Silencios


Hay tiempos en los que no hay mucho que decir, a veces sucede, y cuando no es importante o sirve de algo lo dicho, es mejor guardar silencio…, eso es lo que estoy haciendo, sin embargo miro, miro y escucho el palpitar de mi vida y de los que de alguna manera y forma me acompañan, escucho silenciosamente los latidos de la tierra y de las formas que moran en ella, aún cuando el tiempo se ha detenido.

La mesa está tan silenciosa como yo, sobre ella dejo una pluma de la cual resbala una pequeña mancha de tinta que se esparce milimétricamente dibujando una huella tan delgada que podría desaparecer en tan solo una fracción del tiempo, ahhh el tiempo!!, si existiera el tiempo…

La ventana me regala un rayo de luz, se resbalan unas pelusas imperceptibles a la mirada cotidiana, o esa mirada que tal vez no tiene ganas de detenerse en las cosas “sin importancia”.

Me pego por unos segundos en las ranuras de la madera, es una mesa vieja de madera que adoro, es una mesa que sostiene el paso del tiempo sin inmutarse, es una mesa llena de silencios, de tiempo inexistente y de nudos que parecen arboles vivos.

6 pensamientos en “Silencios

  1. Pat;

    Poesía en estado puro, a partir de las existencias cotidianas la palabra se proyecar develando la esencia,insondable, supra-histórica, a-tópica…

    Desvaríos fenomenológicos: mis favoritos…

    Un abrazo celebrado, Aquileana 😉

  2. querida patty en nuestros silencios nos aparece la inocencia y estamos mas cerca de nuestro origen natural
    que estado supremo y profundo cuando el silencio no grita solo es silencio!!!
    un abrazo ernesto…

  3. Patricia cuanta razón tienes. Hoy sin ir más lejos decidí guardar silencio por unos dias para no alterar a mis seres queridos. También me has pillado observando las vetas de mi mesa, siempre fiel y apoyando mi escritura como tan bien describes. Un cordial saludo

  4. Aquileana, coincidimos, desvaríos fenomenológicos, también mis favoritos, a ratos me dejo llevar por ellos y me place.
    Un abrazo para ti.

    Charlotte, sí, siempre es bueno detenerse. Gracias por pasar.

    Ernesto querido, creo que cuando logramos darnos cuenta de que estamos en silencio por el solo hecho de quererlo, de apreciar los beneficios, de sentir su plenitud es algo que vale la pena sentarse frente a él y gozarlo. Sé que entiendes lo qeu te digo, un fuerte abrazo para mi amigo Ernesto de Argentina 😉

    Liz… me encanta esa palabra, «azoro».. gracias por pasar querida poeta.

    Concha, que bueno que pudiste detenerte, siempre es bueno para mirar atrás. Un abrazo.

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