Poesía infantil universal


Para Millina pequeña, Gorok y tantos niños que me gustaría abrazar…

EL ROMANCE DE LA NIÑA NEGRA.  (Luis Cané)

(Con este, llorabamos cada vez que mi madre lo recitaba, ¡¡que terrible!!)

Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en la puerta de su casa
estaba la niña negra.

Un erguido moño blanco
decoraba su cabeza;
collares de cuentas rojas
en su garganta dan vueltas.

Las otras niñas del barrio
juegan en la vereda;
las otras niñas del barrio
no quieren jugar con ella.

Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un silencio sin lágrimas,
lloraba la niña negra.

Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un féretro de pino
reposa la niña negra.

A la presencia de Dios
un ángel blanco la lleva;
la niña negra no sabe
si ha de estar triste o contenta.

Dios la mira dulcemente,
le acaricia la cabeza
y hermosas alas blancas
a sus espaldas sujeta.

Los dientes de mazamorra
brillan en la niña negra.
Dios llama a los ángeles
y dice: «Jugad con ella».

 

Margarita (Rubén Darío)

Margarita, está linda la mar,
y el viento
Ileva esencia sutil de azahar;

yo siento
en el alma una alondra cantar
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?»

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
iQué locura! iQué capricho!
El Señor se va a enojar».

Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey ropas brillantes
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar
y el viento
Ileva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

 

Si están con tiempo y quieren leer una maravilla, les dejo este. El violín de Yanko.

6 pensamientos en “Poesía infantil universal

  1. Preciosos querida. Los imprimiré y se los leeré esta misma noche a la Princesa Sol, de parte de la Tía Pati. Gracias.

    Margarita es muy especial. Mi abuela, que fue mi mamá en un sentido… o en muchos, me lo habrá recitado algunas mil veces o más, para dormir. Me encantaba, me lo sabía de memoria y le pedía «bis, bis!» No puedo leerlo sin oír su voz pausada y tierna, bastante joven en esa época… Luego se lo aprendió mi hijo. Él se crió entre Queen (lo dormía todas las noches frente a la computadora con canciones de Queen, y no sólo las más «suaves»… a veces Stairway to Heaven de Led Zeppelin también… nadie me lo cree, pero es verdad, lo más increíble es que se dormía el pobre!!! A mi hija le tocó un repertorio similar, que también incluía a Rod Stewart.) Bueno, le leí ese poema también muchas veces para dormirlo, (nunca se duermen, todo lo contrario). Al final se lo aprendió. Ya no se acuerda, se lo pregunté el otro día. Ahora le toca a la princesa.

    Ah! También les cantaba «duerme duerme negrito» por supuesto, con una pequeña variación: donde dice «y si el negro no se duerme, viene el diablo blanco y Zas! le come la patita chacapumba chacapumba…» yo les cantaba «y si —- (su nombre) no se duerme, viene un siquiatra y Zas! le come la patica chacapumba chacapumba…» Jajaja! El grande ya sabe lo que es, pero la chiquita debe pensar que es una especie de monstruo con espinas y alas de murciélago al menos, jajaja! Bueno, lamentablemnente no está tan lejos de la verdad.

    Gracias otra vez. Te dejo uno de mis favoritos del género, bueno no estoy segura que sea del género, tú dirás:

    Para un príncipe enano
    Se hace esta fiesta.
    Tiene guedejas rubias,
    Blandas guedejas;
    Por sobre el hombro blanco
    Luengas le cuelgan.
    Sus dos ojos parecen
    Estrellas negras:
    Vuelan, brillan, palpitan,
    Relampaguean!
    El para mí es corona,
    Almohada, espuela.
    Mi mano, que así embrida
    Potros y hienas,
    Va, mansa y obediente,
    Donde él la lleva.
    Si el ceño frunce, temo;
    Si se me queja,-
    Cual de mujer, mi rostro
    Nieve se trueca;
    Su sangre, pues, anima
    Mis flacas venas:
    ¡Con su gozo mi sangre
    Se hincha, o se seca!
    Para un príncipe enano
    Se hace esta fiesta.

    ¡Venga mi caballero
    Por esta senda!
    ¡Entrese mi tirano
    Por esta cueva!
    Tal es, cuando a mis ojos
    Su imagen llega,
    Cual si en lóbrego antro
    Pálida estrella,
    Con fulgores de ópalo,
    Todo vistiera.
    A su paso la sombra
    Matices muestra,
    Como al Sol que las hiere
    Las nubes negras.
    ¡Heme ya, puesto en armas,
    En la pelea!
    Quiere el príncipe enano
    Que a luchar vuelva:
    ¡El para mí es corona
    Almohada, espuela!
    Y como el Sol, quebrando
    Las nubes negras,
    En banda de colores
    La sombra trueca,-
    El, al tocarla, borda
    En la onda espesa
    Mi banda de batalla
    Roja y violeta.
    ¿Conque mi dueño quiere
    Que a vivir vuelva?
    ¡Venga mi caballero
    Por esta senda!
    ¡Entrese mi tirano
    Por esta cueva!
    ¡Déjenme que la vida
    A él, a él ofrezca!
    Para un príncipe enano
    Se hace esta fiesta.

    Príncipe enano
    José Martí

  2. No tenía duda que la conocías, tenía que ser así, espero tu pequeño lucero la disfrute como lo hicimos nosotros, nuestras madres y tantas mujeres de este maravilloso planeta.

    La de Martí, la había leído pero hace mucho,al avanzar se me hizo familiar, es hermosísima. Tal vez no sea muy infantil por su temática pero si por su armonica musicalidad no lo crees?
    Besos

  3. Gorokiña, espero que ya haya amainado esa lluvia y así les deje respirar lo que les queda de verano, aunque no tengo duda que te las has arreglado para pasar una tarde entretenida. Besos inmensos.

  4. Uuuuy, qué terrible, como tú misma dices, el primer poema… ¡Es espantoso a pesar de la belleza de la forma! Ahora yo estoy igual que Milla: Hay un error sin duda en el primer verso de la última estrofa: debe decir «mazamorra». Después alguien más lo copia de ti y se sigue reproduciendo como los virus. Y dentro de 200 años ya no podremos entendernos unos a otros… ¿te imaginas? Bueno, puedo entender por qué lloraban ambas.

    Preciosos los otros dos, el de Darío y el de Martí. Más que preciosos, maravillosos.

  5. jaja, siiii Karenina, tienes toda la razón y no había pensado en ese efecto cadena, alguien vendrá a copiarlo de acá y se lo llevará malo, lo arreglaré de inmediato para romper esa cadena.

    Disculpa la demora en responder pero he tenido dos días full.
    Besitos.

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