El silencio interior


El silencio interior.

 Hoy, el día amaneció, a pesar de ser invierno, ¡hermoso!, sin embargo y  a pesar de ello, estaba convulsionada, con mucho trabajo, mucho movimiento interior, llena de vida, de esa vida que excede una aparente realidad, me pasa a veces, recordé un día que  llegué a casa y uno de mis hijos al verme llegar contenta pero acelerada me dice con toda naturalidad, “oye,  estas media híper ventílala ahh” , que razón tenía.

 La verdad es que en “esos días” uno se siente bien, plena y contenta, dando ordenes, moviendo cosas y situaciones, inmersa en el mundo como si fueras una partícula atómica en plena actividad. Sin embargo, estas completamente desordenada y no consciente de lo que eres y lo que debes ser. Al pasar las horas y detenerme, detenerme en mí misma, logré tomar  consciencia de lo grato que es tener silencio interior, ese que logras sólo cuando te alejas de ti misma y logras verte en toda tu gran magnitud, en toda tu belleza y en todos tus defectos y ves, ves todo claro y silente, y comprendes lo que no se ve cuando se está danzando en la rueda de la vida.

 Una vez un querido maestro me dijo, escribe, escribe cuando sientas que tienes algo, una pequeña cantidad de luz, escríbela para que no olvides el momento, escribe para que esa magnífica, distinta e intransferible sensación o comprensión de ese momento, no puedas olvidarlo, para que no se escape de nuestra consciencia como lo hace una pluma cuando es llevada por la brisa, imperceptible y casi sin causar ruido.

7 pensamientos en “El silencio interior

  1. Precioso texto, Patricia. Con pocas y precisas palabras has logrado transmitir un estado anímico que muchos hemos sentido alguna vez: ese sentimiento incontrolable que te lleva desde una feliz y pletórica hiperactividad a un periodo de silencio y reflexión interior que tú, por cierto, sabes reflejar muy bien en tus escritos.

    Un placer leerte.

  2. El silencio.
    No digas nada, no preguntes nada.
    Cuando quieras hablar quédate mudo
    Que un silencio sin fin sea tu escudo
    Y al miso tiempo tu perfecta espada.

    No llames si la puerta esta cerrada
    No llores si el dolor es más agudo
    No cantes si el camino es menos rudo
    No interrogues sino con la mirada.

    Y en la calma profunda y transparente
    Que poco a poco y silenciosamente
    Inundarás tu pecho transparente.

    Sentirás el latido enamorado
    Co que tu corazón recuperado
    Te irá diciendo todo, todo, todo.

    Francisco Luis Bernárdez

  3. Luis querido, tú siempre tan generoso connmigo. Un abrazo.

    Carlos, cuanto me gusta Borges y cuanto me alegra que lo estes leyendo cn detenimiento como he detectado. Este poema está lleno de sabiduría. Gracias por compartirlo con nosotros. Un abrazo.

  4. Patricia, al leer comentarios tuyos en el blog de mi amiga Concha no he podido resistirme a pasar por el tuyo.Tu forma de describir el silencio interior es muy luminosa.Poca gente se esfuerza en comprender el momento, el tiempo que pasa y la luz que nace de este encuentro profundo con uno mismo.
    Un saludo,

  5. Anne, que grato es verte por acá, siempre nos «topamos» en alguno de los blogs amigos, más de alguna vez he ido a leerte en silencio y ahora me das la grata sorpresa de verte por acá. Gracias por tu visita y comentario, en cuanto al silencio, hay tanto para hablar de él no te parece? Slds.,

  6. Tenías toda la razón, seguramente nuestro amigo Carlos se equivoco, ya que él es un admirador de Borges y traspapeló, pero ya lo corregí. Gracias por avisarnos. Un saludo agradecido para ti.

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