Vamos a dejar el silencio que repose un momento colgando de una rama mientras el viejo roble murmura cansado que está sediento, le doy a beber un poco de agua que apilo en una hoja de gunnera. Luego doy un paseo por las notas de este maravilloso concierto de Tchaicovsky mientras pienso.
– Sí, por supuesto que te amo, eres el amor de mi vida, ¿lo sabes verdad?… – dice él mientras la mira con una mirada deslavada-
– ¿Estas seguro que me amas de verdad?, dime mi amor, ¿realmente me amas tanto?. – Contesta ella mirándolo con la mirada encendida y llena de esperanza.
– Sí, por supuesto, no tengo ninguna duda.
– Entonces, dime cielo, ¿qué harías por mí? Sigue leyendo →
Poeta, ensayista y traductor español nacido en Tarifa, Cádiz, en 1946.
Se educó en Granada donde cursó el bachillerato y por cuya Universidad se licenció en Filosofía y Letras en 1968. Posteriormente se doctoró en Filología Románica por la misma universidad, con una tesis sobre Luis Cernuda.
Es un miembro destacado de la Generación del 70, autor de varios libros de ensayo sobre Cervantes, Quevedo, Espronceda y Cernuda entre otros, traductor de poetas como Beckett, Holderin, Hesse y Rilke, y de importantes Sigue leyendo →
No se que me pasa, cuando sólo te pienso,
quisiera disolverme en cada parte de tu cuerpo,
ser en los abismos de tus ojos,
arrancar de tu boca…
los besos todos, que nos debe el tiempo…
Que tu mano se desgrane en mis yermas,
en las lomas más extensas,
en cada curva o pliegue de mi tierra.
Que me bordes con la boca ¡todo el cuerpo!.
quisiera romper, todas las muertes que nos llevan la ventaja,
que me digas al oído, «tanto te he esperado»
y responder en silencio, la vida ahora, ya nada nos debe.
Sueño con tu boca… ¡como si fuera mi único alimento!,
con el calor de tu lengua destapando secretos en la mía,
hurgando en los rincones de mi urgencia.
Sueño con estar en tus cimas, adentrarme en tus silencios.
Ansío sentir tu mástil invadiendo mi universo,
que se rompa el cielo con mi llanto,
que se caiga el día con tu beso.
Quiero adentrarme en tu carne, que seas en la mía,
sucumbir en cada esquina de tu cuerpo.
Vida mía, has llenado de tal forma mi interior,
que me abrumo con tu solo pensamiento,
cada poro de mi piel esta en espera,
mi boca sedienta de tu urgencia
y me corre por la sangre una brisa ¡tan intensa…, !
cuál si fuera yo huracán…, y tu mi arena.
No sé que me ocurre, cuando en silencio te pienso…
Has llenado de tal fuerza los huecos de mis manos,
que ya no cabe otra piel en ellas,
me inmolo en tu mirada a cada instante,
en esos ojos profundos, silenciosos y quedos.
Quisiera derramarme en el cielo ¡una y mil veces!,
no tener cuerpo, ser etérea.
Deshacerme de mi boca y piernas,
de mi rostro, de mi cuerpo entero…,
y ser en ti, como el aire, ¡ETERNA!
¿Me preguntas si te amo?, me ruborizo de pensar
en la forma en que te amo,
me avergüenzo de los pensamientos
que lascivos se pasean por mi mente,
¿y tu me preguntas si te amo?
¡Ay Dios! si más que el tiempo
y que la esencia …,
más aún que la distancia que me aleja,
más que todas las muertes
que nos llevan la ventaja,
más mucho más que mil vidas y vivencias
¡¡Yo te amo…!!
Amarte más…, ¡no puedo!,
no me cabe más amor del que me mueve.
Me diluyo, me disuelvo entre tus manos, Sigue leyendo →
Si pidieras…,
Iría a descubrir tierras al escamo
de un cielo sin sombra,
viviría de palabras,
y besos tejidos,
de esos que se arrugan
en las esquinas de tu boca.
Sembraría con mis ojos
¡todos los verdes
en una tierra austera!,
pariría junto a ti, ¡árboles eternos!,
de esos gigantes, nobles,
para que trepemos al cielo…,
a recoger esperanza.
(Sólo para cuando escasee.)
Iría en las tardes de frío,
a hurtadillas al infierno,
a robar vasijas de fuego
(para que nunca se desmaye el nuestro),
haría de mi piel, abrigo de tu invierno,
sería la gota que riega tus semillas,
el arado de tus dedos,
el sendero de tus pensamientos.
Si pidieras, si tan sólo pidieras
sería la palabra no parida
la gota que corre por tu cuerpo,
las cuerdas que rompes con tu mano,
cuando en silencio me piensas.
Sería el negro que queman tus ojos
cuando escalas por mis cimas.
La nieve, el lago, el río…, ¡el llanto!,
sería lo que imaginas, lo que no existe,
sería…lo que no han soñado tus manos,
lo que en silencio, fantasea tu mente.
Si pidieras,
si tan solo pidieras …,
te abriría en silencio el Universo.
Amor, me debo a ti…, ¡entera!,
a tus manos a todo tú, yo me debo.
Me debo entera, enteramente a ti,
completa y profundamente a ti,
a tus ojos, a tu abrazo,
a la caricia…, a ¡ese beso!,
¡oh Dios, a él le debo mi alma!
porque es de ella su ignoto alimento.
Me debo…,
A cada uno de tus dedos,
a tu pelo y cuello, al olor de tu piel,
a la tierra que pisas, al cielo que admiras,
me debo aguerridamente a ti…,
¡a ti, yo me debo entera!