Este blog
Mientras camino y lo que he comprendido.
Cuando partí con este blog lo hice pensando en tener un diario de vida, una bitácora de mis reflexiones, un lugar donde dejar algo de mi poesía, algún material espiritual que fuera de provecho para el resto. Pienso que de pronto se me pierde el rumbo. Por qué?, te afanas tanto en buscar lo que a otros ha de servir que se te agota el tiempo para lo que tu necesitas.
Este debe ser un blog de lo que yo soy. Hay tantos buenos blogs con un material cultural tan rico como diverso, tal es el caso del blog de aquileana, ¡vaya blog ese!, estupendo, se puede pasar horas en él, en fin, no quiero enumerar la riqueza que hay en cada una de las «casas» de tantos queridos «amigos» internatuas.
En lo que respecta a mí, ha de ser otro el camino. Llevo tantos años buscando el sentido de las cosas, buscando respuestas a interrogantes que no me permitían ser feliz, siempre faltaba algo aún teniéndolo todo…, algo intangible, algo que no te da el dinero, el poder, ni siquiera el amor. Algo que no se toca pero se siente, se siente tan fuertemente que te aplasta.
Con el tiempo y después de mucho caminar descubrí que lo que buscaba era de una simpleza que casi cegaba, yo sólo debía «Comprender«, ¡simplemente me faltaba comprender!, no era aprender, estudiar o leer cientos de libros, no era seguir un maestro o pasar por todos los grados de una escuela, no era leer los libros de ocultismo más profundos que llegasen a mis manos. Jaja, por Dios, si era simplemente, «Comprender»
Comprení que no me serviría leer a otros, serían sus vivencias, sus palabras, sus descubrimientos, su verdad, no era nada mío, ese conocimiento era prestado, del autor, del personaje, del artista, pero aún así, estudié, leí, escuché y seguí a quién me pareció más culto, inteligente, profundo o reflexivo que yo, despues de eso, una vez más, nada en mí había cambiado, ¡no me sirvió!. Debo reconocer sí, que algo cambió en mí, me permitió conocer la belleza que se esconde tras una humanidad que veía sumida en una tenue decadencia, la magnificiencia de la palabra, la armonía en la pintura, los caminos por los cuales es capaz de llevarme la música. Aprendí a llorar con un concierto para dos violines de tchaikovsky, a exultar fuerza con un paganini, Dios, me maravillé una y otra vez con cada pieza de arte o literatura, las viví y fui en cada letra, color y movimiento. El mundo se volvió admirable ante mis ojos. De una manera irrompible, la vida tomo sentido. Y así ha sido hasta ahora.
Pero curiosamente las cosas se han ido dando de una manera extraña, este blog de pronto se me escapa de su concepción original, programar los «pots», las lecturas, responder, en fin…, el rodar que te envuelve. Por lo tanto y despues de toda esta reflexión pienso que trataré de volver a lo que fue inicialmente; un rincón de reflexiones, algo de mi más íntimo espacio. Lo que soy yo, en mi más pura esencia.
Patricia,
supongo que hay algo de inevitable en el hecho de que el blog quiera «crecer» y ser algo más, ese algo que lleva en ocasiones el nombre de responsabilidad y a veces ese otro nombre aún peor: imposición.
Creo necesario y positivo el tomar decisiones como la que tomas en tu último párrafo, y me alegro que lo hayas hecho. Es un modo de asegurarte de que en el futuro podrás gozar de este espacio, que es tuyo, y que podrás sacarle todo el jugo posible.
A ver si me doy una vuelta y leo las otras entradas.
Un placer, Patricia.
pd: ¡Gracias por pasarte por mi página!
Kleefeld, se me había escapado contestarte, disculpa la demora, creo que si, de pronto internet con su muda mirada nos va comiendo, quitando un tiempo valioso que deberíamos gastar en nosotros, en lo que realmente nos va llenando, aquello nos va completando.
Tu pàgina es excelente, como no pasar?, escribes muy bien y presiento que tienes la juventud tan ansiada que nos da tiempo para la perfección, por lo tanto caeré de tanto en tanto para disfrutar de tus letras.
Un saludo para ti.
Patricia
Me gusta… un post para tu blog. 🙂 A mí me ha exactamente lo contrario con el mío…. Espero que encuentres la localización exacta de la llavecita aquella que abre (y, como llave al fin, tambien cierra) la puerta de la comprensión que buscas. Por lo que yo puedo ver desde este lado, ¡andas «tibio-tibio» y «caliente-caliente»!