Palabras de amor a un amor que ama.
En el tiempo que arrastra el aire que me da vida has de aprender a sostener mi fuerza, mi quietud y mi tempestad, soy todo eso…, y también soy la nada más profunda, desaparezco tanto en mí misma, que me cuesta reencontrarme.
Has de saber, que a ratos soy un océano violento y profundo que se desgrana en cada gota que lo contiene, que bailo todo lleno de vida y en cada baile y movimiento arrastro con dulzura a los que amo sobre mi lomo profundo. En otros, soy sumisa como ese prado que en quieto movimiento alimenta a miles de seres, donde crece la hierba, donde la tierra se hace amigable. Soy la misma naturaleza brotando, creciendo y muriendo para poder renacer, sin muerte no hay nacimiento.
Te llevo en mi sangre, y como ella, corres por mis venas, me das vida y la quitas con la ausencia que escribe tu boca en el viento. Eres mis palabras a un desconocido, mi lengua tibia en una esquina del silencio, la pupila encendida cuando te mira al sembrarme, eres, lo que no conozco, y las cuatro letras que sueña el mundo.
Dentro de mí crece la flor, se dispersan los ríos por mis venas, y el universo se expande en mis ilimitados espacios, soy lo que soy, no menos que un mendrugo de pan, ni más que el opíparo manjar que reposa en tu mesa. Soy el amor que se deshace en tu lecho, el dolor que se retuerce en tu vientre, el aire que pasa por tu garganta.
Soy la que te ama, la que muere en tu cuerpo, aquella que te hace perderte en el verde que marca el camino a mi alma. Soy las que me han habitado tantas veces, las que seguirán, por no sé cuánto más…
El latido de Dios en la yemas de tus dedos, el silencioso misterio que mueres por develar, los tantos extranjeros de planeta que habitan esta tierra llena de promesas, soy…, soy tú y ¡no lo ves!.
Soy el que lee y se deshace en trémulo palpitar por las letras pensando…, pensando….
Soy la matriz, el cáliz, y la siembra que votas inconsciente en tu hembra alguna noche, el desvelo y la ilusión, la risa que muere en la comisura de tu boca cuando en secreto me besas, cuando sueñas que estas despierto. Mmmm… soy, la semilla que brota en cada nueva vida, y la cruz que marca su muerte. Soy, YO SOY, lo que sueñas y más, mucho más de lo que imaginas. Sin tan solo tuvieras ojos para verme….te darías cuenta que soy tú.
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