Hoy llegué a casa después de estar fuera de Santiago por el fin de semana, mis hijos se quedaron acá, tenían sus panoramas, ¡adolecentes y esa maravillosa juventud…!
Después de ordenar algunas cosas prendí mi computador y se asomó una hoja de Word que quedó abierta, era un ensayo corto de un tema por demás interesante, rápidamente me di cuenta que no fue pedido por la universidad, no, era un escrito de esos que salen por necesidad interior. Partía así.
“NO EXISTEN LAS CASUALIDADES, POR NICOLAS B.
”A continuación demostraré mediante un ejemplo que las casualidades no existen y que todo está en movimiento, en cada segundo, en cada instante…”
Lo leí completo, interesada y prestando toda la atención que merecía, quedé sorprendida. Él estudia Ing. Comercial, sin entrar en detalles, no es la carrera de sus sueños pero la ha caminado con altura de miras. Él en realidad tiene alma de idealista, buscador, no sé…, de esos seres que tiene que encontrar sentido y valor a las cosas. Está aprendiendo a ver y buscar una realidad que le de paz, comete errores, está creciendo y mientras lo hace, necesita caminar el trecho Sigue leyendo