Reflexiones sin coherencia
Estoy lánguida como una lombriz hambrienta, como una lombriz ¡¡terrible!!, de esas que con su sola figura espantan el día, aquellas que no son agradables ni poseen un imán con que afirmar la caricia o el deseo, o la plenitud de la palabra. Una lombriz que se resbala por los ojos con desánimo, aletargada e insufrible.
¿Será por el viento corre sin tocar el cielo? o tal vez es a causa de mis guerreros que estan sin ganas de dar lucha a la ilusión.
Hoy mis tantos guerreros duermen cabizbajos en mi desconsuelo, en mi duda por lo incierto, en mi letanía. Hay días así, sobre todo cuando el dìa tiene se escribe con «e».
Hay días lánguidos, que penas se arrastran, que apenas se vive. Días en que uno es más pequeño que un parpadeo. Días inmensos que no terminan…
Sí Eledin, hay días asi y hay de los otros, también hay de los que pasan desapercibidos, de eso libreme Dios.
Un abrazo poeta. 😉