Quiero todo.

Quiero todo…,
Romper el horizonte con la pupila que abriga el alma.
Desaparecer en la tarde del ocaso, aquel que bordea el dorado pliegue de mis dedos.

Quiero disgregarme en la sangre que me mueve, suave y tenue,  como un musgo quieto.
Sin que nadie lo note. Apacible y quieto.

Saborear la vejez de la tierra, el gutural sonido de la noche.
Quiero ser en la tormenta mientras va hilando las estrellas.
Morir salvajemente en el tacto de la mano.
¡Acariciar de lomo a lomo el firmamento!

Quiero…, arrastrarme infinita por la huella que dejan los ríos en la tierra,
resurgir en ahogado lamento a través de este universo.

Exprimir la luz de mis entrañas.
Amamantar la raíz de mis bosques moribundos.
Asesinar con mis pupilas al profano, al carnicero.

Quiero,
Deslizarme arisca a través de mis cabellos
Rosar con mi pupila ebria el arcoíris eterno.

Todo, quiero todo.
Incluso la nada deshaciéndose en mis venas.

Patricia Gómez

 

Tiempos de cambio.

Los tiempos de cambios y la espiritualidad en nosotros.

¿Se es espiritual por dejar de comer carne, hablar de quien es el observador  o que todos somos consciencia?. ¿Abrazarse ante una luna llena, recitar mantras, meditar u orar por largas horas sin comprender en real esencia lo que somos, porque existimos y para donde vamos?.  ¿Se es espiritual por asirse al orador de moda, especulador o canalizador que nos entregue la teoría que jamás podrás comprobar, sólo creer ciegamente. Creer y seguir como si fuera una novela bien narrada y tú un  buen y obediente lector?

Ser es más que dejar de hacer. Ser, no es creer ni crear. Ser, es ser consciente de lo que se es POR COMPRENDER.

Ya no es tiempo de creer que despertaremos por aprender, escuchar, estudiar o repetir. Tampoco por  seguir a un guía, una doctrina o religión, cualquiera sea esta. No lo es  por pagar para recibir en un curso dictado en dos días o una semana la iluminación. Ya no…, nunca lo fue…

El planeta sufre, la humanidad sufre y se destruye en su propia y ciega esclavitud.

Estamos en el tiempo de comprender que sólo se puede ser consciente al SER EN ESE ÚNICO INSTANTE PRESENTE. Sin pensamientos,  sensación, anhelo, sin deseo Sigue leyendo

Reflexiones en silencio

El crepuscular de este maravilloso día que  se vacía en mis ojos a la distancia, me hace perderme en pensamientos que no tienen coherencia, me dejo llevar por paisajes solitarios y dejome caer en acantilados sin tiempo hasta que logro afirmarme de alguna orilla. Sólo me dejan atisbar su profundidad.

El sonido de la radio me trae a de regreso a la “realidad”, al lado, los autos van pisando las calles presurosos, me imagino que tienen la misma urgencia que yo por llegar a sus casas, y me pregunto,  ¿qué les espera a ellos?, qué  vida tienen, son felices, ¡que piensan!, ¿piensan?, seguramente piensan y mucho, y eso no es muy bueno. ¿Tendrán minutos de silencio donde se permitan sentir la vida que palpita en su interior?. ¿Valorarán todo lo que la naturaleza les está entregando tan abierta y generosamente?, sobre todo en este período tan especial de tiempo, ¿o pasarán por el minutero arrastrándose sobre las paredes de edificios, Sigue leyendo

Reflexiones

En la última aproximación de tiempo, donde todo es remoto y solitario, donde la exactitud de la existencia se hace única, yace el alma sola, consigo misma y toda su extensión lumínica.

Ahí, en esa amplia, extensa y abrumadora quietud se encuentra con su real grandeza y disminuida (no pequeña) esencia primigenia.

El viento sopla tan fuerte que la limpieza del aire se hace innegable, los pinos susurran secretos de antaño en mis oídos y el mar a lo lejos canta canciones a una luna que juega a ser vestido de la tierra, ésta se niega pero no podrá evitar que en algún momento la vistan de blanco.

Los pájaros son presagio de un nuevo y único tiempo que se avecina, tiempo de despertar de campanas.

 

Reflexiones, Patricia Gómez S.

Ola fugitiva de mis manos, encanto primoroso, ¡ay divino holocausto de la magnífica existencia, de la magnífica existencia toda!

Cómo me sonríes, complaciente y vanidosa en la hondura más extensa del yermo que arrastra mi nostalgia (por la ausencia de mi cielo) y aún así, me libero, cómo me libero hasta de la sombra del infinito pensamiento. Y me torno lirio, ola, tierra…

Tomo el pincel, y el lienzo me absorbe con su piel divina y tersa, los colores brotan insolentes marcando épocas pasadas desde mis manos, y dejo de ser yo, me abandono extasiada y las palabras se mezclan en turbulento y jadeante abrazo en pinceladas de sutil belleza, cuan feliz me hace lo simple, cuan inmensa puedo llegar a ser con el silencio y la vastedad de mí. ¡Cuánto!

Desvaríos de Patricia Gómez

Hace tanto que las palabras no afloran, que casi he olvidado cómo se escribe mi nombre,

y sin embargo, me sangran los dedos con las letras mientras se descuelgan de mi tacto.

La ciudad late más fuerte que nunca en las pupilas de mis días,

las heridas gimen con más fuerza por los ojos del pobre,

la risa truena fuerte  en el oído de esa dicha silenciosa que no comparto con nadie.

Dios, hay tanto que decir y sin embargo, se me secan las palabras en las yagas de la sordera.

 Imagen: Fuegos, W. Blake

Bir Dilek Tut Simdi

Un regalo para Uds…..

(CAN ATILA)

Las puertas no existen, sólo están las visagras que

 sostienen el pensamiento.

Reflexiones

Si pudiera

Si pudiera sostener el silencio en una línea delgada de luz,  amarrarlo a uno de los dedos de Dios para que nunca se rompa. Si pudiera hacer que el entendimiento crezca con raíces centenarias en mi alma, en la de los que amo, en la de aquellos que no conozco pero dependen de mí, tanto como yo de ellos.

Llevo días rumiando como un animal palabras que se me caen de bruces desde un cielo que está en todas partes, y luego, como una piedra en un lago se hunden en la sordera inconsciente mi parloteo mental.

Llevo días queriendo ser montaña solitaria, cobijar desde lejos a los que la vida ha puesto en mi camino y he de proteger, llevo días aislándome del mundo y éste, incansable me traga con voracidad.

Y el agua corre en un manantial  diáfano,  el sol nos cobija generoso y la tierra, ahh, ella no deja de fecundarnos en cada paso que damos.

Buscando respuestas

«El deseo de cuestionar la vida viene de la propia vida, de esa parte de la vida que todavía está escondida»

Jean Klein

(me pareció sobervia esta frase, por eso se las regalo)

¿Por qué pensamos?, ¿que es el pensamiento? somos nosotros parte de ese pensamiento, o simplemente se pasea en nuestra mente como un elemento más de los tantos que nos conforman? ¿podemos pensar en algo que no hayamos pensado con anterioridad y por lo tanto no existe para nosotros?, como traeremos una imagen que no es conocida por nuestra mente, una que jamás hemos visto, por lo tanto desconocida?

Son tantas las preguntas que nacen de ese sólo y único elemento, y hay tantos…, ]¿Qué es el temor, que es la imaginación, por qué deseamos…., por qué algunos seres humanos se preguntan tanto y otros tan poco… por qué algunos sufren desde su nacimiento y otros lo tienen todo…? hay tanto que preguntarse. Tanto que buscar.

Krishnamurti dice: » La verdad es una tierra sin senderos. El hombre no puede acercarse a ella a través de ninguna organización, de ninguna secta, dogma, sacerdote o ritual, ni a través de algún conocimiento filosófico o técnica psicológica. Tiene que encontrarla a través del espejo de las relaciones, a través de los contenidos de su propia mente, de la observación y no a través del análisis intelectual o la disección introspectiva. El hombre ha construido en sí mismo imágenes como una valla de seguridad-religiosas, políticas, personales. Estas se manifiestan en forma de símbolos, ideas, creencias. La carga de estas imágenes domina el pensamiento del hombre, sus relaciones y su vida diaria. Estas imágenes son la causa de nuestros problemas ya que dividen a los hombres. Su percepción de la vida está moldeada por conceptos ya establecidos en su mente. El contenido de su conciencia es su entera existencia. Este contenido es común en toda la humanidad. La individualidad Sigue leyendo

Quisiera

Quisiera, que las palabras fueran livianas para que no cortaran con su filo el firmamento…, las formas etéreas, para sostener su luz entre mis manos. Quisiera ser en los abismos de mi  tacto, en el latido de una boca de mil años, en los infinitos trazos de algún cielo plagado de hoyos negros.

¡Como quisiera ser la llama que arde en el ceno de alguna matriz milenaria!, en el origen, en los puntos que marcan cada nuevo comienzo.

En el último retorno. En el primero.

Quisiera amarrarme a los segundos de un tiempo que no existe, en la necesidad que crea el universo, en la NECESIDAD de Dios , en esta necesidad de Dios de ser en TODO, como és la del Todo, de ser en la caricia  de su mano.

Quisiera, quisiera…, dejar de ser humana para no tener límites.

Amo y me aman

Estoy enamorada de mi boca, de mis dedos y ojos, de mi tacto…, amo mis curvas y mi fuego, mis ríos caudalosos, mis pensamientos…, los amo y me aman, soy tan de ellos como ellos son míos.
Amo todo lo que toco, lo que abraza mi existencia, mis grandes hombres, mis tantos muertos, (muchos, todavía caminan a mi lado), las mujeres que me acompañan en este viaje, los animales, ¡a todos! sus ojos inocentes, sus patas cariñosas, su silencio.
Amo lo que no conozco porque es un desafío, lo que he tocado porque me llena de olores y sensaciones, lo que esta por llegar, porque me hace desear el mañana.
Amo profundamente mi alma, es ella quien encandila, la que alumbra a quienes me acompañan, amo sus almas porque me ayudan a caminar…

Amo por sobre todo el silencio que me muestra tantas palabras, a ellas…, a ellas simplemente ¡tanto las amo!. De tanto amor que tengo, de tanto sentirlo, mi cuerpo entero esta cambiando, mi faz no tiene nombre, mis manos tacto, mis ojos…, se están vistiendo de eternidades.

No se cuanto camino me quede ni cuanto amor quepa en mis manos o siquiera si existiré mañana, pero con lo que tengo hoy, con tanto que me amo y aman…, ¡por Dios, que me basta!.

El amor, y el todo.

Palabras de amor a un amor que ama.

En el tiempo que arrastra el aire que me da vida has de aprender a  sostener mi fuerza, mi quietud  y mi tempestad, soy todo eso…, y también soy la nada más profunda, desaparezco tanto en mí misma, que me cuesta reencontrarme.

Has de saber,  que a ratos soy un océano violento y profundo que se desgrana en cada gota que lo contiene, que bailo todo lleno de vida y en cada baile y movimiento arrastro con dulzura a los que amo sobre mi lomo profundo. En otros, soy sumisa como ese prado que en quieto movimiento alimenta a miles de seres, donde crece la hierba, donde la tierra se hace amigable. Soy la misma naturaleza brotando, creciendo y muriendo para poder renacer, sin muerte no hay nacimiento.

Te llevo en mi sangre, y como ella, corres por mis venas, me das vida y la quitas con la ausencia que escribe tu boca en el viento. Eres mis palabras a un desconocido, mi lengua tibia en una esquina del silencio, la pupila encendida cuando te mira al sembrarme, eres, lo que no conozco, y las cuatro letras que sueña el mundo.

Dentro de mí crece la flor, se dispersan los ríos por mis venas, y el universo se expande en mis ilimitados espacios, soy lo que soy, no menos que un mendrugo de pan, ni más que el opíparo manjar que reposa en tu mesa. Soy el amor que se deshace en tu lecho, el dolor que se retuerce en tu vientre, el aire que pasa por tu garganta.

Soy la que te ama, la que muere en tu cuerpo, aquella que te hace perderte en el verde que marca el camino a mi alma. Soy las que me han habitado tantas veces, las que seguirán, por no sé cuánto más…

El latido de Dios en la yemas de tus dedos, el silencioso misterio que mueres por develar, los tantos extranjeros de planeta que habitan esta tierra llena de promesas, soy…, soy tú y ¡no lo ves!.

Soy el que lee y se deshace en trémulo palpitar por las letras pensando…, pensando….

Soy la matriz, el cáliz, y la siembra que votas inconsciente en tu hembra alguna noche, el desvelo y la ilusión, la risa que muere en la comisura de tu boca cuando en secreto me besas, cuando sueñas que estas despierto. Mmmm… soy, la semilla que brota en cada nueva vida, y la cruz que marca su muerte. Soy, YO SOY, lo que sueñas y más, mucho más de lo que imaginas. Sin tan solo tuvieras ojos para verme….te darías cuenta que soy tú.

Desvaríos

La vida y sus vaivenes.

Corre esta vida llevándonos en su grupa, como pequeños siervos perdidos sin saber a dónde van tan de prisa, corren en un sueño que no descansa de soñar.  Y en ese sueño eterno canta mi alma.

¡Corre!, corre vida llévame en tu grupa de nube hasta la última estrella, déjame acariciar sus ojos de siglos, deja que corra por su piel de luz hasta que la haga mía. Corre vida, corre tras mis pasos sedientos de estelas, hambrientos de estelas…, de estelas azules.

Corre por las venas de la tierra, hacedle cosquillas al Dios que levanta tu ojo y en quieta mansedumbre te muestra el suyo.

¡Ay! Añoranza de eones, como avanza el tiempo, en ese minuto de sueño, que no existe más que en el loca carrera de un reloj de arena mientras sueña. Corre, corre alma mía por los dedos de Dios.

Reflexiones, los días…

Los días…

Cada día me convenzo más de lo maravillosa que es la vida, nos llena de alegría en un momento inesperado y en otro,  nos aplasta como moscas cuando la ceguera se hace insoportable y no vemos lo que está ahí, ahí como un elefante blanco gritándonos, aquello que es esencial, lo que realmente cuenta.

Los días se han sucedido estas últimas semanas intensos, por decir lo menos, ha pasado de todo, bueno, malo en apariencia y normal, también en apariencia. Pero eso no tiene importancia ya, lentamente, como si fuera un caracol que va dejando su estela he ido retomando el camino y viendo, sí  viendo lo esencial!!, tal vez alguno se pregunte y ¿qué es lo esencial?, para mí, te podría decir  que lo esencial es aquello que queda cuando has sacado todo lo demás, cuando desaparece la forma, cuando  desaparece el deseo, cuando sacas ese rostro y queda sólo el sentimiento desnudo, eso es esencial, cuando ves más allá de la forma, cuando sacas el hielo del pasto que ha cubierto estos días nuestro Santiago y ves el frío en los ojos de los que esperan que pase un bus, cuando te das cuenta por primera vez de los muchos perros que han estado por días durante estas mañanas enrollados de tal forma,  que casi desaparece para no morir de frío, cuando vez en la niña que sirve el café, que hay cansancio, cuando la miras ¡y te das cuenta por primera vez que nunca antes miraste dentro de sus ojos por estar ensimismados en los tuyos!.

Cuando comienzas a ver que una pequeña chispa se está asomando en la mirada del que era ciego, ciego de vanidad y sobervia, comienzas a tener esperanza en que alguna vez ese ser humano despertará. Cuando presientes que tu corazón saltará de golpe después de mil años de sueño profundo, sólo…, porque recordaste la verdadera razón del por qué estas acá.  

Desvaríos

Hay tanto que decir,  tanto que escribir… y se me acaban las palabras.

Hay tanto que recordar, y la memoria se me quedó en otra vida.

Hay tanto que hacer, sólo espero que no se me acabe el tiempo ya que

 hay días en que quedo ciega.

Desvaríos, Lisa Gerrard

Estados de lucidez

La noche aplastó mi silencio, miré la última estrella que colgaba en una esquina del cielo y me arremangué los ojos, necesitaba verla interiormente, no pude porque los pensamientos aplastaron mi visión.

 

Días de claridad

Entre esa ventana vacía, y el mundo que se agita a mi lado, hay tanto…

 

Entre esa ventana vacía, y el mundo que se agita a mi lado, hay tanto…

Hoy fue uno de esos días, aquellos que son raramente completos, sutilmente completos.

Te das cuenta de ello cuando te levantas y corres con letanía y sin mucha esperanza  las cortinas que cierran la luz del día, (ignorantes  del poder que viene en ella),  haces a un lado la somnolencia que se arrastra por tu cuerpo como una ola mansa y miras, miras como se abre todo ante ti, como en una película mágica ves el real significado de las cosas, la importancia de cada una de las personas que habitan y caminan por y en tu vida.

Las jerarquías con las que cada ser humano mueve las piezas de su juego de ajedrez, los horizontes, lo tanto que viviste, los dolores, lo aprendido, ¡lo tanto que te amaron!, (como si fueras única).

Ves, como si estuviera parado frente a ti, el placer de haber escalado la más alta de las montañas, donde  el goce golpeó tu rostro como una ráfaga de tibio viento, donde llegaste a la cumbre donde mora el dolor, aquel que no te deja respirar, aquella cima donde clavaste  la bandera del gozo, el de la dicha más completa.

Lo curioso de todo…, es que tal como la luz llega en chispazos, así de rápido se va.

Pero aún así, permanece la dicha de que por un instante de develada consciencia miraste, y el camino se abrió  ante ti con matices nuevos, viste vaciarse el sol en cada una de las plantas que dieron movimiento a tu vida, miraste las copas que contuvieron como aguas vivas a todo y todos los que amas con sus dulces imperfecciones y sus tristes falencias.  Viste lo tanto que has recibido, lo que has dado, lo que eres. Luego,  te das vuelta y emprendes una vez más el día creyendo mantener esa visión, crees que permanecerá en ti esa armonía y comprensión que abrieron por un instante tus ojos. Los ojos con los que vemos aquello que no se toca. Y a pesar de ello, hoy fue un día de rara claridad.

La felicidad y el presente

La felicidad.

Ahh, ¡felicidad! Amante efímera y ansiada…, me pregunto ¿sabemos aprovechar realmente y con total consciencia esos instantes en que llega a nuestras manos y se nos da completamente?

Sería fantástico no cometer dos veces un mismo error, sería perfecto aprender a disfrutar lo que nos regala la vida ¡como si fuera el mejor regalo del mundo!, tomar consciencia que  esa única experiencia pudiera cambiar totalmente nuestras historia si la dejamos caminarnos por la piel,  sería grandioso aprender a no vivir en el mañana ni lamentarse del pasado, estar, ¡estar con todo! en ese preciso instante, en ese único instante, sería maravilloso, jamás arrepentirnos de lo hecho, sólo por aquello que  no tuvimos el valor…

Sería perfecto, sonreír con serenidad cuando miramos atrás, porque no quedó nada por decir o hacer, sería perfecto, sólo sonreír con serenidad mientras caminamos por la vida por tener el alma en paz. Felicidad, milagroso instante que marcas tantos millones de puntos en la arquitectura de mi existencia.

El silencio interior

El silencio interior.

 Hoy, el día amaneció, a pesar de ser invierno, ¡hermoso!, sin embargo y  a pesar de ello, estaba convulsionada, con mucho trabajo, mucho movimiento interior, llena de vida, de esa vida que excede una aparente realidad, me pasa a veces, recordé un día que  llegué a casa y uno de mis hijos al verme llegar contenta pero acelerada me dice con toda naturalidad, “oye,  estas media híper ventílala ahh” , que razón tenía.

 La verdad es que en “esos días” uno se siente bien, plena y contenta, dando ordenes, moviendo cosas y situaciones, inmersa en el mundo como si fueras una partícula atómica en plena actividad. Sin embargo, estas completamente desordenada y no consciente de lo que eres y lo que debes ser. Al pasar las horas y detenerme, detenerme en mí misma, logré tomar  consciencia de lo grato que es tener silencio interior, ese que logras sólo cuando te alejas de ti misma y logras verte en toda tu gran magnitud, en toda tu belleza y en todos tus defectos y ves, ves todo claro y silente, y comprendes lo que no se ve cuando se está danzando en la rueda de la vida.

 Una vez un querido maestro me dijo, escribe, escribe cuando sientas que tienes algo, una pequeña cantidad de luz, escríbela para que no olvides el momento, escribe para que esa magnífica, distinta e intransferible sensación o comprensión de ese momento, no puedas olvidarlo, para que no se escape de nuestra consciencia como lo hace una pluma cuando es llevada por la brisa, imperceptible y casi sin causar ruido.

La sensualidad / La sutileza

Desvariando…

Me gusta la sensualidad, me gusta hacerla parte de mi vida y de mis días,  me gusta sentir despacio, me gusta el roce, las miradas, me gusta ese equilibrio perfecto que se da entre lo sutil y lo que es menos. La caricia lenta, la mirada plena, el beso que es capaz de destapar mil años de silencios.

Una escena de la película «El último samurái» ha sido, para mi gusto, una exquisito ejemplo de una sensualidad excelentemente bien lograda, en ella encontramos momento de tensión a raìz del deseo por poseerse, pero todo, bajo sutiles imagenes, todo excelentemente bien logrado.  

Cosa de gustos.  La versatilidad de la cual estamos hechos  los seres humanos, es lo que nos hace únicos.

Dominó y el espacio tiempo

Entre el cielo y la tierra

 

La vida se parte en millones de trazos, los reales…, (y aún así no se ven)

Se pasean en tenue danza ante mis ojos,
mostrándome  los dos o tres lados que posee
cada milagroso instante, sincronizando los tiempos
para que imaginemos que baila junto a nosotros.

Imaginamos – la – vida – en – un – largo – eterno
– e -interminable – espacio – tiempo.
(Y pareciera que  se mueve ) y sin embargo,
todo acontece en – UN – solo – magnífico – instante
que une del primero hasta el último punto,
como un infinito e incansable juego de domino en cadena.

Cada movimiento determina el siguiente,
cada acción determinará la siguiente.

Y todo eso ocurre…, entre el cielo y la tierra
mientras mi faz sonríe.

(Libro: Entre el cielo y la tierra)

Sería…

Sería fantástico si de pronto olvidara como me llamo, o como camino por las enrejadas mañanas de invierno, olvidar el verde del campo en primavera, de aquellas noches refulgentes de estrellas o del olor a café, a mango recién cortado, a la piel de los hijos, al verde profundo de las hojas en brote.

Sería grandioso olvidar a mis muertos, también a los vivos y así no tener apegos, ni lagrimas, tampoco risa. Ser como el aire, sin raíces ni cimientos. Sería grandioso pararme en las esquinas de una vida cualquiera y oler sus días, amasar sus tristezas hasta convertirlas en pan fresco, peinar mi pelo con rebeldía, mojar mis pies en las orillas de un río limpio, atestado de piedras parlanchinas, esas que brotan sin nombre. Caminar descalza por la tierra en siembra, tenderme en el pasto y ser festín de chinitas y hormigas en letargo.
Sería perfecto olvidar como beso, mi tacto y mi rostro, olvidar que existo, que he existido tanto, que existiré tanto más. Vestirme con paños de colores de esos que no matan, jamás con seda, nunca con pieles. Abrigarme sólo de besos cuando estoy enamorada y de lagrimas amarillas cuando tengo pena, me gustaría olvidar las palabras, lo que pienso y los ojos de los que amo, sería perfecto no saber de donde provengo, ser etérea y sutil, tanto que pueda estar en todo, hasta no ser nada.

Reflexiones en vísperas de navidad.

Tratar de comprender la vida y a las personas, no es tarea fácil. La vida simplemente és, con sus juegos y caminos, con las personas que la transitan. Con esos acertijos a los que algunos llaman “destino”, otros, “es lo que cada ser humano hizo de ella”, etc., pero a la hora de la suma y la resta, es y ocurren los eventos sin importar lo que pensemos.

 Es navidad, una navidad para mí distinta a todas las otras. Estaré lejos, muy lejos de lo que es mi normalidad, no haremos regalos materiales, y la resolución de tomar decisiones, de dar prioridad a ciertos proyectos que toman Sigue leyendo

Viernes, un poema de amor.

El día esta gris a pesar de estar ya en Primavera, pero aún así,  tengo un cosquilleo en mi estomago como si las olas jugaran con él. Será porque las notas de la música me corren por la piel que me siento con esperanzas, no sé de que en realidad,  tal vez simplemente porque no es lunes, sino viernes?… tal vez, pero no puedo dejar de sentir la vida acariciando mi espalda mientras el pelo se hace rizos en mis pensamientos.

De mi poetisa preferida, (también de Karen) ¡Un excelente fin de semana!

AMOR

Lo soñé impetuoso, formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
era un mar desbordado de locura y de fuego,
rodando por la vida como un eterno riego.

Luego soñélo triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
soñaba sus cristales el alma de la fuente.

Y hoy sueño que es vibrante y suave y riente y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste,
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,

sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos….

 

Desvaríos

 

¿Habrá un día igual a otro?, ¿existirá un instante que se repita indefinidamente en una línea sin tiempo?.

Ayer desperté por fin, soñaba que era una doncella de cabellos largos y piel tersa, que bailaba entre hadas milagrosas y duendes risueños.

Ay!  si desperté y me caí de bruces en el cielo, mis ojos parecían racimos de algún fruto prohibido, no podía creer lo que estaba viendo. La realidad era ¡tan bella!.

Fui libre por fin de un sueño, ¡¡soñaba que estaba despierta!!

 

Entre el cielo y la tierra

Tengo una sensibilidad que me agota, me deja exhausta y cansada.
Me hace sumergir de una forma tan intensa y profunda en el dolor, en el placer, en la alegría…

Soy de una intensidad que me abisma, cuando soy mar, no soy cualquiera, soy un pacifico atronado, violento y bravo, cuando soy tierra, late en mi cada árbol y espiga, cada hierba silvestre, cada piedra que descansa en mi vientre, cada río que baila por mis dedos.

El fuego no me quema, ¡arde en mí!, el aire no me mueve ya que, ¡soy huracán!, el agua es un remanso en mi emoción.

Me disuelvo de una manera extraña en la vida, y soy en ella, soy toda y entera en el crepúsculo, en el sendero yermo, en la muerte, en la vida que florece en cada bocanada del día.
Esta sensibilidad me deja tan exhausta,  que a ratos dejo de existir. Es ahí cuando me quedo quieta, inerte y blanca.
No hay hombre,  hijo,  mujer o madre que puedan llegar a mí, porque soy ellos.

Entre el cielo y la tierra estoy yo con esta sensibilidad, que a ratos  me deja plena, y otros, me deja tan exhausta…

 

del libro… «Entre el cielo y la tierra»

Desvaríos, Karunesh

 

Más allá de todo tiempo y de las fatigas del camino,

más allá del recuerdo está el látido de mi alma gimiendo en la orilla

de un mundo que no toco pero que es más mío que el viento que lo

acaricia.

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Desvaríos

Me siento tan extraña y distante. Es todo tan efímero. Lo que es tangible y en apariencia real, se torna incorpóreo y volátil. Lo que me rodea desaparece.

Llevo unas semanas sumida en mi novela, cada vez las puertas que me separan de los sucesos que en ella acontecen ¡se abren!, se abren como es la luna a las tinieblas. La historia y los recuerdos, todo se aclara y toma fuerza, todo es vivido e intenso.

Me siento como un cardenal brotando entre la nieve. ¿O debo decir que es mi alma la que brota como un cardenal en la blanca tibieza de la nieve?

Gipsy

Reflexiones

Quisiera hacerme silencio en esta noche tardía, donde la espesura del pensamiento se me hace un campo blanco de nieve intacta, pura. Las horas y los días se suceden en una loca vorágine y mi alma se silencia en las esquinas para no ser vista ni tocada, ni arrebatada de mi cuerpo, más allá de una lógica consecuencia.

Por fin retomé mi bicicleta, esa que me lleva a ver la vida de una forma distinta. Siempre prometo que haré el esfuerzo y seguiré pedaleando en invierno, pero soy tan débil,  una vez más la dejé quieta y dormida por un par de meses hasta que la primavera asome nuevamente.

Este fin de semana despertó y yo con ella. La música me llevaba por sensaciones placenteras mientas el viento enfriaba mi cara, las calles comenzaron lentamente a cambiar y el mundo se me deshizo ante Sigue leyendo

Sancta maría

 

El día de la pobreza

Today is Action day… hagamos algo?
Tal vez el mundo de pronto pareciera que se nos cae, que se derrumba la esperanza de una equidad, que se pierde la sensación de justicia, esa en que esperamos que acabe el hambre, que no hayan más niños sin comida, sin el abrazo de una madre. Que ya no haya matanzas indiscriminadas, que África vuelva a reír con esperanza, que China siendo un país con tanta experiencia, cese de una vez la matanza y abuso con tanto animal que a la larga, no son menos que nosotros. Se hace pesado, sí, se hace pesado mirar la pobreza que Sigue leyendo

Reflexiones y scientology

El viento patea mi puerta, las voces de las veredas, aunque lejanas, me quitan el silencio que tanto amo y me llevan al mundo, me siento en un rincón de éste y lo miro correr en su propia indiferencia, me hastía. Me cansa, me abruma. No quiero que me coma, quiero mirarlo desde un quieto silencio, desde una delicada mansedumbre, como si fuera yo una brisa suave que mece la copa de un árbol cualquiera.

Vengo de leer el blog de Milla, me gustó hacerlo, me hizo bien hacerlo. Me place leer pots que hablan de lo que pasa, lo que piensa, de aquello que corre dentro de los seres humanos, y me dejó pensando. «Patty, hay tanto que todavía vale la pena leer en la web, tanto que descubrir e imaginar, hay tanto por lo que, dentro de nuestra más inmensa serenidad, dentro del más asombroso silencio, todavía maravillarse!.
Milla es de Scientology, no conozco mucho de esa ciencia o tendencia espiritual, pero si puedo decir algo con certeza, la gente que he conocido de scientology son de esas personas que me dejan esbozando una sonrisa de placidez, son aquellas personas que se detienen en la orilla del camino y piensan, luego comprenden. Bien por ellos! Un beso para ti Milla.

Noche de fiesta

Hoy la noche se me hizo suave, liviana, etérea. Han sido días de mucho trabajo, de poco tiempo. Sin embargo esta noche corre un viento tibio, de esos que levantan las pocas hojas ensangrentadas que dejó el otoño, y hacen un baile que visten las tardes grises, de fiesta.
Baje el vidrio del auto y respiré, respiré la tibieza del silencio, de la magnificencia de mí momento, de esos en los cuales no me comparto con nadie y pude vaciarme mil veces en mis pensamientos sin que nadie me pregunte, «que piensas?». Me deslice en las notas de MÍ MUSICA, esa que no a todos gusta y yo tanto aprecio.
Fui feliz en esta noche, en este momento en que soy enteramente única. Hay noches que son así y cuando las tengo las disfruto plenamente. Por eso hoy, fue ¡Noche de fiesta!

Prosa Poética

Mientras la luz se vacía en mis ojos hambrientos, llegan las imágenes crudas y heridas, imágenes de una realidad oculta, una que me duele en los dedos, una que a veces…, la tapo con tanta liviandad, con tanta ilusión, que se viste de día y desaparece.

Sin embargo hay momentos en los que veo palidecer la noche mientras tirita a mi lado de susto, del mismo susto que siento yo. Nos miramos en tremolar de cantos, en una fatigada rebeldía y ella me dice con voz queda, me haré día para no ver lo que me duele. Yo la miro con envidia, no puedo ser día, solo tierra fecunda, con llagas y árboles.

Milky way

While I wait to wake up from this heavy dream, the milky way call me.

Desvaríos

Mis dedos dormidos y quietos como lagunas en reposo aguardan, se vierten en las ramas que teje mi pelo para entretenerse mientras la música orquesta sinfonías con el silencio.

Un nuevo comienzo

Este fin de semana se me fue ligero como una hoja en la brisa matutina, dejándome un sabor de vacío, son esos días en que no logras pisar sensaciones plenas, tampoco rechinaron mis dientes, cosa que hago cuando algo especial me ocurre, tampoco aprete mis manos, (cuando quiero retener los momentos), no paso nada de eso,  simplemente se fue. Tal vez paso porque no pude situarme como debía en el presente, estaba adelantada en los días. Mañana comienzo en un nuevo trabajo, una oportunidad muy interesante y con nuevos desafíos, eso Sigue leyendo

Silencio

En los momentos más quietos donde el silencio y el orden aquietan la entropía de mi vida toda, viene la claridad y con ella el temor a deshacerse del mundo cotidiano para ser en el “otro”, donde cuesta que lleguen tus pares, donde moverte en el mundo más material se hace difícil.

Siguiendo el consejo o reflexión de Karen, creo haré un necesario silencio, un silencio que necesito desesperadamente para dedicarme a escribir, tengo mi novela durmiendo, mis libros gimiendo por toda la habitación esperando que los arrope con mis manos, mis lápices quietos como si fueran estatuas romanas en nostalgia de días mejores.

Los blogs deben ser un remanso para su dueño, un lugar el cual uno debe disfrutar plenamente, porque de ese modo estas en comunión con él y no en obligación con el medio.

Se han dado cuenta que hay momentos, pocos y pequeños momentos, en que todo es tan asombrosamente claro? A mi me ocurre muy seguido y también, como debe ser y en la misma proporción y magnitud, llega la oscuridad esa que te ciega hasta atontarte. En resumen creo que lo importante a la larga, es al menos darte cuenta de donde estas parado en cada uno de esos momentos. 🙂

(es curioso como la cadena de ideas nos va uniendo Ka, Jus)

Pequeños Universos

La constelación de mis momentos se me hacen una obra maestra cuando la tarde se cierra tras de mí, sí, eso sucede cuando logro aquietar totalmente las emociones y me abismo en el secreto de mi silencio, cuando logro acercar a la gente que no conozco y que quiero o estoy aprendiendo a querer. Tal vez por lo que me enseñan con su palabra o por lo que percibo de sus almas, por lo que me llega de ellos cuando navego en las frases que entregan, cuando percibo su alegría o tristeza, cuando logran meterse en el punto de mi alma que a veces ni aquellos que me rodean distinguen, cuando desaparezco de mi cuerpo y me extiendo en esa enorme cantidad de universos que habitamos en esta tierra, y soy en cada pequeña estrella.

Renacer

E

En los miles de deslindes que se inserta mi palabra,
me deshago, completa e imperfecta,
me deshago en el tiempo que se curva en mi vientre,
en mis muslos, en el ángel que me cuida.

Es mi alma y es mi sangre y son mis dedos,
es mi tacto racimos de un silencio
que se ahonda en la curvatura
más extensa de mi ojo, de mi lengua de miel,
de mis poros de canela, de todo yo,
de toda mi femineidad, de todo lo que soy,
del Dios que me habita, del que habito,
del que soy.

En los miles de comienzos,
en todos los finales que dan mi nueva partida,
mis muertes, mis eternos e incansables nacimientos,
en todos renazco una y otra vez,
florezco, muero, eternamente.

Otoño

Noche de fiesta, noche de otoño.

Hoy la noche se me hizo suave, liviana, etérea y a pesar de que los señores del tiempo decían, «Sábado y Domingo, despejado», corría un suave viento tibio, de esos que levantan las hojas ensangrentadas de otoño y hacen con ellas un baile que visten las tardes grises de fiesta.
Baje el vidrio del auto y respire la noche, respire la tibieza del silencio, de la magnificencia de mi momento, de esos en que no me comparto con nadie y puedo vaciarme mil veces en mis pensamientos sin que nadie te pregunte, «que piensas?», y pude deslizarme en las notas de MI MUSICA de esa que no a todos gusta y yo, ¡tanto aprecio!.

Fui feliz en esta noche, en este momento en que soy enteramente única, fui feliz con sólo ser en una noche, una noche cualquiera.  Una noche de fiesta.

 

 

Desvaríos

No se nada, salvo que respiro y mi mente corre por senderos que me cuesta reconocer, caminos donde todo desaparece, donde la existencia se une toda en un presente transparente.

No existe el futuro, ni el pasado, los seres humanos se tornan incorpóreos, no los alcanzo, ni quiero.

Las palabras…, van ardiendo en mi vientre,
ahí las acuno y embriago con mi deseo,
las aquieto con el amor que muerde voraz las letras,
las siembro en una tierra que orilla mi calma,
les doy vida con mi humanidad, que no es menor,
por Dios, que no es menor y por fin …, desaparezco en todo.

En busca del amor

«Entre los miles de adolecimientos que padece el quehacer cotidiano de la humanidad, es la perentoriedad de saber quien es, y como somos cada uno de los que formamos este universo en la búsqueda amatoria lo que nos lleva a querer descubrir de manera pronta la aceptación del mas cercano encuentro, y de eso se derivan otras incertidumbres como, buscar y encontrar al mismo tiempo el amor y el desamor dos regidores absolutos de nuestra existencia. Quien encuentra el amor altera la luz del día, y quien no encuentra mas que el hueco de ese amor, altera la noche y despierta cuerpos. El amor es un sentimiento diverso y complejo que viste hasta las piedras que se confunden con sabanas de color de rosa, con la mezcla de las olas bravas de un mar comodino.
Lo triste, lo insensato y lo amoral de tanta búsqueda es olvidar los detalles que revisten a los desamparados, es no medir el tiempo y el dolor de los indigentes del amor, de ese amor que atemoriza pero que esta ahí, dando toda su luz, aunque esa luz no sea la esperada, de ese amor que hace que el presente desconfíe del futuro…»  (Socorro Carranco)

A esta reflexión que hace nuestra querida amiga y poeta Socorro Carranco, puedo decir que siii, creo que buscamos ese amor que nos haga confundir las piedras con sabanas de seda tan desesperadamente, que nos aferramos a cualquier tronco que se acerque flotando en las aguas de la vida, lo tomamos, acariciamos y le preguntamos ¿eres tú?, luego lo dejamos ir al darnos cuenta que…, es solo un tronco. La verdad es que el amor, como lo conocemos, es imperfecto, y gracias a eso existe y podemos existir en él, ¿cómo sobrevivir a un amor que lo contiene todo?, ¿que nos sublima completamente? ¿que nos eleva y hunde, que nos arranca la vida con su perfección por el solo hecho de ser imperfectos?, (lo de imperfectos es sólo porque no nos hemos dado cuenta que realmente, en nuestra esencia, ¡¡somos perfectos!!, pero como vagamos en nuestra personalidad, permanecemos en esa adorada y sutil imperfección).

Conoceremos ese perfecto amor, solo cuando nosotras seamos perectos recipientes que sea capaz de contenerlo.

En resumen, nuestra adorada e imperfecta humanidad, tomada en el sentido individual, nos abraza a tal punto que morimos presintiendo lo que jamás tocaremos.

Violín, para Julio Irles y los amantes del violín.

Hace muchos años escribí un cuento que no he podido encontrar, de esos que son especiales por algún motivo. Después de leer un hermoso cuento de Julio Irles, escritor y hermano de luis un “amigo de red” he decidido escribirlo nuevamente, por lo tanto mis deditos ya estan tecleando como locos. Este cuento se llamaba «El deseo de ser humano» y se trata de un violín, en fin, me bajo la nostalgIa por tan hermoso instrumento y he acá un regalo para todos los amantes de él. Espero lo disfruten.

Elegí este video porque es especial para mí; sucedió que un día cualquiera iba manejando a hacer compras, ósea algo totalmente trivial, la radio estaba en el 96.5, radio en chile que toca música

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Desvaríos

Hoy fue un día raro, bueno, siempre lo son para mí. Hubo un evento importante en mi trabajo y tuve que arreglar más de lo usual mi  cabello, pintar más de lo que me gusta mis ojos y disfrazarme de mundo, ser en lo cotidiano, en lo banal, ser para otros y que los otros se regocijaran en mí, en mi pelo y mis ojos, en la ropa que se resbala por mi piel, en el disfraz de mundo que engalana lo que me cubre…, y no me veían, ¡no me veían!, solo ven lo que les muestro, no lo que está, no lo que esencialmente és. Curioso, los seres humanos son muy curiosos. (somos, rectifico)

La Polilla

Es curioso, hoy, mientras rezaba todo se veía tan claro, y quise ser la llama que arde en la vela en esa quieta mansedumbre, en esa amorosa unión.
Recordé cuando hace unas semanas mientras estaba en la cordillera (en unas termas en el cajón del Maipo) y me cambiaba ropa en un baño, única infraestructura del lugar, me quedé pegada mirando unas polillas, bailaban enceguecidas alrededor de la única ampolleta existente en la punta de esa montaña, había mucho silencio, solo unas pocas personas en las pozas que me miraban a unos metros, de pronto me cuestioné, ¿cómo había llegado una polilla a esa altura?, de que se alimentaba?, como no se moría de frío?. De pronto veo a una que esta tratando de salir del lavamanos que estaba frente a mi, la tomé con cuidado y la deje en la tierra, se sacudió y se fue volando junto a las otras, a bailar alrededor de la luz. No había más existencia para esa polilla que volar alrededor de la luz, no veía toda la inmensidad que estaba a su alrededor, sólo seguía esa luz. Curioso…, me pregunto, ¿así nos perderemos de lo que ocurre en el universo cuando algo nos encandila?

Este blog

 

Mientras camino y lo que he comprendido.

Cuando partí con este blog lo hice pensando en tener un diario de vida, una bitácora de mis reflexiones,  un lugar donde dejar algo de mi poesía, algún material espiritual que fuera de provecho para el resto. Pienso que de pronto se me pierde el rumbo. Por qué?, te afanas tanto en buscar lo que a otros ha de servir que se te agota el tiempo para lo que tu necesitas.

Este debe ser un blog de lo que yo soy. Hay tantos buenos blogs con un material cultural tan rico como diverso, tal es el caso del blog de aquileana, ¡vaya blog ese!, estupendo, se puede pasar horas en él, en fin, no quiero enumerar la riqueza que hay en cada una de las «casas» de tantos queridos «amigos» internatuas.
En lo que respecta a mí, ha de ser otro el camino. Llevo tantos años buscando el sentido de las cosas, buscando respuestas a interrogantes que no me permitían ser feliz, siempre faltaba algo aún teniéndolo todo…, algo intangible, algo que no te da el dinero, el poder, ni siquiera el amor. Algo que no se toca pero se siente, se siente tan fuertemente que te aplasta.

Con el tiempo y después de mucho caminar descubrí que lo que buscaba era de una simpleza que casi cegaba, yo sólo debía «Comprender«, ¡simplemente me faltaba comprender!, no era aprender, estudiar Sigue leyendo

Santiago, Subiendo por la piramide

 La subida de la pirámide siempre tiene algo que entregar, o es un agónico avance del minutero o es un choque que te deja reflexivo, ¿si hubiera sido yo?. A medida que avanzo me afirmo en las decenas de rostros cansados, pensativos e idos. Cada uno en su propio y distante universo.

Los autos suben con una lentitud caótica, me entretuve mirándolos, como siempre, admirándome lo que pasa a mi alrededor, a mi derecha se desprende una tierra todavía con rasgos de pureza. A mi izquierda, siguen los autos gateando, cansados.
Elijo perderme en el panorama que me regalan los cerros; en ellos, diviso pequeños y lejanos senderos con una línea en movimiento, autos que parecen hormigas llevando como carga luciérnagas impacientes, dan una rara imagen de una tierra aún viva. Me admira el juego de contrastes, es como si la ciudad estuviese trepando silenciosa sobre la tierra mientras con disimulo, le da mordiscos angustiosos para seguir alimentándose, arrasando poco a poco con la bravura casi extinta que ésta tan porfiadamente cuida.
Y yo, yo miro todo eso mientras pienso, ¡Por Dios!, si somos tan frágiles y nos creemos pequeños Dioses con cascos de arquitecto jugando a contruir el mundo.

Desvaríos

Mordaz y alegre se ha vuelto mi lengua, como si fuese una rosa salvaje que atrapa con su color y hiere con sus espinas, mordaz se ha vuelto mi pensamiento ante la locura del mundo, ante la mía, ante el desatino del hombre, ante el mío.
Vago entre ideas e ideales absurdos, entre la pobreza que me hiere olerla, ante la riqueza tan desproporcionada, ¡tan desproporcionada!. Ambos bailan como payasos incoherentes ante mí, los miro desde una orilla, no permito que me toquen, me haría débil.
Mordaz y alegre se hacen mis pasos, mordaces e indulgentes cuando respiro  a los que me circundan, alegres cuando estoy sola.

Necesito escapar del mundo ¿Me estaré convirtiendo en un animal salvaje?, tal vez, no me sorprendería nada.

Como dice Delmira, «me abismo en una rara ceguera luminosa», en mi caso, creo que esa rara ceguera me esta dejando ciega la palabra.