El frío y la pobreza
Cuando llega el frío todo se hace más estático los sonidos se congelan y las miradas parecieran que pierden el brillo que siempre arrastran en los días felices. Es ese frío con el que se abriga el pobre.
Luego, todo vuelve al orden, las cajas de cartón se levantan, esas que sirvieron de camas, deben quemarse para abrigar la esperanza que se muestra en las manos y poder seguir un día más, mágicamente sus rostros comienzan a gesticular, como si volvieran a sobrevivir.
Como duele el frío en los dedos de la pobreza.
ABRIENDO CAMINOS A UNA NUEVA CONSCIENCIA 
Qué combinación tan indivisible Pat, frío-pobreza, aquí andamos esta noche con el solsticio de verano en hogueras que queman los deseos y también las cuitas. Y pronto,estaré de vacaciones transitando en la tan ansiada tranquilidad pasmosa del veraneo,disfrutando con Gorka del sol y el tiempo libre.
Un abrazo!
No te imaginas como se abrazan ambos, o creo que lo imaginas porque eres un ser sensible que se detiene mientras camina cuando se nos presentan escenas como esas. Gorokiña, ojala alguna vez guardes unos días para venir con Gorka a Chile, sabes que cuentas con mi casa y sería muy feliz de tenerte por acá. ENvidio vuestro verano y más aún los días que vienen. Te mando un abrazo y avisa con tiempo cuando te vas. Cariños.
Iba a escribir sobre la relatividad geográfica en la red, pero al llegar y leer, tan sólo me queda suscribir lo arriba descrito.
Aquí soportando la subida del mercurio, condicionados y adaptados al calor literario, en cambio allí, ahora, el proceso climatológico es a la inversa.
En común, con el motor de la libre voluntad, la dirección de nuestras intenciones y propósitos.
Es sorprendente como nos acerca internet, atravesando mares y montañas, temporales y turbulencias, desde un clima a otro.
Un saludo