Desvaríos

William Blake, Elohim creando a Adan
Entre el cielo y la tierra
Apareció un ángel fantástico, uno que no tiene alas, ni cuerpo pero tiene mil lenguas que escupen cielos celestes en mis manos cuando hace frío.
Un ángel soberbio, grande e impetuoso…, uno que es único, mío.
Entre ese cielo celeste y esta tierra húmeda apareció ante mí y me mostró todos los senderos y calles, caminos y vías que palpan mis entrañas pero no mi tacto.
Y fui libre, tan libre que pude volar de mí misma hasta perderme en sus alas.
Mi querida Pat,cuánto me ha gustado este desvarío,y cómo creces amiga.
Un beso con alas,para que te llegue,y también al resto de poetisas que formáis ya ese círculo insurrecto de esta realidad tan angustiosa que nos plantan los medios cada día cara a cara.
Precioso. No, grandioso. Tampoco. Fantástico, sí, como tu aparición. Te dejé una entrada en mi casa. Un poco tarde, por lo que veo, de lo cual me alegro infinitamente.
😀
Vine a responder la respuesta, pero había desaparecido. Así que lo hago aquí. Creo que sí entiendo, querida mía. Sólo siendo tú podría estar completamente segura. Y no es que no sea posible, sino que no es necesario. Ya hay una y es la mejor. Un abrazo apretado y un beso para ti.
Ahh, esto es alegría, ver a mis tres queridas amigas que me ha regalado la web, juntas. Han completado un domingo muy especial. Este desvarío es del libro entre el cielo y la tierra, que bueno que les haya gustado. Me hace más feliz.
Un beso con mucho cariño para las tres.