absolutamente nada, matanzas, abusos de poder que van de la mano de una crueldad sin límites, etc. Miramos sin hacer nada mientras no nos toque la aguja del dolor. Me pregunto, cómo es que los seres humanos, algunos tan bestiales van haciendo un camino de sangre y dolor con sus propios congéneres, esos otros seres humanos a los cuales lamentablemente les tocó estar al otro lado de la fina línea roja.
Me pregunto, cómo es posible que no hayamos hecho nada en el 41, no hagamos nada con pueblos que viven una sumisión que los lleva a perder el derecho a saberse libre, a saberse con el derecho de luchar por esa libertad, a unirse y cortar lo que esta pudriendo las raíces que dan origen a su pueblo.

El pasado 7 de mayo de 2008, el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez subió a recoger uno de tantos premios: el Ortega y Gasset que otorga el diario El País, ante la asistencia de un concurrido público. Entre ellos estaban también la vicepresidenta del gobierno, el presidente del Senado, varios ministros, Esperanza Aguirre y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, además de todos los demás medios de prensa.

Parece que su discurso al recibir el premio no fue del gusto de tan ilustre público, condenando dicho discurso al ostracismo y olvido de toda la prensa. Creo a algunos duele el toque de su palabra.

Discurso de Gervasio Sánchez

Estimados miembros del jurado, señoras y señores: Es para mí un gran honor recibir el Premio «Ortega y Gasset» de Fotografía, convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy Sigue leyendo

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Reflexiones sin coherencia

Estoy lánguida como una lombriz hambrienta, como una lombriz ¡¡terrible!!, de esas que con su sola figura espantan el día, aquellas que no son agradables ni poseen un imán con que afirmar la caricia o el deseo, o la plenitud de la palabra. Una lombriz que se resbala por los ojos con desánimo, aletargada e insufrible.
¿Será por  el viento corre sin tocar el cielo? o tal vez es a causa de mis guerreros que estan sin ganas de dar lucha a la ilusión.

Hoy mis tantos guerreros duermen cabizbajos en mi desconsuelo, en mi duda por lo incierto, en mi letanía. Hay días así, sobre todo cuando el dìa tiene se escribe con «e».

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Prosa poética

Ya no hay más silencio que mi propia voz, fluyendo como un río ante la comprensión. Se disipa la duda de una búsqueda incansable, se esfuma ante la mirada dulce del amante que abraza todo mi interior, mi existencia toda. La niebla blanquecina que otrora fuera mi ceguera cae ante mi tacto indefensa.

Y arde mi mano en el amante y todo él arde en mí eternamente.

El amante y yo jugamos en las palabras, el amante sueña que es viento, yo, sueño que soy árbol.

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ILLAPU, VUELVO, Reflexiones

Es curioso, la vida siempre en sus oleajes extraños nos tira a una orilla de tierras, en apariencia familiar, a otras nuevas.
Mis hijos están lejos y a pesar de extrañarlos como un animal (creo que es la mejor definición por la fuerza que eso encierra, respecto al sentimiento que me invade) me siento plena, plena de mi misma, estoy yo y mi alma, cruda y fuerte, inmensa.

Los caminos se me abren como amantes deseosos, y el silencio de las noches me habla. Mi hombre deja de serlo de un modo sutil casi impalpable, sólo estoy yo y el mundo. Las cosas materiales dejan de ser tangibles e importantes, sólo lo que no es tocable, pero sí aromático a mi humanidad, toma fuerza y me inunda de plenitud.
Tal vez por lo anterior, mientras venía manejando y cambiaba las emisoras en forma distraída el día me regaló esta canción, «Vuelvo», de Illapu, la escuchaba cuando era una adolescente de cabellos largos y armada con aros de piedras multicolores. Recuerdo mis luchas (nunca políticas, jamás la he comprendido) sociales o espirituales, luchas donde las armas eran la guitarra o la palabra.

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Reflexiones

Hay días en que…,  

 

… los seres humanos me sorprenden, son días cualesquiera, no los busco, sólo aparecen agazapados tras una pared vestida de día. Cuando eso ocurre, dejo que su profundidad se deslice por mis manos,  y su tacto por mi alma, me hace bien, me recuerda que estoy viva en una selva de ilusión. En una gran selva donde la gente duerme.

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La Ilusión

Como dice un poema del poeta Indú TUKARAM, «tanto he perdido contacto con la realidad que me imagino…» estoy en un mundo real, y sin embargo no puedo tocar nada más que unos sueños que se vacían en un papel sin color, el mundo gira y las particulas de polvo que lo componen creen que son tan ùnicos.

¿Qué es un hombre sino sus escasos momentos de comprensión?

T U K A R A M

¿TANTO HE PERDIDO contacto con la realidad
que me imagino escribiendo poesía?
De seguro tus devotos ilustres
todos poetas famosos, se reirán de mí
Hoy enfrento la prueba más dura de mi vida:
no tengo ninguna experiencia
y me han pedido que cante.
Soy el inocente a quien piden pecar
sin haber probado lo que ha de cometer.
Soy sólo un principiante, inculto en el arte,
ni siquiera mi Maestro se me ha revelado.
Ilumíname e inspírame, oh Señor.
Dice Tuka: el tiempo se me acaba.

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Gipsy

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A veces, libro de Patricia Gómez

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Por fin mi libro ya esta a la venta a través de Feria Chilena del Libro EN LA WEB, gracias a la buena recepción que ha tenido en los locales de venta. 

Para comprar pinchar acá y buscar por «A VECES»

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Reflexiones

Quisiera hacerme silencio en esta noche tardía, donde la espesura del pensamiento se me hace un campo blanco de nieve intacta, pura. Las horas y los días se suceden en una loca vorágine y mi alma se silencia en las esquinas para no ser vista ni tocada, ni arrebatada de mi cuerpo, más allá de una lógica consecuencia.

Por fin retomé mi bicicleta, esa que me lleva a ver la vida de una forma distinta. Siempre prometo que haré el esfuerzo y seguiré pedaleando en invierno, pero soy tan débil,  una vez más la dejé quieta y dormida por un par de meses hasta que la primavera asome nuevamente.

Este fin de semana despertó y yo con ella. La música me llevaba por sensaciones placenteras mientas el viento enfriaba mi cara, las calles comenzaron lentamente a cambiar y el mundo se me deshizo ante Sigue leyendo

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Baudelaire- Artículo de Mauricio Torres

Una nueva sustancia se ha formado,
la llaman Baudelaire

Por Mauricio Torres Paredes

Usted ama lo Bello. Deme la mano.
Y en cuanto a las persecuciones, son grandezas. ¡Coraje!
Víctor Hugo

 
Los moribundos trayectos físico-mentales que pretenden superponerse a la dialéctica de la vida misma, dan pautas corrosivamente enérgicas de las que cualquier mortal hace gala de no poder controlar. En ese espacio virtualmente trasladado a la conciencia-inconciente se vislumbra incólume, inmune y hasta inalterable, ella si, ella, la poesía.
Nace de las amalgamas de la alquimia geográfica de la llamada existencia y se extiende pausada y distantemente entre los geométricos recovecos del subsistir. Del nacimiento de las traspiradas formas homogéneas, de las etno-virtudes de la palabra, es esta adictiva lacra la que nos da la oportunidad de soñar.
Es la poesía el sueño valeroso de infinidad de moléculas infectadas por el desazón de la vida y es el poeta el extraño conservador de que las estrellas, esos astros muertos den algo de luz desde la mismísima oscuridad. Es la poesía el decoro impertérrito y de ella nace el todo y la nada.
Una nueva sustancia se ha formado en los recovecos micro-químicos de la compasión, la llaman Baudelaire y se superpone nuclearmente en un ser, Charles Baudelaire, la poesía misma. El divino ser humano que traspasa las fronterizas legalidades de la palabra y revela a los dominantes el plausivo descomponer de los reinos.
Es la ciudad la que se viste de baudelaire, son los millones de citadinos los que inconcientemente temen y adoran la palabra paganizada mientras consuelan sus almas con solo pensarlas. Estas son expresadas en sus Flores del Mal.
Lector apacible y bucólico, sobrio e inocente hombre de bien, arroja este libro saturniano, orgiástico y melancólico.
Si no has estudiado tu retórica con Satán, el astuto decano, ¡arrójalo! No comprenderás nada de él, o me creerás histérico. Pero si, sin dejarte hechizar, tu pupila sabe sumergirse en los abismos, léeme, para Sigue leyendo

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Fotografía pajaros

Hay seres humanos que nos acompañan o se cruzan en nuestro camino que son admirables, sí, admirables e imitables por distintas razones. Yo me cruzo con ellos casi a diario, no son perfectos, ni deslumbrantes, ni siquiera sorprendentes, diría que pasan casi desapercibidos por la vida, como una brisa fresca y si eres inteligente y te detienes un segundo a sentirlos te quedas con una rara sensación de tranquilidad. No son perfectos, ¿quién lo es verdad? pero encumbrándonos en lo mejor de su humanidad, diría que vale la pena tenerlos muy cerca.
Hoy voy a hablar Patricio Lassalle, profesor y músico como profesión, amigo de condición y por elección, amante de la naturaleza, de lo bello (no necesariamente bello para el resto) cuando lo vez a los ojos te das cuenta que puedes ver todo el mundo a través de ellos, son ojos puros, esos que tiene la gente buena que a pesar de haber vivido mucho, no han logrado contaminarse. El otro día conversando sobre su fotografía le pregunte «como logras captar esas fotos tan bellas», me contestó «Simple, veo lo que la demás gente no ve», me reí. Es así, los seres humanos pasamos los días tan a prisa o afirmándonos de lo superfluo de una forma que atonta y ahí se nos escapa la inmensidad que encierra lo simple.

Elegí algunas fotos que me parecieron sencillamente hermosas.

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Isla Choros, Damas, Gabiota

puertaISLA CHOROS, DAMAS Y GABIOTA

Este fin de semana nos fuimos a conocer Isla Choros, a pesar de considerarme una persona que conoce bastante su país no había tenido oportunidad de visitarla. Me llevé una grata sorpresa, para aquellos que gustan del buceo, de visitar lugares que todavía tratan de preservarse, para los que andan tras esos rincones que te alejan de todo el mundanal ruido y que solo necesitas unas horas de viaje. Lo recomiendo.
Partimos a las diez de la noche, está a una hora de la Serena, por lo tanto a unas seis horas de Santiago, queríamos irnos despacio y tratar de evitar la locura de autos que siempre se avalancha en las carreteras de Chile para los feriados. Paramos a dormir por ahí y llegamos como a las 10 de la mañana, traté de llamar a Santiago y ¡¡oh Dios, no teníamos señal!!, dato para los que van, sólo MoviStar alcanza a pellizcar esa tierra. (Nosotros teníamos Entel.) Por un lado fue bueno, ¡no había televisión, radio ni celular!.
El paisaje un tanto solitario, las playas acuñadas en rocas silenciosas de tiempo, los «huiros» abanicando las blancas arenas todavía salpicando agua. Caminamos disfrutando del paisaje, me puse a recoger conchitas, Sigue leyendo

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Faros

Este video me parecio excepcional, representa la fuerza,  lucha y la tenazidad con que a veces debieramos enfrentar las situaciones adversas. Aquello que es invisible y que contiene tanto, lo que hace mover el universo entero, aquello que hace que la fuerza de una ola desplome una ciudad, aquella fuerza que ejerce un faro, un simple faro para mantenerse erguido.
Va tambien con especial afecto a Luis Irles, nuestro estimado vecino, amante del mar y los faros.
Nota: (no van los acentos porque se volvi÷o loco mi teclado)

 

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¿Cómo dejar de ser pobre?

Muchos blogs abordaron el tema de la pobreza hace unos días atrás, algunos puntos quedaron sueltos, conversaciones sin terminar. A raíz de eso y de una interesante reflexión que hicieron mis amigas Karen y Milla sobre este tema, quiero terminarlo tocando un punto y es ¿por qué los pobres no dejan de ser pobres?.
Hay muchas personas que piensan que el que es pobre es porque quiere serlo o no lucha lo suficiente para salir de esa pobreza, idea con la cual discrepo totalmente.
Me pregunto ¿Cómo se deja de ser pobre?.
Toco la pobreza todos los días y veo como los pobres rasguñan las piedras diariamente por tratar de cambiar ese estado, por dejar de ser podridamente pobres, lamentablemente sólo el 1% de esa población consigue cambiar esa condición.
La pobreza no se elige ni se adquiere con opción de devolución por disconformidad, la pobreza se cae de bruces en algunos seres humanos sin que estos puedan decir «no, no te quiero en mi vida», ésta llega y envuelve a los ¾ de la población mundial, muchas veces perturbando su visión y velando cualquier opción Sigue leyendo

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Sancta maría

 

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Alma mía

Corre alma mía por yermas y llanos,
todos ellos me cubren, soy ellas,
y todas las tierras vastas.
(Las montañas silenciosas
los desiertos y acantilados)

Corre, corre como un jilguero entre árboles mansos,
súrcame el cielo con un vuelo raso.

¡Mira desde acá como fluyen los ríos de alabastros!,
la llanura en flama, el monte de ofrendas, ¡como se alza!

El grial. La espada.

Corre,
corre alma mía por mis yermas y llanos.

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La pobreza, la injusticia, el dolor… Perdón.

Hoy es el día de la pobreza, dejaremos dormir los eventos culturales, la poesía rosa y el silencio descansando en una esquina del mundo. Ahora, quiero pedir perdón.

Perdón…

Me hundo en el violento dolor que están viviendo algunos hermanos. Sin dejar de ser feliz, porque no puedo evitar serlo con ciertos estados que logro alcanzar con la simpleza del reloj, me uno su dolor y pido perdón.

Pido perdón por los que están sin trabajo, los van perdiendo la esperanza, por aquellos hermanos que he conocido a través de este medio y quiero mucho y por aquellos q se deslizan por la vida «real».

Por aquellos seres humanos que no la están pasando bien, me sumo a su tristeza, a esa angustia que te deja la boca amarga y las manos con yagas.
Me duelen las muñecas por las amarras de indolencias que las sostienen, me duele la mandíbula de tanto apretar las palabras que debiera gritar, los ojos por las lagrimas que retienen desde hace décadas, por los que caen lentamente en la desesperación hasta fundirse en el punto en que se apaga la luz.
Mis hermanos Argentinos, aquellos que están siendo exprimidos y ya se les acaba el ácido que alimenta a los gobiernos hambrientos de riqueza, a mis hermanos mexicanos, los que sufren el peso de la injusticia y del hambre. La falta de trabajo, del abuso de las clases.
Estoy comenzando a sentir nauseas por moverme a través de jardines ciegos, por lavarme las manos con agua bendita que brota de la parte perfumada de la tierra, cuando hay tanta putrefacta que tendría que colar con mi pelo. Almidonar con las yems de mi dedos, los colchones de los cientos de niños que duermen en las calles con frío y vestidos de vejamen.

Me duelen los ojos, sí, ¡que diablos! me duelen por mirar tanta basura que se vende en los carteles de mi país «vote por», «Le prometo que…», «es por La Vocación de servicio», «por el bien de mi país» ¡basura!. He de levantarme a través de la palabra, de la sonrisa, de cada uno de mis actos solidarios. He de levantarme y gritar ¡basta! a través de mi pensamiento, èl es creador. He de blandir la bandera de la acción mental, de aquella que sin violencia ni acto perverso se revela. He de levantarme más temprano a lavar mis pecados y limpiar mi cuerpo, para que viva cien años más.
He de alimentarme con verduras y bellotas silvestre para no sentir vergüenza por tanto que he comido, mientras millones mueren de hambre. He de hacerme poderosa a través de la voluntad. Formar ejércitos para hacer trincheras contra las cárceles que encierran la mente de los que tienen el poder. He, con la mano más limpia, de lavar sus rostros para que puedan ver, ¡¡ver!! . He, a través de mis actos, de enseñar sin palabras, a través de mi beso, abrir nuevas puertas, a través de mi risa destapar los silencios que ensordecen sus días.
Que despierten los ricos y pobres, los tontos poderosos, los tontos infatigables, los vanidosos, los empresarios y los sirvientes, los escritores bohemios de barrios podridos, los que se creen pequeños Dioses, los ambiciosos, los buenos. Las mujeres que amamantan con sus pensamientos a nuestro futuro, a los niños felices, los con hambre, mi pueblo que es la humanidad toda, que se desangra (y no es consciente de ese terrible acto) a través de las cadenas, las de oro y de plomo. He de despertar mañana y mirar por una ventana a un país de 7000 millones de habitantes que mientras vive, sueña que es feliz y no sabe que mientras sueña, va muriendo lentamente a la esperanza.

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El día de la pobreza

Today is Action day… hagamos algo?
Tal vez el mundo de pronto pareciera que se nos cae, que se derrumba la esperanza de una equidad, que se pierde la sensación de justicia, esa en que esperamos que acabe el hambre, que no hayan más niños sin comida, sin el abrazo de una madre. Que ya no haya matanzas indiscriminadas, que África vuelva a reír con esperanza, que China siendo un país con tanta experiencia, cese de una vez la matanza y abuso con tanto animal que a la larga, no son menos que nosotros. Se hace pesado, sí, se hace pesado mirar la pobreza que Sigue leyendo