Noche de tertulias

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Paz Molina, Lila Calderon, Tertulia 21 de Julio 

Paz Molina - Lila Calderon

 

Paz Molina, Lila Calderón, dos poetas que van dejando huella. La tertulia de anoche, martes 21 de Julio, fue una de esas que te dejan con el alma plena. Llovía con fuerza y el frío sólo te invitaba a no hacer nada, tal vez a estar con los dedos quietos y el silencio escarbando en algún rincón un poco de calor y de quietud, por lo tanto, me imaginé irían solo unas pocas almas fieles a nuestra poesía, no me importaba, pensé en mí y en que podría disfrutar una noche de buena poesía. . Me equivoqué rotundamente. El lugar se llenó.

Como siempre contamos con música, Ronald (compositor, profesor e interprete de piano) llevó a dos de sus alumnos, al principio los miramos como quien mira a un par de adolescentes sin mucha fe, pero que agradable fue comprobar que eran más que eso, mucho más. Eran dos adolescentes extraordinariamente capaces y virtuosos. Abrió la noche Raúl Araya , lleva apenas un año de estudio y a pesar de que estaba un poco nervioso sus dedos corrían con agilidad sobre el teclado entregando como resultado una excelente interpretación.

Lila Calderon, amena, extrovertida, con un excelente material que entregar, nos deleitó con su trabajo. Leyó varios de sus poemas, maravillosos y vivos. Un poco de prosa poética de su próximo libro. Un encanto de poeta, una maravillosa mujer.

Después del acostumbrado intermedio le tocó el turno de deleitarnos con dos piezas de piano a Felipe Torres, sencillamente nos deslumbró, con apenas 15 años interpretó magistralmente, sus dedos desaparecían en el teclado marcando escaleras que nos llevaban al deleite musical. Todos escuchamos con respeto. Que gusto da ver a estos jóvenes cultivando las artes. Realmente quedé con una sonrisa que me abrigo durante toda la noche.

Paz Molina, ella, toda fuerte, toda viva, toda poeta. Una gran poeta. Una Paz Molina que nos entregó poemas como historia de Ángeles, La Palabra y más. Al escucharla no te queda otra opción que estar en silencio, en un quieto y sosegado, en un admirado silencio. Le preguntaron, ¿Qué es la muerte para ti?, “Una infeliz, me resisto a morir y a que se mueran los otros. Amo la vida y no creo en la muerte”. Creo que con esa fuerza, no podría ser de otra manera, pensar que la muerte en una infeliz! jeje.

Nos acompañaron los poetas Marcelo Jarpa, Theodoro Elssaca, Paulo de Jolly, Blanca del Río, Ana María Vieira, Cristina Larco entre otros muchos amigos.

La tertulia de anoche, fue una de esas que me dejan el alma en paz. Vida, una vez más, labor cumplida.

 

Paz Molina, Historias de ángel

Historia de Ángel II

Yo quiero una mujer para apagar mis ansias,
dijo el ángel, y un gesto obsceno le oscureció el semblante.
Estoy harto de alas y miriñaques,
ahora quiero deshonrar mi estirpe entumecida.

Quiero unos pechos vastos, formidables
en extensión incierta como pensamientos humanos;
que se hundan en ellos mis torpes manos pudibundas.
Mis antiguas plegarias han de ser besos y saliva.

Quiero una inconfesable lujuria.
Se subleva mi espíritu macilento
mi espalda sudorosa se inclina sobre un cuerpo
que parece ardorosa convulsión del infierno

Quiero un goce satánico
dos piernas que agonicen de estertor
y dos manos que perturben mi agónico sentido.

No recuerden mis cánticos.
Mis alas están yertas.
Tan sólo quiero una mujer
y su nefasta dulcedumbre.

Paz Molina

Prestigiosa poeta chilena, nace en 1945 en Santiago, inicia estudios de Bellas Artes y teatro en la universidad de Chile. Discipula de maestros como Miguel Arteche, Enrique Lafourcade, Martín Cerda. Sus novelas aún inéditas han obtenido distinciones «Paradero 28º», 2º premio Pedro de Oña, «Apuntes para una sombra» Mención Honrosa Andres Bello y mención en Juegos Literarios Gabriela Mistral. Durante 1992 – 93 forma parte del directorio Ateneo de Santiago. Dejo dos poemas a modo de muestra, iremos conociendo más a esta estupenda poeta Chilena.

 

Belleza
Agriada en mi belleza
cautiva de mi sombra
espejo de lo múltiple
me invoco.
Golpeo a mi ventana y no me escucho
No viene nadie cuando me detengo
Mirando atrás volviéndome a lo muerto
Y preguntando.

Deberes


Pronunciando el vértigo
ha de alzarse la mano promisoria
en llave afín de cielo

Cundida el ansia
debe izarse la brújula
hasta lo puro

Suelto el afán
Hecha constancia la cabriola
debe amarse la vida
y su conducta efímera