El amado
No se si es más…,
el rumor de la noche
que se enjuga el llanto
en el halito divino del amado
… o el gorjeo del ave
cuando muere su canto
al quebrarse la mañana.
No sé si es más…,
el ronco crepitar del mar
cuando se estrella violento con las rocas,
que vestidas de luna y henchidas de gozo
celebran nupcias cada noche con el agua.
No sé…,
no sé¡ si es Dios hablándome en susurros
que una fuerza ajena a este mundo,
me impele a crear la morada de mi cuerpo
en el cuenco divino de tu mano.
…tal vez, es sólo el sonido del pecado
cuando rasga en premura la agonía
de saberse prohibido…
O es el llamado de mi nombre
Al morir en boca
del amado