¿Y después qué?

Y esto también pasará.

Hasta la alegría más honda o el dolor más punzante con el tiempo se disuelven como una nube pasajera. Todo es una ilusión, salvo el ser.

Pero en esa aparente materialidad, la pregunta que habría que hacerse es ¿Y después de este terremoto, qué, serás igual?

Las cosas seguirán su curso, un curso. Hay seres malos, hay menos malos y nosotros. Hay poderes, siempre los ha habido disputándose más poder. Siempre ha sido así, lo único importante a estas alturas, según mi punto de vista, es qué hacemos con nosotros, somos los protagonistas, no somos ellos, ni los malos ni los no tan malos.

Entonces ¿qué hacemos?, ¿Engancharnos con el desaliento, la ansiedad, el temor, la rabia y la incertidumbre?, ya lo hicimos, creo que todos en algún instante de esta locura nos dimos el recreo para hacerlo, unos menos, otros más, pero ahora hay que caminar hacia adelante con todo.

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