Un día cualquiera…
Las luna está radiante y pletórica, los arboles dibujan un marco perfecto. Las personas caminan absortas, los autos se alejan de prisa y la pequeña ciudad que guarda la principal plaza de empresas de Santiago se queda silente. Miro a los tantos perros vagos que viven en sus calles y siento tanta tristeza…, se acurrucan en alguna esquina discreta o bajo un sillón de una de las tantas parada de buses, tal vez pensarán que algunas de las personas que hacen las largas filas esperando el transantiago se compadezcan y les tirén algún pedazo de pan o restos de una pastilla que quedó rezagada en un bolsillo olvidado. Yo sigo mi viaje despacio, tengo los ojos trémulos, no puedo olvidar a los dos perros nuevos que fueron abandonados hoy, eran tan pequeños, ahora, cuando ya está oscuro y la luna llena las calles con su presencia, todavía daban vueltas, lucían lánguidos, como si presintieran el terrible futuro que les espera.
Esa imagen y los juegos de palabras que a veces hacen trampas mortales me dejaron partida. Sí, después de un amanecer radiante el día se me quebró y quedé partida en dos, una parte de mí se recobró y miró, vio desde afuera y una vez más tuva consciencia, luego pensé “Patty, cuando entenderás, hay sólo dos vías, el dolor o la comprensión”, siempre lo olvido.
Cada vez que puedo les recuerdo a mis hijos, “no olviden, para despertar hay sólo dos caminos”. Pero de pronto, cuando el mundo me atrapa con sus matices y formas, con sus aromas y superficialidades, con la aparente belleza de las imágenes, me duermo tan profundamente que viene un golpe rancio y parte mi sueño de cuajo.
Y al otro lado del mundo, alguien contempla la luna, que hoy luce llena, cierra los ojos y se deja llevar por los caminos de la fantasía. Entabla una converación, no sabe con quién, sólo tiene la certeza de que otra persona, en ese mismo momento, reflexiona, se hace mil preguntas, se siente inquieta, solo ve blanco y negro, y quisiera gritarla que está equivocada, que hay grises, mil tonos de grises, y basta con saber mezclarlos, conjugar los colores, y querer vivir.
Sabe que su mensaje ha llegado, que sin saber cómo, ha sido escuchado, y por fin el otro, antes inquieto, ya vuelve a dormir, ya sueña en paz.
Aquí estoy. Estuve esperando a la luna por cuatro noches y cuando al fin llegó la noche que era, no pude verla. Sin embargo, aunque casi nunca sueño, tu post me hizo recordar que anoche soñé con ella, como ocurre a menudo con las cosas que se nos quedan pendientes. Estaba preciosa, como sólo son las cosas en los sueños.
Pat, la belleza (y el placer) no es más aparente que el dolor. Y si uno de los dos es aparente, yo diría que es este último. Porque la belleza es algo que nosotros mismos somos capaces de crear y de asignar a lo que nos parece bello, es parte de nosotros.
El dolor no lo es. Es apenas la alarma que nos ha instalado la vida para indicarnos que vamos en la dirección equivocada.
Un abrazo para ti, querida.
Querida Patricia, he leído tu texto con atención y una actitud meditativa… Gracias a tus palabras, he llegado a la conclusión de que días así –con sus noches de luna llena–pueden resultar a veces muy turbadores. Sobre todo cuando uno espera la hora de marcharse a descansar, y sólo nos llegan argumentos y dudas.
Un abrazo.
Patricia, Borges un día dejo unas letras sobre la luna…
Es una parte…
Cuando, en Ginebra o Zürich, la fortuna
Quiso que yo también fuera poeta,
Me impuse. como todos, la secreta
Obligación de definir la luna.
Con una suerte de estudiosa pena
Agotaba modestas variaciones,
Bajo el vivo temor de que Lugones
Ya hubiera usado el ámbar o la arena,
De lejano marfil, de humo, de fría
Nieve fueron las lunas que alumbraron
Versos que ciertamente no lograron
El arduo honor de la tipografía.
Pensaba que el poeta es aquel hombre
Que, como el rojo Adán del Paraíso,
Impone a cada cosa su preciso
Y verdadero y no sabido nombre,
Ariosto me enseñó que en la dudosa
Luna moran los sueños, lo inasible,
El tiempo que se pierde, lo posible
O lo imposible, que es la misma cosa.
De la Diana triforme Apolodoro
Me dejo divisar la sombra mágica;
Hugo me dio una hoz que era de oro,
Y un irlandés, su negra luna trágica.
Y, mientras yo sondeaba aquella mina
De las lunas de la mitología,
Ahí estaba, a la vuelta de la esquina,
La luna celestial de cada día
Sé que entre todas las palabras, una
Hay para recordarla o figurarla.
El secreto, a mi ver, está en usarla
Con humildad. Es la palabra luna.
Ya no me atrevo a macular su pura
Aparición con una imagen vana;
La veo indescifrable y cotidiana
Y más allá de mi literatura.
Sé que la luna o la palabra luna
Es una letra que fue creada para
La compleja escritura de esa rara
Cosa que somos, numerosa y una.
Es uno de los símbolos que al hombre
Da el hado o el azar para que un día
De exaltación gloriosa o de agonía
Pueda escribir su verdadero nombre
Jorge Luis Borges
Hola, como te va, te saluda Anderson, muy agrabable tu blog, buenos temas y veo qe tienes seguidores.
note que tu blog tiene un icono donde se puede oir y escoger determinada musica, me gustaroa que me indiques yo puedo colocar esa misma accion en mi blog, te agradeceria mucho me respondas.
Sueño que la luna nunca ha visto nuestra crueldad.
Ernesto, así es.. escribes, reflexionas, tal vez alguien te lea, tal vez, poco importa y finalmente duermes en paz.
Carlos querido, creo que a ambos nos une el amor por los animales y sé que entendiste totalmente. Gracias por esa luna, traté de pegar la que iba a robar de tu blog pero no me lo permitio WP en ese momento, seguro lo hago más tarde. Gracias por ese hermoso regalo.
Milla, creo que no supe expresarme con claridad, cuando no decimos todo el lector imagina, me ha pasado también en tu blog alguna vez, sí, nosotros somos capaces de crear los estados que nos dan alegría, los de pena, trabajo en ellos, finalmente encontré un hogar para el perro, está en una parcela feliz!!, ahí pude crear un maravilloso estado de alegría para mí y creo que para muchos, sé que no puedo hacerlo con todos los animales que me parten, pero creo que una gota unida a otra forma océanos. El resto del dolor, son esos momentos en que quieres decir algo pero las palabras que usas no son las que debieron usarse y provocan desencuentros, desencuentros que causan dolor y te hacen reflexionar, luego… magicamente aprendes, aprendes a pensar mejor las cosas antes de decirlas, a no decir todo lo que tu mente crea y a ser más reflexiva, en consecuencia, aprendemos, comprendemos y creo que es la única razón por la cual existimos, para crecer. Vendrán muchas rupturas más, de esas que te parten, vendrán desencuentros, muchos, vendrán alegrías, también muchas.
Luis, siempre me gusta tanto verte por acá, de alguna manera es como si una ola mansa pasará y dejará algo brillante en la arena cuando se retira…, tengo pendiente un comentario pero no se bien donde ponerlo en tu blog y es sobre la revista, no sabes lo que me alegro, leí muchos de los post antiguos, me siento muy orgullosa de ti y de tu hermoso trabajo, pero y iré a decirtelo a tu casa. Gracias por pasar.
Carlos… que puedo decir, salvo gracias amigo mío. Te quiero mucho por querer regalarme un poco m´s de Borges.
Admin. te envié un mensaje, encantada te ayudo en lo que necesitas, si es que realmente lo necesitas.
Liz, mi querida Liz, seguro que la luna lo ve, y pensará, como el hombre es capaz de hacerse tanto daño así mismo y a sus hermanos?, cuándo comprenderán… pero así mismo, hay más hay tanto más de hermoso, no dejes que la mirada siempre este en ese lado, el del dolor, también hay milagros que ocurren día a día. Te quiero mucho.
Un fuerte abrazo para mis queridos amigos en este día en que la luna ya se empezó a encoger llena de silencios.
La luna llena nos afecta a todos. Acabo de leer tu hermoso texto, de leer,ver y escuchar la entrada de Ernesto,me parece que existe una conexión con mi último texto o viceversa. Coincidencia, puede, la del influjo de la luna.
Un abrazo,
PS: Luis, hermoso poema el de Borges.
Me encanto el monologo, la observacion de la conducta del perro, de como ellos pasan a nuestro lado deseando ser parte del reino humano, lo agradecido que son al recibir un trozo de pan, de como se comportan cuando cae la lluvia, su mirada penetrante, la manera de mover la cola, los hijos cuando son pequeños…. mundo hermoso, cuando crecer y se hacen mayores, son mucho mas interesante, le vemos como extraños, les dejamos vivir su vida para que aprendan y crezcan como cualquier otro.
Extraordinariamente bueno.
Wergeld, gracias por detenerte, he visto que has dejado tu granito de arena en tantos post, me hace feliz que hayas gastado tu tiempo en mis letras, cobran sentido. Un fuerte abrazo y me gus´tó mucho tu espacio, pasaré con más calma.
Sí Anne, es asombroso como si nos detenemos podremos ver tanto en ellos, su mirada, su entrega… su pequeña solicitud de una migaja de atención. Un abrazo.
patricia
no más quería felicitarte por el hermoso trabajo de difusión y sobre todo por la creación de tan hermosos trabajos poéticos
también felicitarte por ese encuentro realizado en la casa café fawaz y la hermosa forma de compartir la publicación Hay días en qué, de paso digo que lo leí y es por ello que me siento orgullosa por lo que alcanzas junto con la autora mexicana , un hermoso diálogo de sentires bellamente expresados y plasmados con luminosidad
el amor punto y foco central sin duda siempre procura mágia en la pluma
un abrazo de paz
te dejaré enlazada a mi blog para no perder ruta
he llegado desde el blog de Amanda
te dejo mi url para cuando tengas tiempo y ganas de leer y de dejarme una huella
http://lichazul.blogspot.com
feliz Bicentenario!!