¿Por qué escribo?
¿Por qué escribo?
Escribo para el agua
que corre hambrienta por la tierra,
por los dioses que habitan en mis cerros,
(aquellos que se empinan en mi sangre,
partiéndome los días con su espera).
Escribo,
por aquello que veo y me duele de la vida,
por el dolor que camina cabizbajo por mi lado,
por los pobres, ¡los podridamente pobres!,
aquellos que lloran por migajas de alimento,
los que rompen la palabra con los ojos,
los que mueren en la misma tierra nuestra,
pero solos…, ¡Dios, abísmantemente solos!
¿y el mundo? los mira indiferente,
sentado desde un palco de ironía.
Escribo por aquellos,
que están secos de esperanza.
Con el llanto derretido en las pupilas.
Con el miedo lacerándoles el alma.
Escribo para ti, si, para ti
que juegas con mi piel sin saberla de tus labios,
jamás canela de tus aguas, nunca miel de tus panales.
Y aún así, escribo para ti.
Escribo en el destiempo de un espacio,
Con un violín emancipándose en mi mano,
por la ira que se frunce en mi lamento.
Escribo en las sombras de la muerte
En la vida que brota de mi vientre.
Por la risa que me entrega un mar ajeno.
Escribo a la mujer,
Para ti mujer que lates en mis poros
a través de siglos de vivencias,
por ti y para ti, hembra, fémina, ¡gigante!
que lates hierofante en mi vientre de manceba,
en la de fiera herida,
en la de vid inagotable, en la sumisa.
Por aquellas que mueren en manos de sus machos,
los rudos, fuertes, ¡sus hombres!.
En la que arde en su celo por las noches.
La que hurta del lamento, un poco de alegría.
Escribo para ti, mi Dios, que aún sin forma
me mueves por completo.
Por los libros que se apilan en mi estante,
a mis ojos que se gastan
despacio entre las letras
tan quedos y despacio,
a través de un tiempo inexistente.
Escribo para no morir en la palabra,
escribo porque de otra forma
moriría…, de tristeza.
La vida no nos puede pedir que hagamos mucho, si tan solo desgastamos la vida con un poema, para que alguien más viva, para que alguien se levante y viva y para que los muertos también vivan. Para que este mundo sea solo de los niños, porque solo a ellos pertenece.
Un poema, una ilusión Patricia.
Chinasklauzz
Es verdad amigo, la vida no nos puede pedir nada, pero nos mira desde su quietud esperando a ver que hacemos con lo poco que tenemos, que no es más que nuestra propia consciencia.
Mientras elegía las fotos que pondría en el pots, y vi tantas, las lágrimas corrían por mi cara, pensando, Dios, y yo no hago nada, y a veces, los seres humanos tenemos el descaro de lamentarnos por lo que nos toca, habiéndo tantos, tantos que no tienen nada. Ver a un hijo morir de hambre, morir porque no es atendido por un médico y no poder hacer ¡Nada!, eso es dolor, tener la piel pegandose a los huesos mientras otros desperdiciamos tanta comida, eso, es ¡un crimen!, tener la mirada seca porque ya el vacío se adueño de tu alma, eso…, eso es la muerte.
Un abrazo, Patricia
Gracias por dar muestras de tu compromiso, una y ota vez, Patricia.
Es un ideal noble el tuyo, y, a veces, sirve para cambiar algunas cosas; que, aunque sean mínimas a nivel cuantitativo, suman exponencialmente para lograr una necesaria transformación de ciertas sub-realidades tristemente desagarradoras…
Un Gran Abrazo, Aquileana 🙂
Querida Aquileana, me alegra cuando te veo rondando por acá, tienes tanto a cuestas que hace de esta página un lugar más completo, con más sentido.
Un abrazo a tu humanidad y a tu basto conocimiento de lo que ha dejado el hombre como herencia.
PAtricia
Me encata tu blog. colaborame y dime si voy por buen camino con este poema.
SOLO
Ni la oscuridad vetusta
ni el vacío en su infinita nada
sufren tan inconmensurable pena.
¡Solo! solo muero mientras el alba
raya mi sanguinolenta vista.
¡Ay, qué sollozando mi alma evoca!
el afable roce de unos senos
ya en la lontananza aquilatados
la ausencia le da título de ajenos.
¡Ah, qué famélico espero…!
el sosiego de una tibia caricia
que a este espíritu turbado, jamás tocado,
atorgue diosa sibarita.
Quizá si morir pudiera…
Mas sólo muero en veleidades
¡Acaso un instinto que me alienta!
En la espera de…
(Ervin agudelo)
Querido Erwin, sin comentarios, tu poesía es preciosa y la expongo orgullosa.
Un saludo cá
Sólo estoy de visita, leyendo un poco aquí y allá. Soy poeta también, igual que tú, sufriendo la existencia.
Un abrazo.
Óscar Distéfano
jaja, asi es mi querido Oscar, la existencia no es otra cosa que la suma de los momentos que nos hacen tomar consciencia del sufrimiento, del amor, del dolor, de lo que somos.
Un abrazo a tu pluma, ojala podamos leer algo.
Patricia
Escribes Patricia, para arder
y en el crepitar de las palabras
se incendia tu verdad y nos incendias de ternura
Arder. solamante arder, y seguir escarbando
el tiempo
Ojala pueda hacerlo Hernan, la vida con sus dolore a veces…, me hace tiritar de miedo, miedo de pasar por ella sin hacer nada.
Gracias por leerme y soy un poco más me feliz por saber que te haya gustado este poema, ya que a mi también me gusta jeje.
Un abrazo, Patricia
Es bello el poema pero creo que existe posibilidad de poder luchar encontra de la pobreza si hubieran personas que se unan con un sentimiento de AMOR puro para ayudar a tantas personas que hoy sufren y con la ayuda del DIOS todopoderoso que es nuestro señor podriamos hacer mucho, entiendo que puede ser dificil pero el amor al projimo puede superar cualquier barrera, un saludo a todos y gracias por leer este mesaje que DIOS los bendiga y los guarde por que solo el tiene el poder para tranformar y cambiar las vidas y las tristesas en alegria
Hace un tiempo me extrañaba con aires de familia una prosa de Patricia Gomez sobre Rene Guenon y un dialogo con un amigo, Wasil o Yerbouti; luego tope con prosas pitagoricas cortazarianas de AQUILEANA y la confundi con Patricia en un comentario a mi amigo; ahora las encuentro juntas, aqui, en esta confluencia de estrellas, panes, hambres y projimos remotos…
Mi estimado, mientras uno encuentre algo que lo sorprenda, estamos por buen camino. Un saludo afectuoso para nuestro común amigo. Ha sido una de las personas que ha dejado huella en este blog.
Gracias Patricia: Le hare llegar su afecto a nuestro comun amigo.