Poesía, Patricia Gomez

El amado

No se si es más…,
el rumor de la noche
que se enjuga el llanto
en el halito divino del amado

… o el gorjeo del ave
cuando muere su canto
al quebrarse la mañana.

No sé si es más…,
el ronco crepitar del mar
cuando se estrella violento con las rocas,
que vestidas de luna y henchidas de gozo
celebran nupcias cada noche con el agua.

No sé…,
no sé¡ si es Dios hablándome en susurros
que una fuerza ajena a este mundo,
me impele a crear la morada de mi cuerpo
en el cuenco divino de tu mano.

…tal vez, es sólo el sonido del pecado
cuando rasga en premura la agonía
de saberse prohibido…

O es el llamado de mi nombre
Al morir en boca 
del amado

ME PROVOCA, PATRICIA GOMEZ

ME PROVOCA

Me provoca tu beso
y el grueso de tus labios.
Me provoca tu sonrisa,
y esa mirada infinita
que se escapa de tus ojos,
al solo imaginarlos.
Me provocan tu boca
haciendo piruetas en mi vientre,
y tus dedos suaves
bordándome lirios en la espalda.

Me provoca tu pecho ¡todo entero
derramándose en el mío!,
tu vejez exquisita plena
de experiencia
silenciando mi palabra.

Me provoca tu delirio y tu silencio,
tus manos, todas ellas me provocan
¡no sabes cuanto!

Ay cariño, si todo tú…,
toda entera me provocas,
tanto…, que haces
desbordar mi alma
de tanto provocarme.