
La ilusión de ser lo que no se es.
He sido o he mostrado una imagen de rubia casi la mayor parte de mi vida, en mi juventud mi pelo castaño, con largas trenzas que la mayor parte del tiempo estaban enrolladas por toda mi cabeza, ¿tal vez evocar alguna época no vivida pero añorada? Quién sabe… Luego, mi pelo comenzó poco a poco a ser más claro, hasta dejarlo “rubio” por mucho tiempo. Bueno, hasta ahora.
Hace poco menos de un par de meses me fui a mi casa en los cerros y cerca del mar, donde realmente puedo estar más conectada con lo que soy, con lo que tú eres, (somos lo mismo), conectada con este maravilloso e increíble universo… y allí, en la soledad de todo me vacié un tubo de tintura negra comprado a raíz de un sueño. A los pocos minutos mi pelo estaba totalmente negro. Me observé, y sentí que no era yo, pero al mismo tiempo, me estaba acercando a mi propia esencia porque me deshacía de mi apariencia.
Cuando llegué a casa en Santiago, mi hijos me miraron como siempre me miran, con amor, y luego preguntaron; “qué pasó?” “nada, sólo necesitaba hacerlo”, dije sin dar mayor importancia a un cambio tan radical, luego sonrieron y me regalaron un “te ves linda como siempre”. Era suficiente para mí.
Han pasado ya varias semanas de ello, sigo morena, sigo más yo y con una carga menos y de alguna extraña forma, más cerca de algo. ¿Qué?, todavía no lo sé, pero para allá voy.
¿Por qué traigo esto tan personal a este espacio?, simple; por el hecho de compartir esta maravillosa aventura de soltar. Soltar las ideas, soltar la imagen, el pensamiento. Soltar las tantas raíces, los apegos. Los miedos y la necesidad de…(cualquier cosa que necesitemos).
¿Difícil? claro que es difícil, no lo sabré yo si mis ojos se abren como grifos, mi corazón palpita más rápido y mis dedos muchas veces tienen fío…., no lo sabré yo, no lo sabrás tú… pero ¿qué importa?, vamos de a poco, despacio, si total, todo es un sueño, soñemos que vamos soltando…
Cuando nos alejemos del temor, del desenfreno, del temible pensamiento, iremos tomando consciencia de que sólo estamos insertos en la gran ilusión que bordamos con cada mirada y deshilamos con cada silencio.
No olvidemos que mientras más espacio libre dejamos, más espacio se llena de luz y comprensión.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...