Reflexiones en tiempos de pandemia I


LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SU RESPONSABILIDAD ÉTICA E HISTORICA

En estos tiempos de caos y separación, donde todo es, por decir lo menos, confuso e incierto.  Donde los difíciles acontecimientos nos han robado meses, años de vida plena, sobre todo a niños, adolecentes y jóvenes que tienen tanto que experimentar y asombrarse, descubrir y compartir.

He visto a niños llorar porque no quieren ir con sus pequeños rostros cubiertos, y otros, abrazar a muñecas son sus rostros tapados, ¡que desastre!. Tiempos en que se les ha separado de otros, como ellos, niños que deben descubrir el universo a través de cada pequeña piedra, de racimos de tierra esparcidas en parques, juegos, y por sobre todo, otros niños que como ellos, anhelan compartir una carrera improvisada tras un juguete solitario en un parque cualquiera.

Son tiempos extraños, donde el que piensa distinto a ti pasa a ser ignorante o “tarado” como leí por ahí. Son tiempos quebrados, tal vez irreparables…, tiempos donde un altísimo nivel de la población mundial se rige por lo que les informan los medios. ¡Que magna responsabilidad!. Que increíble responsabilidad para ese ser humano que está tras la cámara, el micrófono, la pantalla. En él o ella recae la responsabilidad de guiar a una masa de personas que aceptan lo que se les dice sin el menor cuestionamiento. En él o ella recae el peso de obedecer el libreto aun cuando pueda parecer inadecuado o estar en desacuerdo. Sabrán realmente lo que eso significa a nivel espiritual. ¿Manejar el destino de millones? Confío en que siempre se rijan por una moral que de paz a su alma.

No importa si existe o no un virus tan letal como se nos señala, no importa si hay o no una manipulación de masas a través de todos estos eventos, o si la mascarilla y la cuarentena realmente son eficientes o si ya nadie más muere de otra cosa que no sea cov i d

La verdad es que poco importa a estas alturas, ya las cartas se tiraron. Creo que ahora lo único que realmente importa es qué hacemos individualmente con la mochila que cargamos. Cuán amorosos aprendemos a ser con quien piensa distinto, cuanto nivel evolutivo logramos al no etiquetar o descalificar. Tal vez, sólo tal vez, obviar por un instante inexacto de tiempo que somos uno y que estamos maravillosamente unidos, para así podamos aceptar que ese otro ser humano, con su vasto universo, simplemente ve las cosas desde otro ángulo. La misma escena, la misma obra, sólo…, observa desde otro ángulo y tal vez, tal vez ve algo que a nosotros se nos escapa. A estas alturas creo que sólo nos resta dejar nuestros temores, egoísmos y nos aceptemos amorosamente con nuestras diferencias. Pero pos sobre todo, que nos cuidemos como humanidad, que defendamos con furia aquello que nos hace únicos, maravillosamente únicos, el poder de elegir.

3 pensamientos en “Reflexiones en tiempos de pandemia I

  1. Que acertividaf , querida Patricia . Cada día ,veo a padres niños y personas , tan asustadas que hasta dentro de sus casas se alejan unos de otros. No se si es acertado o no , pero si es triste ….que hemos hecho mal ???. Bueno creo que casi todo. Gracias .Comparto Es un lujito que muchos leerán….Cariños ,Lily Pereira Morandi.

  2. Después de un ayuno prolongado de sus letras, abro mi correo y ¡oh sorpresa! un texto de su autoría.
    El enclaustro ha servido de catapulta, por un lado, ordenar nuestras ideas, y por otro cuáles son nuestras debilidades. Quizás la sumisión a nuestras mentes ante la estampida de noticias, algunas falsas, otras ciertas nos convierten en un rehén que no encuentra salida alguna.
    Si tan solo ubicáramos nuestro origen que es el amor, hallaríamos una respuesta ante las incertidumbres, ante tanta y detestable actitud de personas egoístas que únicamente ven en el prójimo una forma de saciar sus instintos. Es cierto, cada quien ve desde su perspectiva.
    Hoy solo comparto que no hay que rendirse, no convertirnos en víctimas y si en seres que busquen alternativas que coadyuven a mejorar nuestro entorno, nuestra sociedad.
    Yo que escribo, aquel que canta, o aquella que, a través de su pincel, merodea con colores el máximo gallardete que es la vida. Hoy debemos dejar en claro qué es lo que realmente deseamos. Con amor, generosidad y esperanza podemos lograr muchas cosas.
    Un gusto volver a saludarle, desde Xalapa, Veracruz, México, mi admiración y respeto para usted.
    Su amigo de la eterna sonrisa y enamorado de la vida, Edgar Landa Hernández.

  3. Patricia, que agradable tu voz en estos tiempos en que las pruebas nos llevan a los limites de humanidad, Comparto tus aprehensiones y colaboro en cuanto puedo a salir de esto de la mejor forma posible. Un gran abrazo.
    Loreto Silva

Deja un comentario