Alma mía

Corre alma mía por yermas y llanos,
todos ellos me cubren, soy ellas,
y todas las tierras vastas.
(Las montañas silenciosas
los desiertos y acantilados)

Corre, corre como un jilguero entre árboles mansos,
súrcame el cielo con un vuelo raso.

¡Mira desde acá como fluyen los ríos de alabastros!,
la llanura en flama, el monte de ofrendas, ¡como se alza!

El grial. La espada.

Corre,
corre alma mía por mis yermas y llanos.

El principito, de Antoine Saint Exuperi

Extracto

(a veces…, en la simpleza hay tanta profundidad que me ahogo en ella)

 

Entonces apareció el zorro:
-¡Buenos días! -dijo el zorro.
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
-Estoy aquí, bajo el manzano -dijo la voz.
-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón! -dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
-¿Qué significa «domesticar»?
-Tú no eres de aquí -dijo el zorro- ¿qué buscas?

-Busco a los hombres -le respondió el principito-. ¿Qué significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
-No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»? -volvió a preguntar el principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa «crear vínculos… »
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito
igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…
-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor… creo que ella me ha
domesticado…
-Es posible -concedió el zorro-, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
-¡Oh, no es en la Tierra! -exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
-No.
-Nada es perfecto -suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo Sigue leyendo

kRISHNAMURTI

Jus, espero te guste.

Por qué Krishnamurti, despues de buscar muchos autores que me dejaran satisfecha llegué a él, no pondré su Biografia acá porque esa es rapidamente accequible a través de la red, pero si expondré parte, una milesima parte de su pensamiento. Este hombre nos desnuda, nos aparta de toda creencia, escuela o docma, nos enseña a pensar por nosotros mismos, a liberarnos. Si nos detenemos y leemos con calma y silencio interior podremos ver en sus planteamientos claridad, lógica, aceptación. Tal vez no concordemos en todo, pero sí en lo medular.

Hablemos del pensamiento:

Si durante el día está usted alerta, si está atento a todo el movimiento del pensar, a lo que usted dice, a sus gestos -cómo se sienta, cómo camina, cómo habla- si está atento a sus respuestas, entonces todas las cosas ocultas salen a la luz muy fácilmente. En ese estado de atención lúcida, despierta, todo es puesto al descubierto.La mayoría de nosotros está inatenta. Darse cuenta de esa inatención, es atención.

La meditación no es una fragmentación de la vida; no consiste en retirarse a un monasterio o encerrarse en una habitación sentándose quietamente por diez minutos o una hora en un Sigue leyendo

Helena Blavatsky

He leído mucho de los libros de esta mujer, los más conocidos, Isis sin velos, esta noche me vino a hacer compañía, por eso, para aquellos que no la conocen, se las presento.

(Wikipedia)

Blavatsky era hija del coronel de origen alemán establecido en Rusia Feter von Hahn y Helena de Fadeyev, hija de una familia noble rusa, que trabajó como novelista. Por parte materna, ella era nieta de la princesa Helena Dolgorukov, botánica y escritora. Después de la prematura muerte de su madre en 1842, Helena creció bajo los cuidados de sus abuelas en Sarátov, donde estaba como gobernador su abuelo. Helena mostró talento como pianista, y según testimonios de algunos contemporaneos suyos, estaba dotada de ciertos poderes psíquicos o sobrenaturales. Desde muy pronto se mostró interesada en el esoterismo, leyendo algunos obras de la biblioteca personal de su bisabuelo que había sido iniciado en la masonería a finales del siglo XVIII.

A los diecisiete años, en 1848 Helena se casó con Nikifor Vassilievitch Blavatsky, vicegobernador de la provincia de Erevan, en Armenia, y que tenía cuarenta años. Helena aceptó casarse para poder ganar independencia, aunque según ella nunca consumó su unión. Tras tres meses de infeliz matrimonio, ella tomó un caballo y escapó de la casa cruzando las montañas, yendo a la casa de su abuelo en Tiflis.

Según cuenta ella inició una serie de viajes por diversos países, tales como Egipto, Turquía o Grecia, entre otros. En algunos de estos viajes, estuvo acompañada por Albert Rawson, un explorador naturalista de los Estados Unidos, también interesado en el esoterismo y que era miembro de la masonería.

Ella cuenta que con veinte años, en 1851, estaba con su padre en Londres, y que allí tuvo su primer encuentro con el que sería su maestro, que ella reconoció por sueños y visiones que tuvo durante su Sigue leyendo