Siguiendo el camino con Krishnamurti
Siempre que ando un poco perdida, perdida en el mundo o de mi misma, me gusta leer a Krishnamurti, me ayuda a pensar y luego a dejar pensar, para SER y magicamente, todo se torna más claro.
Comparto con uds un ensayo de su vida que me gustó mucho.
Recalco dos párrafos que sintetizan parte importante de su ideología.
«Cada quien debe encontrar, la luz dentro de sí mismo, de ningún modo sustentado en maestros, gurús o presuntos iluminados que esclavicen a sus adeptos y seguidores.»
«No hay según él, diferencia entre el observador y lo observado: somos el día y la noche, cuando percibimos su frescura y oscuridad y cuando dormimos, también somos la negrura de sus sombras; somos el mundo, cuando lo miramos: el ojo y el paisaje al que éste admira. Somos el pecado y la virtud»
Escrito por: Carlos Filiberto Cuellar
La Libertad Primera y Última de Jiddu Krishnamurti representó un gran reto para mí. Me costó mucho trabajo leerlo, pese a la sencillez excesiva y descomunal con que está redactado. Cosa que desde el inicio, pone a prueba los esquemas mentales de cualquier lector o escucha del sabio hindú. ¿Cómo es que un libro paradójicamente sencillo en su escritura, modesto en la construcción de sus frases y párrafos, y que por otro lado predica la simplicidad, la humildad y la libertad interiores, resulta tan difícil de ser comprendido y más aún, de ser practicadas sus enseñanzas? Probablemente se cumple con la lectura del mismo, algo que advierte Krishnamurti en esta y otras obras a cada paso: “La sencillez es lo más difícil de conseguir”. Es precisamente el meollo de todo este asunto.
Hubo dos intentos fallidos por leerlo. El primero fue en 1994, cuando contaba 17 años y participaba en un taller sobre Interpretación de Sueños en la universidad ITESO. Un prestigioso psicoanalista se escandalizó al descubrirme leyéndolo en el pasillo de aquella escuela. Me dijo en tono sobreactuado que mi vida y mi alma peligraban ante semejante lectura. El incuestionable aunque histriónico freudiano me advirtió que ese libro, junto con todas las obras de Erich Fromm y Jean Paul Sartre, eran los causantes de los suicidios de muchos jóvenes en Europa y Sigue leyendo