MASIA AL ANDREVA

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Estando en España ya un tiempo, y a pesar de que vivimos en una montaña, tal vez tratando de buscar lo más parecido a Laguna Verde, ya saben, ese paraíso al que tanto amo, donde los bosques y el mar silban sin ninguno apagar la armonía del otro, decidí arrancarme aún más alto. Llegó a mis manos la oportunidad de tomar un taller de cocina (mi pasión, no mi misión) en una masia, y he quedado asombrada. Sí, creo que es un buen término para expresar lo que he vivido. Asombro es cuando llega a ti algo inesperado, en este caso, bellamente inesperado.

Después de caminar una hora y media con mucho sol y todo en subida, (había que dejar los autos al pie de la montaña),  comprenderán como llegué, sí, echa un harapo, roja, apenas respirando pero viva, no muy digna pero viva.  Cuando llegué me sorprendió la “casa”, en Sigue leyendo

Quisiera

Quisiera, que las palabras fueran livianas para que no cortaran con su filo el firmamento…, las formas etéreas, para sostener su luz entre mis manos. Quisiera ser en los abismos de mi  tacto, en el latido de una boca de mil años, en los infinitos trazos de algún cielo plagado de hoyos negros.

¡Como quisiera ser la llama que arde en el ceno de alguna matriz milenaria!, en el origen, en los puntos que marcan cada nuevo comienzo.

En el último retorno. En el primero.

Quisiera amarrarme a los segundos de un tiempo que no existe, en la necesidad que crea el universo, en la NECESIDAD de Dios , en esta necesidad de Dios de ser en TODO, como és la del Todo, de ser en la caricia  de su mano.

Quisiera, quisiera…, dejar de ser humana para no tener límites.

El Principito…

Domesticarse….

Entonces apareció el zorro:
-¡Buenos días! -dijo el zorro.
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
-Estoy aquí, bajo el manzano -dijo la voz.
-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón! -dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió: Sigue leyendo

El silencio interior

El silencio interior.

 Hoy, el día amaneció, a pesar de ser invierno, ¡hermoso!, sin embargo y  a pesar de ello, estaba convulsionada, con mucho trabajo, mucho movimiento interior, llena de vida, de esa vida que excede una aparente realidad, me pasa a veces, recordé un día que  llegué a casa y uno de mis hijos al verme llegar contenta pero acelerada me dice con toda naturalidad, “oye,  estas media híper ventílala ahh” , que razón tenía.

 La verdad es que en “esos días” uno se siente bien, plena y contenta, dando ordenes, moviendo cosas y situaciones, inmersa en el mundo como si fueras una partícula atómica en plena actividad. Sin embargo, estas completamente desordenada y no consciente de lo que eres y lo que debes ser. Al pasar las horas y detenerme, detenerme en mí misma, logré tomar  consciencia de lo grato que es tener silencio interior, ese que logras sólo cuando te alejas de ti misma y logras verte en toda tu gran magnitud, en toda tu belleza y en todos tus defectos y ves, ves todo claro y silente, y comprendes lo que no se ve cuando se está danzando en la rueda de la vida.

 Una vez un querido maestro me dijo, escribe, escribe cuando sientas que tienes algo, una pequeña cantidad de luz, escríbela para que no olvides el momento, escribe para que esa magnífica, distinta e intransferible sensación o comprensión de ese momento, no puedas olvidarlo, para que no se escape de nuestra consciencia como lo hace una pluma cuando es llevada por la brisa, imperceptible y casi sin causar ruido.

The Crowded River – Runrig

«Eres el poemaque no ha nacido» (Binah)

 

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Dominó y el espacio tiempo

Entre el cielo y la tierra

 

La vida se parte en millones de trazos, los reales…, (y aún así no se ven)

Se pasean en tenue danza ante mis ojos,
mostrándome  los dos o tres lados que posee
cada milagroso instante, sincronizando los tiempos
para que imaginemos que baila junto a nosotros.

Imaginamos – la – vida – en – un – largo – eterno
– e -interminable – espacio – tiempo.
(Y pareciera que  se mueve ) y sin embargo,
todo acontece en – UN – solo – magnífico – instante
que une del primero hasta el último punto,
como un infinito e incansable juego de domino en cadena.

Cada movimiento determina el siguiente,
cada acción determinará la siguiente.

Y todo eso ocurre…, entre el cielo y la tierra
mientras mi faz sonríe.

(Libro: Entre el cielo y la tierra)

Universos

El misterio de la vida se pierde, pasa desapercibido ante el ruido que habita en el mundo, y en las palabras que pululan en entropía en nuestra mente. Les  dejo esta pequeña selección, que espero  disfruten tanto como yo.

Cabe preguntarse ¿seguiremos pensando que somos únicos, en Adán y Eva,  en que somos  tan importantes como para gastar la vida mirando a una nariz de distancia…?

  (Aún cuando, como es arriba es abajo…)

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Sería…

Sería fantástico si de pronto olvidara como me llamo, o como camino por las enrejadas mañanas de invierno, olvidar el verde del campo en primavera, de aquellas noches refulgentes de estrellas o del olor a café, a mango recién cortado, a la piel de los hijos, al verde profundo de las hojas en brote.

Sería grandioso olvidar a mis muertos, también a los vivos y así no tener apegos, ni lagrimas, tampoco risa. Ser como el aire, sin raíces ni cimientos. Sería grandioso pararme en las esquinas de una vida cualquiera y oler sus días, amasar sus tristezas hasta convertirlas en pan fresco, peinar mi pelo con rebeldía, mojar mis pies en las orillas de un río limpio, atestado de piedras parlanchinas, esas que brotan sin nombre. Caminar descalza por la tierra en siembra, tenderme en el pasto y ser festín de chinitas y hormigas en letargo.
Sería perfecto olvidar como beso, mi tacto y mi rostro, olvidar que existo, que he existido tanto, que existiré tanto más. Vestirme con paños de colores de esos que no matan, jamás con seda, nunca con pieles. Abrigarme sólo de besos cuando estoy enamorada y de lagrimas amarillas cuando tengo pena, me gustaría olvidar las palabras, lo que pienso y los ojos de los que amo, sería perfecto no saber de donde provengo, ser etérea y sutil, tanto que pueda estar en todo, hasta no ser nada.

Cuando soy inmensamente felíz

 

 

Hoy me di cuenta, que cuando logro salirme del mundo sin que nadie me demande, cuando logro arrancarme al silencio que se esconde tras el bullicio incesante de los días y me ahondo en toda mi humanidad, cuando me encuentro con todo mi extraordinario «yo», llegan a mí estados de felicidad que me empapan y dejan todo en una mansa quietud.

Ocurrió hoy; no quise ir a almorzar, quería caminar y respirar el día, sentir el suelo trenzándose emocionado bajo mis pies, escuchar el sonido del agua mientras corre apurado en el pequeño arrollo tras los árboles, y así lo hice, el día estaba luminoso y cálido aún estando en otoño, los árboles me miraban amistosos dando respingos de alegría, las hojas se abrían ante mí con todo su colorido, tornándose vivas y femeninas, el pasto se onduló deseoso de la tierra y yo, yo caminé como una musa imaginaria de algún poeta en un auto-impuesto destierro. Y fui feliz, por esos minutos fui inmensamente feliz ante la naturaleza toda que se abrió generosa para mí, ante el silencio del mundo, ante la quietud de mi pensamiento.

Dime, que tal…

¿DIME, QUE TAL SI….? 

Qué tal si mañana…, el tiempo se rompe.
Qué tal si yo soy un sueño
de esos, que corren los días
y por breves instantes me vuelvo real.

Qué tal si sólo por hoy imaginas…
que estoy a tu lado bordando tus dedos
aplastando furiosa el tedioso silencio.

Qué tal…, si fuera ésta, tu última vida,
¿Qué tal si no hay otra?,
¿Qué tal, si no está San Pedro, Sigue leyendo

Prosa Poética

Mientras la luz se vacía en mis ojos hambrientos, llegan las imágenes crudas y heridas, imágenes de una realidad oculta, una que me duele en los dedos, una que a veces…, la tapo con tanta liviandad, con tanta ilusión, que se viste de día y desaparece.

Sin embargo hay momentos en los que veo palidecer la noche mientras tirita a mi lado de susto, del mismo susto que siento yo. Nos miramos en tremolar de cantos, en una fatigada rebeldía y ella me dice con voz queda, me haré día para no ver lo que me duele. Yo la miro con envidia, no puedo ser día, solo tierra fecunda, con llagas y árboles.

Cuentos del Maule, Miguel de Loyola

Artículo en Escaparate.  «Cuentos del Maule» de Miguel de Loyola, uno de mis cuentistas chilenos preferidos, tanto por la fluidez de sus relatos como por el mensaje actual que nos entrega en cada uno de sus trabajos. Cuentos del Maule se encuentra a la venta en todas las librerías de Feria Chilena

 

Las ultimas noticias entrega un comentario que creo vale la pena leer. Pinchar acá para enlazar.

Un nuevo comienzo

Este fin de semana se me fue ligero como una hoja en la brisa matutina, dejándome un sabor de vacío, son esos días en que no logras pisar sensaciones plenas, tampoco rechinaron mis dientes, cosa que hago cuando algo especial me ocurre, tampoco aprete mis manos, (cuando quiero retener los momentos), no paso nada de eso,  simplemente se fue. Tal vez paso porque no pude situarme como debía en el presente, estaba adelantada en los días. Mañana comienzo en un nuevo trabajo, una oportunidad muy interesante y con nuevos desafíos, eso Sigue leyendo

Jaime Sabines

Hoy es viernes, viernes de noche, buen momento para compartir este hermoso poema de Sabines.

Jaime Sabines
No es que muera de amor

» Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías, Sigue leyendo

Jorge del Rio

No son muchos los poetas chilenos que despiertan mis ojos, sin embargo, gran parte de la poesía de Jorge del Rio se abre ante mí en forma destacable, será tal vez porque persibo una sensibilidad que me llama la atención?. Encontré este artículo, el cual comparto con Uds., algunos versos que encuentro notables.

Poemas desde el origen hasta la muerte

Poesía de Jorge del Río (Chile,1955)

Por Amante Eledin Parraguez

Toda gran poesía es un ir hacia el hombre, hacia la humanización de la vida, que al parecer va en sentido contrario. De alguna manera los poetas bregan por rescatar el Ser desde los infiernos, levantarlo del abismo, sacarlo de la temporalidad hacia un mejor sitio.

Algo de este afán encontramos en la poesía de Jorge del Río no habla de si mismo; deja que su poesía diga, aunque parezca un contrasentido, porque la poesía de este poeta es una poesía del ser. Y para decir hay que buscar, hurgar y construir. Es una construcción, un hacerse lentamente en la palabra. Al emprender su lectura y seguir el hilo de sus versos uno se siente llevado por una letanía. Es una melodía como un ondear Sigue leyendo

Soy

Soy

Soy brisa infinita,
verde, impía, grande…
soy todas las mujeres del mundo
y no soy ninguna…,
soy en tus manos,
en esa boca fresca,
en tus ojos milagrosos…,
en el firmamento que nos mira.

¡Soy enteramente en la tierra,
esa que es húmeda viva, fuerte!,
en la llaga del dolor, Sigue leyendo

Música New Age

Despues de hacer un necesario mantenimiento, está operativa la excelente página de nuestro amigo Yei. Ahí encuentras todo tipo de música, especialmente NEW AGE.

NEWAGEWORLD

(PINCHA EN EL LOGO)

Silencio

En los momentos más quietos donde el silencio y el orden aquietan la entropía de mi vida toda, viene la claridad y con ella el temor a deshacerse del mundo cotidiano para ser en el “otro”, donde cuesta que lleguen tus pares, donde moverte en el mundo más material se hace difícil.

Siguiendo el consejo o reflexión de Karen, creo haré un necesario silencio, un silencio que necesito desesperadamente para dedicarme a escribir, tengo mi novela durmiendo, mis libros gimiendo por toda la habitación esperando que los arrope con mis manos, mis lápices quietos como si fueran estatuas romanas en nostalgia de días mejores.

Los blogs deben ser un remanso para su dueño, un lugar el cual uno debe disfrutar plenamente, porque de ese modo estas en comunión con él y no en obligación con el medio.

Se han dado cuenta que hay momentos, pocos y pequeños momentos, en que todo es tan asombrosamente claro? A mi me ocurre muy seguido y también, como debe ser y en la misma proporción y magnitud, llega la oscuridad esa que te ciega hasta atontarte. En resumen creo que lo importante a la larga, es al menos darte cuenta de donde estas parado en cada uno de esos momentos. 🙂

(es curioso como la cadena de ideas nos va uniendo Ka, Jus)

Tengo

Tengo

Tengo la piel abierta
de cara al cielo,
empinada en el deseo,
cercada por el alma.

(Las puertas que me encierran
en esta tierra desierta
ya no tienen bisagras.)

Fantasía

Magia?,

dominio de los elementales?,

control de las emociones?

Ambición, perdida del control?

La energía sobre la materia?  ¡¡A disfrutar el video!!

Tu y Yo

Entre el cielo y la tierra…

 

Estamos tu y yo.

Yo…, completa, plena, inmensa.

Esperando, esperando la mirada que

desentierre mi quietud.

Tú, en algún rincón del silencio.

 

 

(Libro, Entre el cielo y la Tierra)

Tagore

I
Siento que en mí palpitan todas las estrellas.
El mundo corre por mi vida como un hermoso río.
Las flores han pasado a trav�s e mi sangre.
Y toda la primavera de aguas y jardines se alza
de mi coraz�n como un humo azul, y el aliento
de todas las cosas canta como una flauta en mis
sienes.

II
Cuando la tierra se adormece llego a tu puerta.
En lo alto callan las estrellas y tengo miedo de cantar.
Velando espero hasta que tu sombra pasa por el balcón
de la noche. Entonces regreso silencioso y lleno de ti.
Luego, en la canto a la orilla del camino.
El aire matinal escucha temblando y las flores vuelven hacia mí su rostro de pétalos.
Los viajeros se detienen de pronto para mirarme frente a frente:

es como si mi canto a cada uno le llamara por su nombre.

Entre el cielo y la tierra

Me pierdo. Iré a lavar mis pecados, no son muchos, y menos pocos, pero si intensos, como yo, como toda yo. Lavaré con nieve el deseo, con nieve las preguntas que se arrastran por la tarde.

El viento hará lo suyo, él a través de mi faz limpiará el destierro con que me alimento en los días de cordura, y mientras esté en lo alto, colgada en el tráfico perdido a mi destino, escribiré historias con tu boca, con tu mano franquearé mi tierra toda y dejaré que pongas banderas en mis cimas, en mis ríos, en toda mi delicada pero firme tierra dulce. Dejaré que vagues por mis lados y esquinas, por la tersura de mi mente, de mi infinidad, de mí…, que no es poco por la complejidad que me contiene. Y yeremos, veremos como amanece nuevamente el día en cada día.

Walt Whitman

Cosmos

» Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza
quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio
quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros
quién contiene a los creyentes y a los incrédulos
quién es el amante más majestuoso
quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual
quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos
quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados
quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas
quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones.
El pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos. «

Quiero

Después de leer a Linyu Tan me pregunté, ¿que quiero yo para vivir?, y la lucha comenzó…, hay tantas cosas, (soy tan ambiciosa), quisiera desaparecer en la vida para ser en cada cosa que veo, quisiera poder brotar en el verde y morir cada tarde en los pies del día, quisiera convertir mis deseos en quietud, despertar en las palabras para que fueran más explicitas, quisiera no tener rostro para que acaricien mi alma. Quisiera tener menos capacidad de amar y poder empinarme hasta donde duerme el desapego y empaparme las manos, los ojos y el pensamiento con él.

Quisiera…, quisiera ser poeta de los muertos, escribir poemas a los vivos, desarmarme en cada verso cuando estos logran escaparse de mis dedos, ser matriz de todos mi silencios para alcanzar esos mundos que por tanto ruido, no me permiten encontrar el camino.
En lo material?, bueno ahí quisiera tener una casa de muñecas, pero sin muñecas, ni colores, sólo un juego de tacitas de café, una cocinilla de juguete, como aquella que me acompañó en mi niñez, con muchas Sigue leyendo

A veces…, de Patricia Gomez

LIBROS DE PATRICIA GOMEZ

Este libro es un resumen de una prosa poética que nació con un intimo sentido existencialista y místico.

Esperó bastante tiempo para ver la luz, aguardaba el momento justo. Por fin nació, sí en Mayo 2008 lo vi aparecer, hasta ahora ha tenido una excelente acogida en las librerías, lo cual me deja muy satisfecha, sobre todo por el mensaje místico que contiene.

A veces,

Yace en la vera del camino
el canto,
la brisa
y en mí arde la vida… esa que no se ve,
no se huele, ni sabe a hogar.
Arde como volcán, quémame con su lava,
matieneme viva, alerta, incólume.
Despierta, más despierta que la “comprensión”.

Esa vida infinita que no muere,
que no nace, solo arde,
arde sin tiempo ni forma.
Sin final.

A veces…,

Mi cuerpo es sorprendente.

La sangre estalla cuál volcán de mi vientre
y fluye la vida y me torno fértil,
emancipada y violenta, Sigue leyendo

Helena Blavatsky

He leído mucho de los libros de esta mujer, los más conocidos, Isis sin velos, esta noche me vino a hacer compañía, por eso, para aquellos que no la conocen, se las presento.

(Wikipedia)

Blavatsky era hija del coronel de origen alemán establecido en Rusia Feter von Hahn y Helena de Fadeyev, hija de una familia noble rusa, que trabajó como novelista. Por parte materna, ella era nieta de la princesa Helena Dolgorukov, botánica y escritora. Después de la prematura muerte de su madre en 1842, Helena creció bajo los cuidados de sus abuelas en Sarátov, donde estaba como gobernador su abuelo. Helena mostró talento como pianista, y según testimonios de algunos contemporaneos suyos, estaba dotada de ciertos poderes psíquicos o sobrenaturales. Desde muy pronto se mostró interesada en el esoterismo, leyendo algunos obras de la biblioteca personal de su bisabuelo que había sido iniciado en la masonería a finales del siglo XVIII.

A los diecisiete años, en 1848 Helena se casó con Nikifor Vassilievitch Blavatsky, vicegobernador de la provincia de Erevan, en Armenia, y que tenía cuarenta años. Helena aceptó casarse para poder ganar independencia, aunque según ella nunca consumó su unión. Tras tres meses de infeliz matrimonio, ella tomó un caballo y escapó de la casa cruzando las montañas, yendo a la casa de su abuelo en Tiflis.

Según cuenta ella inició una serie de viajes por diversos países, tales como Egipto, Turquía o Grecia, entre otros. En algunos de estos viajes, estuvo acompañada por Albert Rawson, un explorador naturalista de los Estados Unidos, también interesado en el esoterismo y que era miembro de la masonería.

Ella cuenta que con veinte años, en 1851, estaba con su padre en Londres, y que allí tuvo su primer encuentro con el que sería su maestro, que ella reconoció por sueños y visiones que tuvo durante su Sigue leyendo

Pequeños Universos

La constelación de mis momentos se me hacen una obra maestra cuando la tarde se cierra tras de mí, sí, eso sucede cuando logro aquietar totalmente las emociones y me abismo en el secreto de mi silencio, cuando logro acercar a la gente que no conozco y que quiero o estoy aprendiendo a querer. Tal vez por lo que me enseñan con su palabra o por lo que percibo de sus almas, por lo que me llega de ellos cuando navego en las frases que entregan, cuando percibo su alegría o tristeza, cuando logran meterse en el punto de mi alma que a veces ni aquellos que me rodean distinguen, cuando desaparezco de mi cuerpo y me extiendo en esa enorme cantidad de universos que habitamos en esta tierra, y soy en cada pequeña estrella.

Jorge Teillier, Estación Sumergida

ESTACIÓN SUMERGIDA *

Yo no estoy soñando, lo recuerdo, olvidé cómo se soñaba;
quizás esto sea un mar, bien puede ser la tierra,
encima el cielo deshaciendo su cabellera.
Esto no es un mar sin olas, es una lámina descolorida,
un día muerto por dagas invernales, un día fusilado por lluvias.
De pronto lo rompen manotazos de campanas, tictaqueos de sombras,
y se cierra como una cuchillada de trenes oxidados
devorando las cerezas maduras del sol.

Propicio tiempo para levantar cruces de barro
en el pecho de mapuches asesinados, para los caballos crepusculares Sigue leyendo

Orígenes III

III

La poesía, se rompe titilante en mi pupila,
y queda mi alma desmembrada
ante el tibio sonsonete de su canto.
Y nace de la nada una luz tan inefable,
que quema mi cuerpo de cisne moribundo,
tornándome en rojo cardenal,
de un jardín abandonado.

Y una luz que ciega mi ceguera ¡se abre ante mí!
toda ella insondable y misteriosa, ¡toda pura!,
Toda, amor, toda tuya, toda, toda infatigable,
Toda de designios, toda más allá del tiempo…

Y me lleno de un deslumbre tal,
que me inmolo en los cálices de Dios.
Y es tu cuerpo, el templo de mis manos,
Y es tu piel, avena de mi boca .
Y soy en ti, ayy amor, soy enteramente
en el tacto de tus dedos blancos,
en tu alma, que es el eco de mi alma

.

La unión hace la fuerza

En uno de mis paseos por los blogs que me gustan encontré este video. Me emocionó mucho, bueno, yo me emociono con todo. Pero me pareció digno de mostrarse.

Lo ví en Clearsantodomingo.wordpress.com

Walt Whitman

Para Aquileana.

Veo desde mi silla todas las penas del planeta, toda la opresión
y la vergüenza,
Oigo los llantos violentos de jóvenes molestos consigo mismos, arrepentidos
de sus acciones.
Veo a la madre pobre maltratada por sus hijos, abandonada,
agonizante, demacrada, desesperada,
Veo a la mujer maltratada por su marido, veo al pérfido seductor
de jovencitas,
Noto la amargura de los celos y del amor no correspondido,
que buscan ocultarse, veo estas cosas en la tierra,
Veo lo que hacen la guerra, la pestilencia, la tiranía, veo mártires
y prisioneros,
Observo una hambruna en altamar, Observo a los marineros echando suertes,
para ver quién debe morir para salvar a los demás,
Observo el desprecio y la degradación que los obreros, los pobres,

los negros y otros, reciben de parte de la gente arrogante;
Todo esto -toda la maldad y agonía sin fin observo desde mi asiento,
Veo, oigo y callo.

Pensando en ti, Kitaro

(Parte de mi novela «El Libro»)

Cuando te pienso.

No se que me pasa, cuando sólo te pienso,
quisiera disolverme en cada parte de tu cuerpo,
ser en los abismos de tus ojos,
arrancar de tu boca…
los besos todos, que nos debe el tiempo…

Que tu mano se desgrane en mis yermas,
en las lomas más extensas,
en cada curva o pliegue de mi tierra.
Que me bordes con la boca ¡todo el cuerpo!.
quisiera romper, todas las muertes que nos llevan la ventaja,
que me digas al oído, «tanto te he esperado»
y responder en silencio, la vida ahora, ya nada nos debe.

Sueño con tu boca… ¡como si fuera mi único alimento!,
con el calor de tu lengua destapando secretos en la mía,
hurgando en los rincones de mi urgencia.
Sueño con estar en tus cimas, adentrarme en tus silencios.
Ansío sentir tu mástil invadiendo mi universo,
que se rompa el cielo con mi llanto,
que se caiga el día con tu beso.

Quiero adentrarme en tu carne, que seas en la mía,
sucumbir en cada esquina de tu cuerpo.

Vida mía, has llenado de tal forma mi interior,
que me abrumo con tu solo pensamiento,
cada poro de mi piel esta en espera,
mi boca sedienta de tu urgencia
y me corre por la sangre una brisa ¡tan intensa…, !
cuál si fuera yo huracán…, y tu mi arena.

No sé que me ocurre, cuando en silencio te pienso…

Has llenado de tal fuerza los huecos de mis manos,
que ya no cabe otra piel en ellas,
me inmolo en tu mirada a cada instante,
en esos ojos profundos, silenciosos y quedos.

Quisiera derramarme en el cielo ¡una y mil veces!,
no tener cuerpo, ser etérea.
Deshacerme de mi boca y piernas,
de mi rostro, de mi cuerpo entero…,
y ser en ti, como el aire, ¡ETERNA!

 

Temporada de sky

El cielo estaba de un azul que cegaba a cualquier océano, la montaña pletórica de blanco, el silencio inmenso. Así viví el retorno al sky, deporte que me encanta practicar en invierno.
Subimos temprano, muy temprano, cuando casi todos duermen, a medida que avanzábamos iba dejando atrás la ciudad y todo su vorágine, los mall, los autos, el cansancio y la tensión de la semana. El frío también era intenso pero el sol se regalaba pleno y generoso. A las 09:00 ya estábamos subiendo los andariveles, era la primera vez de este año, por lo tanto vas con una adrenalina mayor, comienzas a sentir las sensaciones que estaban dormidas del año anterior, esa fuerza que se te mete en el cuerpo, esa sensación de libertad absoluta, esa paz.
Los descensos estuvieron cargados de plenitud, esos estados redondos en que tienes todo, sensaciones, emoción, absolutismo y por un pequeño instante te sientes totalmente uno con el entorno, de hecho y ahora que lo recuerdo, hubo un segundo en que perdí la armonía y no estaba eskiando como me gusta, respiré, y metí todos mis cuerpos en uno sólo, tomé conciencia de ellos, y fui otra vez con la tierra que generosa se me entregaba a mis pies.
En el climax de ese día, quise no tener cuerpo, quise no tener rostro, quise no existir para vaciarme completamente en tus ojos.

Renacer

E

En los miles de deslindes que se inserta mi palabra,
me deshago, completa e imperfecta,
me deshago en el tiempo que se curva en mi vientre,
en mis muslos, en el ángel que me cuida.

Es mi alma y es mi sangre y son mis dedos,
es mi tacto racimos de un silencio
que se ahonda en la curvatura
más extensa de mi ojo, de mi lengua de miel,
de mis poros de canela, de todo yo,
de toda mi femineidad, de todo lo que soy,
del Dios que me habita, del que habito,
del que soy.

En los miles de comienzos,
en todos los finales que dan mi nueva partida,
mis muertes, mis eternos e incansables nacimientos,
en todos renazco una y otra vez,
florezco, muero, eternamente.

Otoño

Noche de fiesta, noche de otoño.

Hoy la noche se me hizo suave, liviana, etérea y a pesar de que los señores del tiempo decían, «Sábado y Domingo, despejado», corría un suave viento tibio, de esos que levantan las hojas ensangrentadas de otoño y hacen con ellas un baile que visten las tardes grises de fiesta.
Baje el vidrio del auto y respire la noche, respire la tibieza del silencio, de la magnificencia de mi momento, de esos en que no me comparto con nadie y puedo vaciarme mil veces en mis pensamientos sin que nadie te pregunte, «que piensas?», y pude deslizarme en las notas de MI MUSICA de esa que no a todos gusta y yo, ¡tanto aprecio!.

Fui feliz en esta noche, en este momento en que soy enteramente única, fui feliz con sólo ser en una noche, una noche cualquiera.  Una noche de fiesta.

 

 

Krishnamurti, contemplación

A raíz de unas reflexiones que nacieron en el estupendo blog de Aquileana quise subir algo de uno de mis pensadores preferidos, Krishnamurti. Acá se toca el tema de la atención y el instante presente, de la contemplación y lo contemplado.

«La atención se despliega como un estar-en-el-mundo-en-el-instante, la presencia a lo que es, sin pantallas y sin máscaras. Lugar de un escuchar infinito donde el mundo no se repite jamás, donde «el pensamiento más profundo ama la vida más viviente».

Acogida plenamente sensible de lo que nos rodea, contemplación y compasión, la atención es al mismo tiempo – en el mismo flujo – investigación apasionada de sí mismo. Y por esto, el espacio de una libertad posible. En efecto, es por el contraste con la atención que se descubre nuestro apego a las interferencias del ego. Ver, en el mejor sentido de la palabra, es liberarse de ello. Este ver pone en juego una acción que ya no se fundamenta en la sola punzante repetición del pensamiento. Esta manera soberana de ir en cada instante a lo más verdadero, no exige – paradójicamente – ni esfuerzo ni voluntad. Ello se cumple de hecho en el olvido del yo, «en el olvido de las palabras». Es a la concentración – percibida aquí como el estrechamiento del campo de la consciencia con fines egocéntricos – lo que el diseño libre es al diseño impuesto:

«Cuando pones realmente atención, no hay una acción fundamentada en la memoria. En cambio, si te concentras, tú haces un esfuerzo, actuando siempre a partir de la memoria, como un tocadiscos repetitivo»

Donde la concentración cierra, la atención abre. La una empobrece, la otra acrecienta. La una quiere Sigue leyendo

El Libro

Las sombras se resbalan a través de los muros de la habitación apenas alumbrados por una tenue luz amarillenta, Helena las miraba distraída desde su sillón reina victoria, donde slía gastar parte de las primeras horas de la noche, su mente reflexiona en el filosofo que acababa de leer, «Vico», habían tantas cosas que tenían sentido, pero algo no encajaba en la totalidad de su precepto, ¿Qué era?, “el tiempo, si pudiera unir los dos puntos, cómo he de llegar a ese tan buscado equilibrio”, «de que forma se manifiesta el tiempo en nuestra alma», de pronto un golpe en la puerta la sacó de sus pensamientos.

Permiso señora, la buscan.

Quién es Maria – dice con desgano mientras deja el pequeño libro encima de la mesita, odiaba que la interrumpieran cuando estaba en esos, sus pequeños momentos consigo misma,

Me dijo que le dijera que era el Sr. de la librería.

Helena supo enseguida de quién se trataba.

Esta bien, dame unos minutos y dile que pase.

Se paro de un salto y se dirigió al espejo, su pelo estaba tomado en un moño que dejaba caer solo algunos rizos dorados sobre su espalda, se pellizco las mejillas para traer un poco de vida y volvió a su sillón a esperar al hombre Sigue leyendo

Completa

Hoy y a pesar del mundo, estoy completa,
tan intacta que parezco cumbre,
tan inmensa que nadie me llega.
He recorrido durante la noche bastos océanos,
surcado cielos, navegado a través de mi sueño
y de mis mundos todos.
He llegado hasta el mismo silencio,
donde todo muere,
donde la nada se convierte en un vació insondable
y profundo, donde cabe todo y al mismo tiempo
deja de existir como era,
como lo sabemos, como se supone existe.
Hoy, a pesar del mundo me siento en mi existencia toda
y te veo, claro como un farol en la oscuridad del océano

Santiago y el transantiago

Hoy, Santiago parecía un día cualquiera, menos miércoles, una ciudad de esas en que la vida corre más rápido, tal vez Madrid? quizás Nueva York…, sin embargo era el mismo miércoles de todos los miércoles y el mismo Santiago de Santiago de Chile, donde ves los rostros de la gente sedientos de vida, hambrientos de esperanza, no eran rostros de una ciudad proveedora y triunfante, fue sólo una ilusión óptica, un momento antes había pasado por el puente Lo Curro, desde ahí al mirar para abajo, los autos se ven más generosos, no hay transeúntes, no hay calles parchadas ni se ve la basura trepando por las veredas. Sólo se ven autos, con niños alegres. Tal vez con sueño, pero alegres.

A medida que avanzaba, el panorama se hizo más sombrío, una mujer cargaba a su hijo envuelto en una frazada, típico imagen de los barrios menos pudientes, (ellos no tienen empleadas) no se le veía la carita, seguramente para que no tomara frío, me pregunto? ese bebe no se pudo quedar en casa?, seguramente no, Sigue leyendo

Nostalgia

NOSTALGIA (Juan Ramón Jiménez)

Al fin nos hallaremos. Las temblorosas manos
apretarán, suaves, la dicha conseguida,
por un sendero solo, muy lejos de los vanos
cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.

Las ramas de los sauces mojados y amarillos
nos rozarán las frentes. En la arena perlada,
verbenas llenas de agua, de cálices sencillos,
ornarán la indolente paz de nuestra pisada.

Mi brazo rodeará tu mimosa cintura,
tú dejarás caer en mi hombro tu cabeza,
¡y el ideal vendrá entre la tarde pura,
a envolver nuestro amor en su eterna belleza!

Un domingo cualquiera

Nada mejor para un domingo de invierno, que quedarte en la mañana en cama, eso cuando por alguna razón no hay deporte, desarrollar alguna actividad física siempre es la mejor alternativa, te mantiene «limpio», con esa energía que a veces te ayuda a sobrellevar la semana, en invierno esquiar, ciclismo; en verano más ciclismo, jogging (aunque yo no lo hago), bueno…, en verano hay tantos.

Como decía, estamos en invierno por lo tanto me gusta darme licencias para flogear sin remordimientos, este domingo fue así, programé un buen desayuno, y una buena película, esa que arrendaste la noche anterior sólo para este propósito, el desayuno en una bandeja bien decorada, (eso es importante, te Sigue leyendo

En busca del amor

«Entre los miles de adolecimientos que padece el quehacer cotidiano de la humanidad, es la perentoriedad de saber quien es, y como somos cada uno de los que formamos este universo en la búsqueda amatoria lo que nos lleva a querer descubrir de manera pronta la aceptación del mas cercano encuentro, y de eso se derivan otras incertidumbres como, buscar y encontrar al mismo tiempo el amor y el desamor dos regidores absolutos de nuestra existencia. Quien encuentra el amor altera la luz del día, y quien no encuentra mas que el hueco de ese amor, altera la noche y despierta cuerpos. El amor es un sentimiento diverso y complejo que viste hasta las piedras que se confunden con sabanas de color de rosa, con la mezcla de las olas bravas de un mar comodino.
Lo triste, lo insensato y lo amoral de tanta búsqueda es olvidar los detalles que revisten a los desamparados, es no medir el tiempo y el dolor de los indigentes del amor, de ese amor que atemoriza pero que esta ahí, dando toda su luz, aunque esa luz no sea la esperada, de ese amor que hace que el presente desconfíe del futuro…»  (Socorro Carranco)

A esta reflexión que hace nuestra querida amiga y poeta Socorro Carranco, puedo decir que siii, creo que buscamos ese amor que nos haga confundir las piedras con sabanas de seda tan desesperadamente, que nos aferramos a cualquier tronco que se acerque flotando en las aguas de la vida, lo tomamos, acariciamos y le preguntamos ¿eres tú?, luego lo dejamos ir al darnos cuenta que…, es solo un tronco. La verdad es que el amor, como lo conocemos, es imperfecto, y gracias a eso existe y podemos existir en él, ¿cómo sobrevivir a un amor que lo contiene todo?, ¿que nos sublima completamente? ¿que nos eleva y hunde, que nos arranca la vida con su perfección por el solo hecho de ser imperfectos?, (lo de imperfectos es sólo porque no nos hemos dado cuenta que realmente, en nuestra esencia, ¡¡somos perfectos!!, pero como vagamos en nuestra personalidad, permanecemos en esa adorada y sutil imperfección).

Conoceremos ese perfecto amor, solo cuando nosotras seamos perectos recipientes que sea capaz de contenerlo.

En resumen, nuestra adorada e imperfecta humanidad, tomada en el sentido individual, nos abraza a tal punto que morimos presintiendo lo que jamás tocaremos.

Entre el cielo y la tierra

Pintura tomada de http://www.albatique.com/albatiqu/albatica.html

 

(De mi libro)

Entre el cielo y la tierra

 

Arden mis manos, arde mi femineidad toda,
elevándose en los crepúsculos,
alzándose indómita en mi sangre.
yY soy todas las hembras del mundo,
y soy yo, toda yo, más intima y profunda
que el cielo que me respira en cada latido
que le robo a hurtadillas, a Dios.

 

Mujer

Somos una obra maestra, complejas y exquisitas, llenas, plenas, apolínias, casi…, perfectas.
Contenemos, la naturaleza toda en cada poro, la vida misma en nuestro vientre, el amor en la lágrima, el deseo en los labios, el dulzor en la lengua, la ternura en las manos, el cobijo en el pecho.
Somos…, casi perfectas.
La penúltima encarnación, el exacto complemento.
La matriz de la vida, la resurrección del hijo.
El universo entero en nuestra sangre latiendo.

Ayudantes de Dios, su obra, ¡perfecta!

 


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Sucede, que…

Sucede que, (cuándo el sol esta vivo en la tierra …)

Lates, lates en mi espalda y mis ojos, lates como un corazón vivo y silencioso quebrándose en mi pecho, lates en cada pensamiento que se rompe en mis ríos.

Lates en las gotas que caen distraídas desde el cielo, en mi sangre de hembra viva, en la orilla de la tierra, en los sacros silencios de tu alma, en las piedras que reposan en la tierra.

Lates en las cimas de mi piel, en cada esquina de mi cuerpo.

 

 

 

 

Patricia Gómez

(del libro A veces…, cuyo lanzamiento se realizó el 22 de Mayo y fué estupendo)

A veces…,

Me balanceo en mundos pasados, en sensaciones y palabras, en colores, ecos, en un tacto ajeno, pero tan mío…

Me deslizo en senderos que me llevan por profundidades que despiertan las sombras de mis pensamientos, son tan profundos que me abismo en ellos, no quiero salir porque me hablan en susurros lo que ningún mortal en esta vida, ha dicho.
Y recorro las ideas y las ideas me acarician, y hablo y me hablan como si fuera éste el último día, como si no hubiese otro. Y comprendo todo, tan claro, tan nítido. No hay muertes, ni distancias, ni pasados…, no hay diferencia entre lo que fui y lo que soy, soy la misma que seré. Y la hierba que mis manos acariciaron, la tierra que vistió mis pies, el agua que sació mi sed, la que untó mis labios…, no es otra que ésta, y será la misma de un mañana que no existe.

Santiago llora

En Santiago se nos esta viniendo una lluvia de las feas, esa que esta cayendo sin piedad en el sur, «esta cayendo un diluvio» me dijo la Sole, mi amiga del alma desde que éramos niñas y la cual vive en Temuco desde hace ya varios años. Seguramente esta lluvia decidió bendecirnos a los de Santiago, si, necesitábamos urgentemente limpiar el aire. Pero lamentablemente también viene a mojar la pobreza con fuerza, moja el frío y lo hace pedazos, por ahora, las hojas se arrastran pesadas por el suelo, como queriendo cavar el cemento para resembrarse y así no perderse en un basurero después de ser reinas.Los perros se acurrucan enrollándose como cuncunas para «capear» el frío, sus ojitos se me tiran a la cara como si quisieran hablar en una lengua familiar, me dicen que tienen hambre, que necesitan caricias, y yo, yo tengo tantas, sólo que no me alcanza el tiempo para tantos ojos en picada.

En el semáforo, se me acerco un viejo, tal vez de unos 80 años, era justo en Vespucio con Kennedy, cerca del Hyatt, el contraste era grotesco, el edificio destilando luces brillantes, amarillas, él Sigue leyendo

El Violin de Yanko

Mi madre me arrullaba con poemas como este, de ahí el amor a la literatura y a la poesía, este es uno de los poemas que me hacía soñar, espero les guste.

Madre la selva canta,
y canta el bosque y canta la llanura,
y el roble que a las nubes se levanta,
y la flor que se dobla en la espesura,
y canta y juega el viento en el camino,
y en el rubio trigal las amapolas,
y en el cauce el arrollo cristalino, Sigue leyendo

Libro, «A veces…,»

La próxima semana será el lanzamiento de mi último libro, sin embargo este es distinto…, bueno, de alguna manera todos lo son, cada uno tiene su estilo y un propósito definido, al menos para mí es así.
«A veces…,», ese es su titulo, él ha estado incubándose desde hace bastante tiempo, esperando el momento oportuno, el tiempo justo. Este libro quiere entregar una prosa que refleje esa búsqueda por Sigue leyendo