Desvaríos

Sólo desvaríos

El día parecía hermoso, el verde de los prados abrigaba mis pies, el café de la tierra se habría a mis manos y el silencio acuchillaba las esquinas de las calles, luego el peso de unos ojos se cayo en mi faz rasgando mi cuerpo, desgranando mis dedos y como lirios rotos cayeron en inmensa mesura sobre abismos de piedra. Y dejóme ahí… tan quieta, casi ausente, casi muerta.

Cajón del Maipo

Les dejo algunas fotos en la página de «FOTOS».

Este fin de semana tenía planeado subir a la montaña, luego una cosa u otra me estaba complicando el viaje, tanto que pensé dejarlo para el fin de semana siguiente, luego reflexioné, si no voy que vamos a hacer?, tal vez ir a comer afuera, o ver una obra de teatro, algo de deporte, un paseo rápido a algún mall (uajjj) ante ese panorama agarré lo Sigue leyendo

Desvelo

Anoche después de apagar el computador leí un rato Zanoni, ya no quería pensar en Rilke me ha tenido en un estado un tanto raro, me pasa cuando me sumerjo demasiado en mi interior, apagué la luz y me dormí, al cabo de unas horas desperté pensando en alguién que no conozco, pero ronda en mis palabras, seguramente soñaba con él, ¿tal vez un recuerdo?, quién sabe pero el sueño se me escapó, se fue, yo me quedé en vela esperándolo. Nunca llegó.
Me puse a pensar en el trayecto que hice ayer en la tarde de regreso a casa y que me dejó con un sabor amargo.Al salir de la oficina las calles lucían más pobres que de costumbre, mi auto quebraba el silencio dejando un ruido molesto, yo quería ser más silencio para pasar imperceptible, no pude. Una joven de pelo largo y teñido de un amarillo molesto caminaba como si fuera feliz, tendría unos 17 años vestía unos jeans que le llegaban hasta las rodillas, tenían roturas que aparentemente estaban hechas a propósito y bajo éstos se asomaban unas pantys negras, arriba vestía una polera rosada que dejaba ver unos pechos pronunciados y firmes, tanto que pareciera enganchaban los ojos de los pocos Sigue leyendo

Soy tanto como tu

Me recojo en el capullo de mi existencia infinita, existencia sin límite alguno, donde no muero ni nazco soy sencilla y profundamente en todo, soy la medula de cada estrella, la raíz de cada planta y en cada silencio que me llena y embriaga.

Soy en el amor de un hombre, en el vacío de mi pensamiento, en la fuerza de mi deseo…, soy en cada uno de los que amo, en mis demonios…, en la gacela, y en la flor que alumbra. Yo simplemente…, soy tanto como tu y tu eres tanto como yo.

Ven

Pasa amor, te invito a un silencio,
desnudemos los dedos,
mientras me pintas los ojos de deseo.
Toca mi desplante con tu cielo
Haz…, haz de mí, la matriz de tu universo.

Día de muertos

¡Hoy, es día de muertos!, los martes me gusta caminar junto a mis muertos, los destierro y cargo en mis alas para llevarlos a un rincón de mi existencia.
Los quiero a todos, a mi madre para que recite a un Rafael de León apasionado, a mi hombre para saberme infinitamente amada, para que sepa que lo amé infinitamente, a los que no conozco pero sé de ellos, a mis angeles que estuvieron en esta tierra expiando sus culpas, a los que partieron antes de tiempo y me persiguen para que les cure el alma. Los quiero a todos en mi mesa, quiero hablar de la vida que se esta descorriendo en mi memoria, que me quiero muerta como ellos, (a veces los días me cansan, me hastía su giro infatigable), quiero que me cuenten sus penas, saber si los colores son más vivos donde ellos reposan, si la tierra huele a yaga, si sangran o tienen lagrimas en los dedos.
Quiero columpiarme en las nubes, me imagino que los muertos en sus tardes de tedio se balancean en esas nubes preñadas de vida, así no se sienten tan muertos. Beberme el mar en sorbos lentos, la luna al desayuno y caminar junto a ellos por un césped húmedo de madrugada.
Hoy es día de muertos, de todos mis muertos y los no tantos, los que fueron acribillados, los torturados, acá y al otro lado del mundo, los que mueren solos desangrados por una bala que quiso ser suicida en una cabeza de llantos, los que me miran tras de un mundo paralelo y los niños muertos, esos que caen por una bala perdida en un vuelo de pobreza.
Los quiero a todos junto a mi, daremos inicio a la tertulia.

Los Lunes

Los lunes se me hacen pesados, tanto que me cuesta transitarlos, siempre ha sido así, hoy particularmente es así, motivos?, hay muchos, hoy especialmente hay muchos.
En este lunes 18 de Febrero me quiebro al día, si, ya no quiero más lunes de resacas apagadas, quiero vivirme como si fuera sábado, esos me gustan, huelen a caricias, y ojos queridos, a languetazos de cuatro patas, a pastel horneado, a letras cargadas de sentido, a paisajes vivos, a una bicicleta incansable, a mis manos hurgándote, a mis deseos de tragarme el mundo con una rápida mirada, de esas que doy sin que me apremie la vida ni el reloj, ni la gente que no amo.
Tal vez si no fuera lunes, sería más amable, olería a primavera, o tal vez, sería como un silencio en la suite Nº 1 de Bach.
Si no fuera lunes los árboles lucirían seis tonos de verdes, la gente me estorbaría menos en el tacto y el mundo, el mundo estaría más liviano mientras se mueve en mi mano.
Tal vez, si no fuera lunes sería más amigable al desatino, la pobreza dolería menos en los ojos del huérfano, la riqueza sería amiga del luto, la puerta dolería menos en los dedos, los gobiernos destilarían cordura y sería la magdalena penitente de Tiziani mientras espero que llueva.
Con cada nuevo lunes, creo que respiro más lentamente.

Hay días…

Hay días en que…Me hurgo y busco en las esquinas de mi pasado, me violento en los recuerdos, en mis muertos, ¡que son tantos!, algunos todavía caminan junto a mi, todavía me hablan…

Me adentro en un océano tan profundo que me hago parte de él ya que el mundo desaparece a mi vista. Me hurgo en las calles de piedra que transité alguna vez, hace miles de años, tantos que ya no las recuerdo, pero aún así, viven en la esquina de mi ojo.

A veces…,

A veces…,Sueño contigo, con tus manos viejas, tanto que podrían sostener al mundo, con ese beso en el que muerdo miles de recuerdos, recuerdos placenteros que datan de tiempos que ya no existen, un beso que me deja un sabor dulce, tanto que miles de abejas se acercan a besar tu dulzor, sueño con tus bosques de selva, con tu paso silencioso, con un pelo que carga fuerza para mil batallas más. Sueño con el tacto quedo, con un aroma que extasía mi cuerpo, con unos ojos que tragan todo mi destierro. A veces, sueño contigo y me pierdo en ti.

Hay días…

Hay días en que las letras cabalgan en mis dedos y no tengo el tiempo para soltarlas en un prado de papeles vestidos de espera. Pero aún así, rápido y sin mucho meditar suelto unas pocas para poder respirar más libremente.

Hoy ha sido uno de esos días en que me despliego por el mundo como una mancha celeste, veo como aparecen los brotes en las esquinas de los caminos todos, caminos de los que me transitan, de los que se bañan en mis ojos, de aquellos que silenciosos me buscan, y mi mancha de celeste y mi cuerpo de nube me arrebatan de vida. Hay días asi…