Premio a un blog
Hoy ando nostálgica, tal vez del tiempo y las personas. Quizás, sólo nostálgica del ruido y voces que no leeré o ya no leo.
Hace unos días, varios ya…, mi estimado amigo Luis Irles, me avisó que dejaba un regalo en su blog, para el mío. Me fui corriendo a buscarlo. Lo traje y guardé en un rincón de tesoros, sólo porque él me lo había dado, un hombre al cual tengo en alta estima y consideración, razones? Varias que saltarán a la vista de cualquier lector que visite su blog por algún tiempo.
El problema fue que no encontraba a quien darlo, prácticamente ya no visito más de cinco blogs y la mayoría lo tenía. Mientras esperaba que llegará un poco de claridad en lo que hacer, o dejarlo sólo para mí, como cuando escondemos un chocolate que nos gusta y luego lo comemos sin que nadie nos vea, sólo para no tener que convidar, o, compartirlo con algún blog de esos que son como mi casa, pero justo ahí, tuve una noticia. Un querido amigo desaparece por un tiempo indefinido de la web, otra vez razones? salud de un familiar. Se trata de Edward, aprendí a verlo más allá de sus trabajos artísticos o sus cuentos, aprendí a ver en él a una gran persona ¿cómo lo sé? Lo percibes rápidamente a través de sus comentarios, de la nitidez de sus ideas, de la simple complejidad que encierran sus palabras, esas que se riegan a través de lo que expone o lo que opina. Es una de esas personas que te dejan un sabor dulce apenas lo conoces un poco.
El aviso de su partida encendió mi nostalgia, nostalgia porque aparece gente que de alguna manera deja una huella y luego, plaff desaparecen, ya no sabes de ellos por mucho tiempo o simplemente desaparecen para siempre. Es extraño…, tal vez como una pequeña muerte…
Todavía recuerdo a Goroka, tenía relatos estupendos, era inteligente, sociable, única y querible. Un día sin más, desapareció, nunca más supe de ella, por supuesto que le escribí a su correo, me preocupó, pero nada. Desapareció de mis ojos, de las teclas, de las risas y los comentarios, de la pantalla. Desapareció de los caminos que transitaba a través de la web pero no de mi recuerdo, no de mi cariño.
Por lo tanto, este regalo va para ellos, para los que desaparecen por un tiempo o para siempre, para los que quedan dando vuelta en los afectos de aquellos que los hemos leídos, de los que participaron en una parte y por un tiempo en nuestras vidas, para los que estuvieron y no están, ¡para que vuelvan!, al menos con una palabra de tanto en tanto y no desaparezcan como la estela de una ola. Este premio es porque de alguna manera supieron hacer camino en mi corazón y seguramente en el de muchos.
Gracias Luis por este regalo y por todavía estar. Ya no son muchos los blogs que sigo, pero esos pocos que permanecen ante mis ojos dejaron de ser un simple blog para convertirse en personas, en seres humanos vivos y que día a día convierten esta pantalla en un fantástico medio donde poder entregar lo tanto que tienen para decir.
Me emocionó tu texto, querida Patricia. Especialmente al leer las bellas palabras que le dedicas a nuestra inolvidable Goroka, que tanto se hizo querer entre nosotros.
Gracias, amiga.
Patricia no he podido evitar dejarme caer por aquí. He leido tu entrada desde el correo y he sentido la necesidad de comentarte. Muy bonito todo lo que dices. No llevo mucho tiempo en este universo paralelo, tan solo un añito y en este tiempo tan corto he sentido eso que tu describes con tanto talento.
Eduard es una persona especial las dos lo sabemos y estoy segura que le tocarás la fibra sensible con esta entrada.
Un abrazo
PD: espero no desaparecer en el agujero negro de los blogs y volver por aqui de cuando en cuando.
Luis, me alegro que te haya gustado, tú fuiste el principal responsable y sí, yo también la extraño mucho, es curioso pero siempre pienso en ella, eso indica que dejo huella en nosotros. Un abrazo cariñoso para ti.
Querida Charlotte, lamento haberte sacado de tus vacaciones, se lo cercano que lograron estar con E. y eso me hace feliz, de alguna manera los caminos se cruzan y tú le das un poco de lo que tú eres y él te pasa otro tanto. Espero que tu experiencia de blogger tenga tanto sentido que te deje con los ojos plenos de claridad y la risa desbordante de cariño.
Un abrazo mi pequeña y sigue disfrutando de ese maravilloso verano.
Patricia, sabía de tu premio hace bastante tiempo te lo mereces sin lugar a dudas, encuentro que esta reflexión sirva de ejemplo a aquellos que tiran la toalla abandonan y dejan lágrimas en el camino sin poder borrar, me parece un gesto valórico proveniente de una dama, con mucha poesía, periodista y escritora sin-igual, y ahora dedicada al arte y la pintura que ojala comparta con sus seguidores yo uno de ellos, que agradece a sus mejores amigos a lo que más lee me parece muy bien, saludos
Lo hermoso de compartir la palabra: se queda la presencia.
Ricardo, es bueno verte nuevamente… la verdad es que debo confesar que el tema de los blogs me ha enseñado tanto, me ha entregado el sentir de lo intangible, aprendes a valorar a personas que no existen realmente, bueno… no las ves, no las oyes, no las tocas y sin embargo puedes sentir la veracidad de lo que escriben y lentamente abres tu mundo para que entren y sean un poco un poquito parte de ti. Me ha pasado con unas pocas personas y creo, sí, sabes qué?, creo que de alguna manera seguiran caminando junto a mí, aún despues de desaparecer de este medio, por mucho tiempo. Un abrazo mi estimado amigo.
Liz querida, tú sabes bien de esto, lo sé. La palabra que ocupas, «presencia», es perfecta, aún cuando no respete el significado literal, la presencia que dejan algunos seres humanos es tan fuerte, que se llevan con ellos un poco de ti, o dejan en ti un poco de ellos. Un fuerte abrazo poeta.
Patricia, por dios!!! Edu sólo se ha ido de vacaciones, por un mes o algo así. Lo esperamos de regreso con las pilas recargadas.
Ya sé que echas de menos a tu querida amiga, yo visité muchas veces su blog, pero nunca me atreví a dejarle un comentario. Hace unos meses quise volver y vi que ya no estaba. Y tenía pendiente preguntarte por ella…. Otro que se nos desapareció fue el Chef… también lo echo de menos.
Leyendo tu post, pienso que deberíamos hacer una promesa o juramento o algo de nunca hacer eso. Es muy malo. Karen diría que son malos modales 🙂 Si un blogger decide retirarse de la blogósfera, por la razón que sea, está en su derecho sagrado de apagar e irse. Es incuestionable. Pero yo pienso que lo menos que le debe a los lectores más o menos fieles es ni siquiera una explicación, sino una despedida. Si yo me desaparezco de tu blog y de tu correo por más de un mes, préndeme una velita, que es que perdí mi cuerpo antes de lo previsto, debido a un error de cálculo. Pero aún así, iría a despedirme de ti. Por favor no te asustes, OK? Un beso.
Milla querida, no tomes las palabras con la textualidad de cada letra, no tengo ganas de extenderme explicando el porqué de mis reflexiones, tal vez emocionales, (que le voy a hacer así soy yo..), el sentir que E. se alejaba no lo vi como que se iba de vacaciones, a lo mejor tu sabes más que yo, yo lo vi como una simple lectora, y esto es lo qeu leí: «PD ◕ Con la presente entrada, el Blog cerrará sus puertas al público en general. Razones personales impedirán al equipo técnico dedicar el tiempo y la calidad necesarios, valores que éste público merece con creces.
Sentimos de todo corazón ésta obligada y repentina ausencia, pero los avatares del destino así lo han escrito.
» Con eso entiendo, como lector, que no se va de vacaciones…
Hay blogs que uno los hace especiales, al menos a mi me pasa, dejan de ser un blog y pasan a ser personas, personas con las cuales se abre una amistad, se comparten cosas… no es muy, como decir… ligero, que esa persona de una día para otro desaparezca?.. en fin, entiendo igual tu punto.
Sería sano prometerse que cuando se decida volar, mandar un mensaje..»he decidido desaparecer, pero te dejo un abrazo y estaré bien!»
Prometo que me despediré si desaparezco.
Querida, todos los blogs son personas, lo que sucede es que hay personas y personas…. Y entre las «personas» designamos a aquellas a quienes entregamos lo mejor (y a veces lo peor) de nosotros. Perdona si fui un poco (o muy) pesada.
No pienso dejarte desaparecer, hasta que estés ancianita, como de unos 120 años o algo así. Así que ni lo sueñes. Un beso.
Patricia! Tanto tanto tiempo sin pasar por aquí… y al pasar me encuentro con este post. Será esta estación la que nos pone nostálgicos… las hojas amarillas y las gotas de la ventana.
Yo dejé mi blog, fue extraño salir de allí, luego de cuatro años, pero me hice otra casita, sería bueno que cualquier día pase por ahí =)
Hoy estuve hojeando «a veces…», también ando con un poco de nostalgia, y los libros suelen ser buenos guardando recuerdos entre sus hojas; por un ratito me remonté a las muchas risas que viví esa tarde, con usted y su hermosa familia.
¡Un abrazo grande!
Nelly querida, tú no sabes lo que significa para mí leerte, ha pasado tanto tiempo, ese tiempo que no existe más que en los eventos importantes. Recuerdo tan nitido tu rostro, toda tú. Serás una gran mujer, y espero una gran escritora, y en algunos años más nos juntaremos por un café con otras vivencias, con lineas que irán dibujando tu futuro y el mío. Iré a visitar tu nueva casa, por supuesto que iré. Un fuerte abrazo querida mía, me has dado una gran alegría.