Cultura, Libros


 

Jonathan Wolsten

El escritor y el lanzamiento de un nuevo libro. 
Hoy, esta noche, las calles se empaparon de letras, el pavimento estaba tibio a pesar del frío que esta entrando por las rendijas de Santiago, el otoño se hace notar ya en Chile, las ciudades en invierno se hacen, tenues, lentas, apacibles, como palomas desterradas de un océano cálido.
Sin embargo hoy…, ya de regreso con mi hermana, la única que me quiso o pudo acompañar a el lanzamiento de un nuevo libro que asoma a la vida en este Chile hermoso, me resbale por la noche a través de sus calles, y todo parecía más tibio. Me gusta respirar los días o noches cuando las siento así, vivos.
Mientras manejaba noté que mi  hermana estaba un tanto pálida, con sus pequeñas manos apretadas y su boca con una mueca de desagrado, ésto, por la forma irresponsable, según ella, con la que yo conducía, obviamente yo no opinaba lo mismo, por el contrario, me encuentro una conductora osada pero experta, – «me tienes histérica» – me dijo por fin con un hilillo de voz, ésto después de enfrentar un bus que irrespetuosamente se me tiro encima en la rotonda Pérez Zujovic – suele sucederle al copiloto, le dije con voz pausada, ¡relájate y confía en mí! -, quería seguir conversando con ella, mal que mal, nos vemos tan poco, ella no es asidua al mundo literario, sólo va a eventos que tienen relación con algún libro en los que yo participo y eso, por supuesto que es por amor y no por otro interés, por lo tanto quería saber su opinión y percepción del evento al que acabábamos de ir.

Le explicaba que un nuevo libro es siempre un acontecimiento para la cultura de un país, la gente que asiste a estos «encuentros literarios» respira al escritor homenajeado, aún cuando sea el libro el principal protagonista, también debe serlo su autor,  sin importar si el libro es de nuestro gusto, si el genero nos es agradable. Lo destacable de todo esto es, que un ser humano ha dedicado tiempo y esfuerzo al realizar ese libro, ha gastado horas, castigado a los que ama con su aislamiento y desvelo en escribirlo, lo curioso es que no me queda claro si él se da cuenta que despues de todo ese dolor placentero, se ha convertido en un ser humano más valioso,  interesante, más profundo. Por lo tanto, ¡bien por ellos!, bien por todos los autores de poesía, cuento, novela que gozan de un cierto anonimato y de una excelente calidad literaria, como el de anoche, bien también por los que son conocidos, y no son de calidad, bien por los que desbordan talento.
El escritor es un hombre solitario, pasa las horas rumiando solo con sus palabras, atesorando cada vivencia, imagen, acontecimiento que se cruza en su día e imaginando una trama para ese próximo cuento que sus manos han de parir. Es un hombre (mujer) observador, y generalmente callado, transita por las venas de sus pares, por la sangre de su ciudad, por las heridas de su historia sin que ya, pueda evitarlo, una vez se hace amante de la pluma, el cambio es irremediable.

Por otro lado, le decía a mi hermana con ojos agradecidos por haberme acompañado, que me regocijo en aquellos que no son asiduos y aún así entregan su apoyo a estos eventos, haciendo un sacrificio en tiempo y tal vez algo de dinero al comprar ese nuevo libro, que muchas veces cuesta diez veces menos que lo que costará en una librería más tarde, asistiendo. Estoy segura que para esas personas después de eso, las calles serán más amigables, la luna se maquillará de gala, y los recovecos que encierran las enmarañadas raíces de nuestra letanía, se relajarán ante una nueva alternativa donde admirarnos.
Espero que cada nuevo libro que de a luz una editorial, cualquiera sea esta y cualquiera sean sus fines, llegué con fuerza a tocar esos horizonte donde sólo una mente imaginativa y creativa puede escalar, vistiendo de fiesta la palabra, plasmando parte de su historia en una hoja.
Bien por el espacio a cualquier evento que haga de nuestra cultura un ser viviente. ¡Vivan los libros!, viva la cultura de un país!
A todos los escritores, ¡Felicidades por su minuto de gloria!, que el tiempo se abra muchas veces ante ellos y puedan seguir por mucho tiempo más jugando a ser arquitectos de letras en un país de poetas.

 

Un pensamiento en “Cultura, Libros

  1. LOLA DESNUDA EN EL ESPEJO
    Presentador: Bienvenidos, mientras se encienden los faroles rojos les cuento que entre la selecta concurrencia de adivinos y hampones, tenemos a a la hermosa lola, quien se ha convertido en la díva cenil de Buenos Aires, como siempre acompañada del proxeneta de Salomón Borrasca, un poeta varado que a sus ochenta años no ha logrado ser conocido en su propia casa. Bienvenida lola, el público te aclama, de lectura a tus versos borrascosos.

    BEBDITA MASTURBACIÓN

    Mis frutas azabaches
    carnosas y maduras
    como un racimo de uvas
    carbones encendidos,
    riegan sus mieles tibias
    creando un mar de espuma
    entre los dedos mios.
    SALOMÓN BORRASCA

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