La felicidad.
Ahh, ¡felicidad! Amante efímera y ansiada…, me pregunto ¿sabemos aprovechar realmente y con total consciencia esos instantes en que llega a nuestras manos y se nos da completamente?
Sería fantástico no cometer dos veces un mismo error, sería perfecto aprender a disfrutar lo que nos regala la vida ¡como si fuera el mejor regalo del mundo!, tomar consciencia que esa única experiencia pudiera cambiar totalmente nuestras historia si la dejamos caminarnos por la piel, sería grandioso aprender a no vivir en el mañana ni lamentarse del pasado, estar, ¡estar con todo! en ese preciso instante, en ese único instante, sería maravilloso, jamás arrepentirnos de lo hecho, sólo por aquello que no tuvimos el valor…
Sería perfecto, sonreír con serenidad cuando miramos atrás, porque no quedó nada por decir o hacer, sería perfecto, sólo sonreír con serenidad mientras caminamos por la vida por tener el alma en paz. Felicidad, milagroso instante que marcas tantos millones de puntos en la arquitectura de mi existencia.
