Encontré este artículo que me gustó mucho, creo que una de las cosas más valiosas que en este momento poseemos, es tener la capacidad de elegir, dónde buscar y por cual camino transitar hasta encontrar un nuevo descanso donde detenernos y observar. Esto nos plantea una nueva alternativa, pero lo más valioso, es elegir lo que nos pueda hacer sentido para tomarlo y con ello, dejar de lado lo que no resuene en nuestro interior.
La cantidad de información que llega al cerebro proveniente de los órganos de los sentidos es de 11 millones de bits por segundo, pero la capacidad de información de nuestra consciencia no sobrepasa los 45 bits por segundo. Esto significa que la inmensa mayoría de nuestra actividad cerebral es inconsciente. Sin embargo, el llamado yo consciente piensa que todo lo que sucede está bajo la iluminación de la consciencia. De la misma manera que no se ha podido constatar la existencia de ese yo en ninguna parte del cerebro, es muy probable que la libertad sea también una ilusión, una construcción cerebral, ya que esa libertad va unida al yo consciente. Por Francisco J. Rubia.
La mayoría de nosotros cree que, a no ser que estemos bajo coacción o sufriendo por una enfermedad mental, todos tenemos la capacidad de tomar decisiones y hacer elecciones libremente. Con otras palabras: que estamos en posesión de lo que llamamos “libre albedrío” o voluntad libre. Que no dependemos de fuerzas físicas, ni del destino, ni de Dios. Que nuestro yo es el que decide y elige.
No obstante, parece que la neurociencia moderna piensa, al menos una parte de los neurocientíficos entre los que me encuentro, que esa creencia no es más que una ilusión, de manera que el fantasma de la falta de libertad nos acecha.
Parece evidente que nuestras decisiones y elecciones son el resultado de toda una serie de factores sobre los que no tenemos ningún control consciente: la Sigue leyendo
La glándula pineal es un centro de poder superior, asociado al tercer ojo, la visión del Cíclope, el ojo Horus, el poder de Dios. Biológicamente, en su condición de glándula, secreta la melatonina. El método de activación de la glándula pineal aquí propuesto es, sin lugar a dudas, una herramienta vanguardista: Ciencia y Espíritu se unen para permitir al ser humano ir más allá de ese apenas 10% en que utiliza su capacidad cerebral», promueve el libro El cielo está abierto de Fresia Castro.
Este físico, nos muestra la posibilidad de vernos como receptores y emisores de energía constante, que intercambia información para construir el futuro.