La sensualidad / La sutileza
Desvariando…
Me gusta la sensualidad, me gusta hacerla parte de mi vida y de mis días, me gusta sentir despacio, me gusta el roce, las miradas, me gusta ese equilibrio perfecto que se da entre lo sutil y lo que es menos. La caricia lenta, la mirada plena, el beso que es capaz de destapar mil años de silencios.
Una escena de la película «El último samurái» ha sido, para mi gusto, una exquisito ejemplo de una sensualidad excelentemente bien lograda, en ella encontramos momento de tensión a raìz del deseo por poseerse, pero todo, bajo sutiles imagenes, todo excelentemente bien logrado.
Cosa de gustos. La versatilidad de la cual estamos hechos los seres humanos, es lo que nos hace únicos.
Me ha gustado tu post porque siento lo mismo sobre la sensualidad. A veces las sutilezas son tan poderosamente excitantes que conviertene pequeños gestos, palabras o momentos en grandes deseos en nuestro corazón.
Confieso que tu post me recordó uno que escribí y que te hará ver que tenemos una perspectiva similar.
Te dejo el enlace por si quieres leerlo: Insinuación (http://ulysshes.wordpress.com/2009/11/25/insinuacion/)
Un saludo.
Sin la luz y sombra, música, emoción, alcanzar y retirarse, como el mar… es bien poco lo que nos queda, querida.
Un beso lejano.
Ulsshes, me alegro que concuerdes, leí tu post y estamos hablando en el mismo idioma. Slds.
Karenina linda preciosa!!!!!… que alegría es verte por acà, te extrañoooooo.
Creo que ocupaste la palabra precisa para resumir de que trata mi post. «El mar»… con toda esa fuerza te baña y se retira…, interminablemente. Un abrazo gigante para ti.
Totalmente de acuerdo, esas escenas transmiten muchísimo más que aquellas en las que todo está totálmente explícito.
Un besote.