La Golondrína
Hoy encontré un pajarito, estaba en el suelo del estacionamiento, lo que me indica que seguramente se cayo de un nido de uno de los tantos arboles y obviamente no sabe volar, por lo tanto esta totalmente vulnerable. Pobrecillo, lo tuve que adoptar, lo cobije con una servilleta y le hice un simulacro de nido, el pobrecillo me mira…, tiene unos ojitos tan dulces…, yo, lamentablemente para él no tengo cara de zorzal por lo que debe estar muy asustado.
Convencí al júnior de la empresa, «El Renan» que debía ayudarme a salvarlo, le dije que iba a ser nuestro hijo, (se le iluminaron los ojos jaja) y que debíamos encontrar gusanos o se moriría, cosa que no le pareció muy entretenida pero con un par de cerradas de ojos y una sonrisa dulce, lo convencí.
Ya una vez en el patio nos pusimos a picotear en todos los lugares donde estaba la tierra fresca, pero no aparecían, por fin ¡¡UNO!!.. el Renan lo tomo con sus dedos gruesos y como si nada me dice «ya afírmelo mientras yo le abro el pico»…¡¡ te imaginas!!, y lo peor de todo, lo tuve que hacer, ayyy si lo sentía entre mis dedos revolcándose y de una suavidad desagradable, era de un color entre rojo y burdeo uajjjj por fin logramos abrir su pequeño pico e introducir el reptil que no dejaba de moverse, el pequeño me miro como suplicante, tal vez pensaría que quería asfixiarlo, el pequeño gusano quedo con la punta de su cola asomado de su pico, yo, con mis manos hediondas a gusano, el Renan muriéndose de la risa y él… él con unas ganas de vivir inmensas, ahora esta acá, al lado de computador mientras escribo, luchando por vivir, espero lo logre.