Lanzamiento libro, Marco Aurelio Rodríguez
El Miércoles de la semana pasada se realizó el lanzamiento del libro «El Árbol Parlante» de Marco Aurelio Rodríguez, fue en el Pub Thelonius, mismo lugar que se lanzó mi último libro por lo tanto, tenía un calorcillo especial. La tarde estaba espectacular, me acompañaron dos amigos muy queridos, el poeta Manuel Andros y Rodolfo Pardo. Había un público importante lo que hacía que el evento latiera por sì solo. Presentaron Amante Eledin Parraguez y Reinaldo Marchant, dos hombres que he aprendido a conocer a través de su obra y de su extraordinaria riqueza humana, creo que cuando una de esas dos características falta, la otra se opaca hasta quedar sin voz. Condujo, Mauricio Barrientos.
Como broche, un dueto de jazzistas, ambos alumnos de Marco Aurelio quienes nos deleitaron con dos exquisitas piezas de jazz.
De Marco Aurelio y su obra, (creo que un libro es la consecuencia del ser humano que lo escribe), me quedé con esa sensación de placidez, de contento. Ver a un escritor que se entrega por completo a lo que ama, es realmente gratificante. Pude traspasar su personalidad y «tocar» la placidez que recorría su interior por ver nacer a este esperado «hijo», que según nos contó, nació al poco tiempo de uno de carne y sangre.
Este autor ya tiene dos estupendos libros en su mochila cultural, «Antología de los Poetas Malditos», obra no fácil de compilar, y «Nubes para rellenar paisajes que en verdad resulten» un texto en el cual hay que detenerse y caminarlo con suavidad para poder vivirlo. Ya hablaremos de èl.
Haciendo un comentario poco profundo, (el escaso tiempo me permite, por ahora, sólo eso) en «El árbol parlante» de Marco Aurelio Rodríguez podemos encontrar una pieza de singular cuidado, en él expresa un análisis dinámico, fácil y amigable para un publico no necesariamente literato de seguir, donde va dando pincelazos al azar de la historia y sus personajes entregados a modo de ensayos digeribles y diría que hasta apetitosos. Al menos yo los saboree acompañada de un buen Carmenère, espero Ud. amigable lector, haga los mismo.
Algunos de estos textos también los puede encontrar en las bibliotecas de los Cafés literarios de Providencia y Parque Bustamante.