Otoño
Noche de fiesta, noche de otoño.
Hoy la noche se me hizo suave, liviana, etérea y a pesar de que los señores del tiempo decían, «Sábado y Domingo, despejado», corría un suave viento tibio, de esos que levantan las hojas ensangrentadas de otoño y hacen con ellas un baile que visten las tardes grises de fiesta.
Baje el vidrio del auto y respire la noche, respire la tibieza del silencio, de la magnificencia de mi momento, de esos en que no me comparto con nadie y puedo vaciarme mil veces en mis pensamientos sin que nadie te pregunte, «que piensas?», y pude deslizarme en las notas de MI MUSICA de esa que no a todos gusta y yo, ¡tanto aprecio!.
Fui feliz en esta noche, en este momento en que soy enteramente única, fui feliz con sólo ser en una noche, una noche cualquiera. Una noche de fiesta.
Ideal, me encanta es lo que hago algunas vecescuando puedo, eso estar sola, sentir el aire, el silencio o el ruido y pensar ….y como dices tu que nadie pregunte ¿que haces? ¿que piensas?…es un momento único en mi existencia. Besos y gracias por tu comentario y tus palabras…te hachaba de menos. Besos Marian
Allô Pat->>>
Noches de otoño son fiesta para algunos…
Bienaventurados sean los que creen en el deslizamineto de su propio fluir (música sublime…)
Abrazos, Aquileana 🙂
Gracias por esa musica tan bella que siempre tienes en tu casa…..es emocionante poder leer y sentir la musica a la vez. Besos Marian
Mmmm,preciosa tu esencia,cómo fue el finde?yo conocí a una persona,a quien ya conocía pero sólo de piel,y la verdad es que fue un hallazgo que me llevará a otros hallazgos sensacionales,ya lo iré plasmando!un beso.Gcc
Amigas, gracias por sus comentarios y su valiosa presencia. Y sí mi querida Aquileana, bienaventurados los que se saben en ese fluir.
Gorokiña mia, te das cuenta???, después que el dolor se ha ido uno mira para atrás y todo se ve tan lejano, por eso, este presente tmalo como tal, una parte de la linea total, pero solo una parte que ayudará a completar parte de tu historia. Me alegro por ti e iré a enterarme de todos los pormenores en tu «espléndida casa».
Un abrazo, PAtricia