Ya han pasado dos meses desde que ¿partí?, ¿me alejé? o ¿comencé?. Poco importa la palabra, es sólo una palabra que no define más que un concepto y no una realidad. Las realidades verdaderas (también existen las realidades que imaginamos son reales) no tienen futuro ni pasado, sólo van abriéndose como un nuevo cauce del gran río en el que existimos. Hoy tuve ganas de escribir después de muchos días, de contarles en qué estoy o qué estaba en mí. Tal vez porque me senté en la terraza, ya no hay gente cerca, ni ruido ni luces, sólo un vasto cielo estrellado, tan estrellado, tan infinitamente estrellado…
Por ahora estoy en este amado trozo de tierra, Laguna Verde. Llena de bosques, silencio y viento. Ante mis ojos, la inmensidad de océano, sobre mi cabeza, un cielo lleno de misterios y luces titilando que ya no existen y sin embargo ahí están, para mí. Para ti.
Lleno mis días haciendo arreglos con flores, es curioso, antes nunca tuve flores, me gustaban las plantas de follaje, tal vez buscaba el verde?, sentirme cerca de esa vibración, de esos átomos que saben a tierra. Quien sabe…, poco importa, ahora adoro las flores y como acá hay tan poca agua, he optado por las suculentas, ¡son tan bellas!. Ellas representan la naturaleza y su expansión tan marcadamente. Están llenas de figuras que tratan de expandirse por el aire en forma fractal, creo que como pocas, es como si algo sutil las impulsará a multiplicarse sin perder la forma arrojando durante ese proceso los colores, tipos de hojas y diversidad de formas más increíbles. ¿Tal vez presienten que Dios también existe en ellas?-
También ha habido días en que me pregunto, ¿y ahora qué? Y luego sonrío, nada, cada día es un regalo, un aprendizaje y un observarme en tantos, pero tantos matices que me componen. Sigo tan imperfecta y plenamente total. Sigo llena de emociones y emocional, así como llena de asombro y de silencio, de risa y ternura, de enojo y temor. Sigo siendo yo, sólo que más consciente de ese yo llamado ego que permite que ese pedacito de Dios o consciencia que vive en mí, se pueda manifestar. Soy feliz y me siento en paz.
En unos días más partiré lejos, pero qué importa si nada de lo “real” cambiará?, seguiré siendo la que se riega en estos cerros, ustedes y yo seguiremos esparciéndonos en cada nube, existiendo en las rocas, flores, aire, estrellas y también en la mirada de un “otro”. Seguiré jugando a que Dios existe a través de mí, de ti, y que es la pieza fundamental en este maravilloso juego de creer que existimos.
Seguimos en contacto y por cierto, a algunos queridos amigos (as) que me han escrito, estoy bien y agradezco estar en sus pensamientos. Prácticamente no me conecto pero siempre están en mí, como yo en ustedes…;)
El significado de la vida es tan solo estar vivo. Alan Watts
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...