Baudelaire- Artículo de Mauricio Torres

Una nueva sustancia se ha formado,
la llaman Baudelaire

Por Mauricio Torres Paredes

Usted ama lo Bello. Deme la mano.
Y en cuanto a las persecuciones, son grandezas. ¡Coraje!
Víctor Hugo

 
Los moribundos trayectos físico-mentales que pretenden superponerse a la dialéctica de la vida misma, dan pautas corrosivamente enérgicas de las que cualquier mortal hace gala de no poder controlar. En ese espacio virtualmente trasladado a la conciencia-inconciente se vislumbra incólume, inmune y hasta inalterable, ella si, ella, la poesía.
Nace de las amalgamas de la alquimia geográfica de la llamada existencia y se extiende pausada y distantemente entre los geométricos recovecos del subsistir. Del nacimiento de las traspiradas formas homogéneas, de las etno-virtudes de la palabra, es esta adictiva lacra la que nos da la oportunidad de soñar.
Es la poesía el sueño valeroso de infinidad de moléculas infectadas por el desazón de la vida y es el poeta el extraño conservador de que las estrellas, esos astros muertos den algo de luz desde la mismísima oscuridad. Es la poesía el decoro impertérrito y de ella nace el todo y la nada.
Una nueva sustancia se ha formado en los recovecos micro-químicos de la compasión, la llaman Baudelaire y se superpone nuclearmente en un ser, Charles Baudelaire, la poesía misma. El divino ser humano que traspasa las fronterizas legalidades de la palabra y revela a los dominantes el plausivo descomponer de los reinos.
Es la ciudad la que se viste de baudelaire, son los millones de citadinos los que inconcientemente temen y adoran la palabra paganizada mientras consuelan sus almas con solo pensarlas. Estas son expresadas en sus Flores del Mal.
Lector apacible y bucólico, sobrio e inocente hombre de bien, arroja este libro saturniano, orgiástico y melancólico.
Si no has estudiado tu retórica con Satán, el astuto decano, ¡arrójalo! No comprenderás nada de él, o me creerás histérico. Pero si, sin dejarte hechizar, tu pupila sabe sumergirse en los abismos, léeme, para Sigue leyendo