Reflexiones
En la última aproximación de tiempo, donde todo es remoto y solitario, donde la exactitud de la existencia se hace única, yace el alma sola, consigo misma y toda su extensión lumínica.
Ahí, en esa amplia, extensa y abrumadora quietud se encuentra con su real grandeza y disminuida (no pequeña) esencia primigenia.
El viento sopla tan fuerte que la limpieza del aire se hace innegable, los pinos susurran secretos de antaño en mis oídos y el mar a lo lejos canta canciones a una luna que juega a ser vestido de la tierra, ésta se niega pero no podrá evitar que en algún momento la vistan de blanco.
Los pájaros son presagio de un nuevo y único tiempo que se avecina, tiempo de despertar de campanas.
Lindo el presagio de los pájaros…