Krishnamurti
Jiddu Krishnamurti [1895 – 1986]
El siguiente texto fue escrito por Krishnamurti el 21 de octubre de 1980, en él se resume el aspecto central de sus enseñanzas.
La esencia de las enseñanzas de Krishnamurti queda recogida en la declaración que hizo en 1929 cuando dijo: La verdad es una tierra sin senderos. El hombre no puede acercarse a ella a través de ninguna organización, de ninguna secta, dogma, sacerdote o ritual, ni a través de algún conocimiento filosófico o técnica psicológica. Tiene que encontrarla a través del espejo de las relaciones, a través de los contenidos de su propia mente, de la observación y no a través del análisis intelectual o la disección introspectiva. El hombre ha construido en sí mismo imágenes como una valla de seguridad-religiosas, políticas, personales. Estas se manifiestan en forma de símbolos, ideas, creencias. La carga de estas imágenes domina el pensamiento del hombre, sus relaciones y su vida diaria. Estas imágenes son la causa de nuestros problemas ya que dividen a los hombres. Su percepción de la vida está moldeada por conceptos ya establecidos en su mente. El contenido de su conciencia es su entera existencia. Este contenido es común en toda la humanidad. La individualidad es el nombre, la forma, la cultura superficial que él adquiere a través de la tradición y el ambiente. La unicidad del hombre no reside en lo superficial sino en la libertad absoluta del contenido de su conciencia, la cual es común en todos los seres humanos. Así él no es un individuo. La libertad no es una reacción; no es una elección. Es la pretensión del hombre creer que por tener elección es libre. La libertad es pura observación sin dirección, sin miedo al castigo, sin recompensas. La libertad existe sin motivo; la libertad no está al final de la evolución del hombre sino que reside en el primer paso de su existencia. Al observar, uno comienza a descubrir la falta de libertad. La libertad se encuentra en una conciencia no escogida en nuestra existencia y actividad diaria. El pensamiento es tiempo. El pensamiento nace de la experiencia y el conocimiento, los cuales son inseparables del tiempo y el pasado. El tiempo es el enemigo psicológico del hombre. Nuestra acción se basa en el conocimiento y por tanto en el tiempo, así el hombre siempre es un esclavo del pasado. El pensamiento es siempre limitado, así que vivimos en constante conflicto y lucha. No hay evolución psicológica. Cuando el hombre se vuelva conciente del movimiento de sus propios pensamientos, verá la división entre el pensador y el pensamiento, el observador y lo observado, el experimentador y lo experimentado. Descubrirá que esa división es una ilusión. Sólo entonces hay pura observación en la que no existe sombra del pasado ni el tiempo. Este eterno «insight» trae consigo una profunda y radical mutación en la mente. La negación total es la esencia de lo positivo. Cuando hay negación de todas esas cosas que el pensamiento ha ocasionado psicológicamente, solo entonces hay amor, que es compasión e inteligencia.
KRISHNAMURTI, CONVERSACIONES.
Sus pláticas y escritos no tenían conexión con ninguna religión específica y no pertenecían ni a Occidente ni a Oriente, sino que eran para todo el mundo.
Para aproximarse al pensamiento de Krishnamurti es necesaria una actitud de alerta y de desnudamiento mental y emocional; para él, el ser humano en permanente búsqueda de seguridad, está atrapado entre el presente y el futuro, pero no sabe, no quiere afianzarse en lo que efectivamente es, el ahora. El ve en la meditación una herramienta para salir de esta situación
«La meditación es el vaciado del contenido de la conciencia»
«La meditación es una de las cosas más importantes en la vida; no cómo meditar; no la meditación conforme a un sistema; no la práctica de la meditación, sino más bien lo que la meditación es en verdad.»
«Si uno puede descubrir, muy profundamente, la significación’, la necesidad y la importancia que la meditación tiene para uno mismo entonces descartará todos los sistemas, los métodos, los gurús, junto con todas las cosas peculiares que se hallan, involucradas en el tipo oriental de meditación.»
«Es muy importante descubrir por uno mismo lo que se es en realidad, no de acuerdo con las teorías y las aseveraciones y las experiencias de los psicólogos, filósofos y gurús, sino por la investigación de toda la naturaleza y el movimiento de uno mismo, por el ver qué es uno realmente.»
Otro aspecto que destaca en la vasta obra de este pensador, son sus reflexiones sobre el amor dentro de las que destacamos las siguientes:
«¿Qué es el amor? ¿Es placer -placer en el reiterativo acto sexual al que generalmente se llama amor? El amor de la esposa, en el cual hay gran placer, posesión y bienestar basados en el deseo, ¿es amor? Cuando existe un posesivo apego hacia el otro, tiene que haber celos, temor, antagonismo…» » …Y, ¿cuál es la base del apego?…» «…¿Acaso la base del apego no es el temor de quedarse solo, de estar aislado, el temor al vacío, la sensación de la propia insuficiencia interna?»[iv]
«El amor es pasión, la cual es compasión. Sin esa pasión y compasión, sin su inteligencia, uno actúa en un sentido muy limitado, y todas las acciones de uno son limitadas. Donde hay compasión, esa acción es total, completa, irrevocable.»
A la avanzada edad de 90 años Krishnamurti dejó esta vida el 17 de Febrero de 1986 en California, Estados Unidos.
Si durante el día está usted alerta, si está atento a todo el movimiento del pensar, a lo que usted dice, a sus gestos -cómo se sienta, cómo camina, cómo habla- si está atento a sus respuestas, entonces todas las cosas ocultas salen a la luz muy fácilmente. En ese estado de atención lúcida, despierta, todo es puesto al descubierto.
§ § Las necesidades básicas para descubrir aquello que está mas allá de la medida del pensamiento, para descubrir algo que el pensamiento no ha producido son tres: 1) se debe producir un estado de altísima sensibilidad e inteligencia en la mente; 2) ésta debe ser capaz de percibir con lógica y orden; 3) finalmente, la mente debe estar disciplinada en alto grado.
§ § Una mente que ve las cosas con total claridad, sin distorsión alguna, sin prejuicios personales, ha comprendido el desorden y está libre de él; una mente así es virtuosa, ordenada. Sólo una mente muy ordenada puede ser sensible, inteligente.
§ § Es preciso estar atento al desorden que hay dentro de uno mismo, atento a las contradicciones, a las luchas dualísticas, a los deseos opuestos, atento a las actividades ideológicas y a su irrealidad. Uno ha de observar «lo que es» sin condenar, sin juzgar, sin evaluar en absoluto.
§ § La mayor parte del tiempo está uno inatento. Si usted sabe que está inatento, y presta atención en el momento de advertir la inatención, entonces ya está atento.
§ § La percepción alerta, la comprensión, es un estado de la mente de completo silencio, silencio en el cual no existe opinión, juicio ni evaluación alguna. Es realmente un escuchar desde el silencio. Y es sólo entonces que comprendemos algo en lo cual no está en absoluto envuelto el pensamiento. Esa atención, ese silencio, es un estado de meditación.
§ § Comprender el ahora es un inmenso problema de la meditación -ello es meditación. Comprender el pasado totalmente, ver dónde radica su importancia, ver la naturaleza del tiempo, todo eso forma parte de la meditación.
§ § En la meditación existe una gran belleza. Es una cosa extraordinaria. La meditación, no «cómo meditar».
§ § La meditación es la comprensión de uno mismo y, por lo tanto, significa echar los cimientos del orden -que es virtud- en el cual existe esa cualidad de disciplina que no es represión ni imitación ni control. Una mente así, se halla, entonces, en un estado de meditación.
§ § Meditar implica ver muy claramente, y no es posible ver claramente ni estar por completo involucrado en lo que uno ve, cuando hay un espacio entre el observador y la cosa observada. Cuando no hay pensamiento, cuando no hay información sobre el objeto, cuando no hay agrado ni desagrado sino tan sólo atención completa, entonces el espacio desaparece y, por lo tanto, está uno en relación completa con esa flor, con ese pájaro que vuela, con la nube o con ese rostro.
§ § Es sólo la mente inatenta que ha conocido lo que es estar atenta, la que dice: «¿Puedo estar atenta todo el tiempo?» A lo que uno debe estar atento, pues, es a la inatención. Estar alerta a la inatención, no a cómo mantener la atención. Cuando la mente se da cuenta de la inatención, ya está atenta -no hay que hacer nada más.
§ § La meditación es algo que requiere una formidable base de rectitud, virtud y orden. No se trata de algún estado místico o visionario inducido por el pensamiento, sino de algo que adviene natural y fácilmente cuando uno ha establecido las bases de una recta conducta. Sin tales bases, la meditación se vuelve meramente un escape, una fantasía. De modo que uno ha de asentar esas bases; en realidad, esta misma manera de asentar las bases, es la meditación.
§ § Los meditadores profesionales nos dicen que es necesario ejercer el control. Cuando prestamos atención a la mente, vemos que el pensamiento vaga sin rumbo, por lo que tiramos de él hacia atrás tratando de sujetarlo; entonces el pensamiento vuelve a descarriarse y nosotros volvemos a sujetarlo, Y de ese modo el juego continúa interminablemente. Y si podemos llegar a controlar la mente de manera tan completa que ya no divague en absoluto, entonces -se dice- habremos alcanzado el más extraordinario de los estados. Pero en realidad, es todo lo contrario: no habremos alcanzado absolutamente nada. El control implica resistencia. La concentración es una forma de resistencia que consiste en reducir el pensamiento a un punto en particular. Y cuando la mente se adiestra para concentrarse por completo en una sola cosa, pierde su elasticidad, su sensibilidad, y se vuelve incapaz de captar el campo total de la vida.
§ § El principio de la meditación es el conocimiento de uno mismo, y esto significa darse cuenta de todo movimiento del pensar y del sentir, conocer todas las capas de la conciencia, no sólo las superficiales sino las ocultas, las actividades profundas. Para ello, la mente consciente debe estar serena, calma, a fin de recibir la proyección del inconsciente. La mente superficial sólo puede lograr tranquilidad, paz y serenidad, comprendiendo sus propias actividades, observándolas, dándose cuenta de ellas; cuando la mente se da plena cuenta de todas sus actividades, mediante esa comprensión se queda en silencio espontáneamente; entonces el inconsciente puede proyectarse y aflorar. Cuando la totalidad de la conciencia se ha liberado, sólo entonces está en condiciones de recibir lo eterno.
§ § Entre dos pensamientos hay un periodo de silencio que no está relacionado con el proceso del pensamiento. Si observas, verás que ese período de silencio, ese intervalo, no es de tiempo, y el descubrimiento de ese intervalo, la total experimentación del mismo, te libera del condicionamiento.
§ § La meditación no es un medio para algo. Descubrir en todos los momentos de la vida cotidiana qué es verdadero y qué es falso, es meditación. La meditación no es algo por cuyo medio escapáis. Algo en lo que conseguís visiones y toda clase de grandes emociones. Mas el vigilar todos los momentos del día, ver cómo opera vuestro pensamiento, ver funcionar el mecanismo de la defensa, ver los temores, las ambiciones, las codicias y envidias, vigilar todo esto, indagarlo todo el tiempo, eso es meditación, o parte de la meditación. No tenéis que acudir a nadie para que os diga qué es meditación o para que os dé un método. Lo puedo descubrir muy sencillamente vigilándome. No me lo tiene que decir otro; lo sé. Queremos llegar muy lejos sin dar el primer paso. Y hallaréis que si dais el primer paso, ese es el último. No hay otro paso.
HE SELECCIONADO ALGUNOS EXTRACTOS CON TEMAS QUE CONSIDERO DE INTERES.
El amor, Krishnamurti
La vida … es un movimiento en acción, un movimiento en relación.
Lo que importa es comprender el placer,
no tratar de librarse de él, lo cual es demasiado tonto.
El «éxtasis» implica estar más allá de sí mismo;
no existe un «yo» que lo disfrute.
El «yo», o sea, el ego, la personalidad, ha desaparecido por completo;
sólo existe ese sentimiento de hallarse fuera de uno mismo.
Eso es el éxtasis.
El deseo es energía, y eso tiene que comprenderse;
no es posible limitarse a reprimir el deseo o hacer que se ajuste.
Cualquier esfuerzo para coactar o disciplinar el deseo contribuye
a la existencia del conflicto, el cual trae consigo insensibilidad.
El deseo es el más apremiante y vital impulso de nuestra vida.
(…) … aprender acerca del deseo … es, en sí mismo, disciplina.
Disciplina es el aprender acerca del deseo, no el controlarlo.
Uno ha de «comprender el deseo», no «vivir sin deseo».
(…) … gracias a esa comprensión, llega el amor. (…)
Sin amor no hay moralidad; … .
Sin amor no hay virtud.
El amor es algo espontáneo, vital, verdadero.
Existe una belleza que está más allá del sentimiento y del pensamiento
y que no puede ser realizada, comprendida o conocida si no hay pasión.
(…) … una llama que destruye todo lo que es falso. (…)
Sin amor, nunca descrubrirán ustedes qué es la verdad
… la libertad es esencial para el amor;
no la libertad de la revuelta, no la libertad de hacer lo que nos plazca
ni de ceder abierta o secretamente a nuestras apentencias,
sino más bien la libertad que adviene con la comprensión … .
El factor que purifica es el amor, no nuestro deseo de ser puros.
Un hombre que ama es puro aunque puede ser sexual; … .
Donde quiera que el pensamiento forma la imagen del placer,
tiene que haber lujuria, no la libertad de la pasión.
Si el impulso principal es el placer, entonces se trata de lujuria.
Si nace del amor no es lujuria, aunque pueda haber en ello un gran deleite.
(…) La belleza en el sexo es la ausencia de «yo», del ego, … .
… la pasión es la esencia de la vida. Es lo que actúa y vive.
(…) Sin pasión, la creación es imposible.
– ¿Qué endiende usted por creación?
K – Libertad
P – ¿Qué libertad?
K – Libertad respecto al «yo»,
K – el cual depende del medio y es el producto del medio;
K – el «yo» es generado por la sociedad y el pensamiento.
K – Esa libertad es claridad, es la luz no encendida desde el pasado.
K – La pasión es sólo el presente.
(…) … la belleza de la pasión, … es la total entrega de uno mismo,
el abando del «yo» con su tiempo.
El amor no es un ideal, es un estado del ser.
El amor no puede existir donde hay deseo de «llegar a ser».
Sólo cuando hay amor, hay castidad, pureza;
pero una mente que está tratando de «llegar a ser»,
o que intenta volverse casta, no conoce el amor.
El sexo puede ser tan casto como el cielo azul sin nubes;
pero con el pensamiento, la nube llega y oscurece el cielo.
El pensamiento dice:
<>,
<>.
Por lo tanto, el pensamiento es el veneno, no el amor ni la castidad ni el sexo.
El que es inocente, cualquier cosa que haga es siempre casta;
pero la inocencia no es producto del pensamiento
Cuando uno ama a su esposa, no la domina
… cuando hay amor no existe el deber.
Cuando hay amor, el problema es simple;
cuando no hay amor, el problema se vuelve complejo.
(…)
Para que surja a la existencia una sociedad nueva, una nueva cultura,
es obvio que no puede haber dominación,
ni de parte del hombre ni de parte de la mujer.
La dominación existe a causa de la pobreza interna. (…)
… sólo el sentimiento de afecto, la calidez del amor,
pueden dar origen a un nuevo estado, a una nueva cultura.
El cultivo del corazón no es un proceso de la mente.
La mente no puede cultivar el corazón,
pero cuando el proceso de la mente es comprendido,
el amor se manifiesta.
El amor es siempre puro, nuevo, no es mera gratificación ni mero hábito.
El amor es incondicional. (…) … es algo dichoso, creativo, … .
En el amor no hay pérdida de energía.
La pérdida de energía está en todo lo que sigue:
celos, afán posesivo, sospechas, dudas, miedo de perder ese amor,
la constante exigencia de garantía y seguridad.
En el amor no hay apego; si hay apego no hay amor.
El amor en la relación es un proceso purificador,
puesto que revela las modalidades del yo.
Sin esta revelación, la relación muy poco significa.
Es la mente la que se apega, la que envida, retiene y destruye. (…)
¿Puede la mente, cuya esencia misma es el tiempo,
capturar el amor, el cual es su propia eternidad?
Amar es una cosa, y haber amado es otra.
El amor no pertenece al tiempo. (…) … ;
el estado de amor no es del pasado ni del futuro.
… el amor no tiene nada que ver con la mente, no es un producto de ésta;
el amor es por completo independiente de cálculos y pensamientos. (…)
Cuando hay amor, el sexo no es un problema;
es la falta de amor lo que convierte el sexo en un problema.
Cuando ustedes me usan como gurú y yo los uso como discípulos,
hay explotación mutual.
El amor se manifiesta cuando la mente está naturalmente quieta,
no aquietada,
cuando ve lo falso como falso y lo verdadero como verdadero.
…, el amor no pertenece al tiempo;
no podemos dar con él mediante ningún esfuerzo consciente,
ninguna disciplina, ni mediante la identificación,
todo lo cual es un proceso del tiempo. (…)
El amor es la única cosa nueva, eternamente nueva.
El amor no conoce jerarquías, sólo existe el amor.
Únicamente cuando no amamos existen los muchos y el uno, la exclusividad.
Cuando amamos, …, no existen ni el «tú» ni el «yo»;
en ese estado sólo existe una llama sin humo. … la inteligencia es sin causa, tal como el amor es sin causa.
Si el amor tiene una causa, obviamente, no es amor.
Si alguien es tan «inteligente» como para ser empleado por el gobierno,
o es «inteligente» porque comprende mi razonamiento,
eso no es inteligencia, es capacidad.
La inteligencia no tiene causa. (…)
Cuando uno se mira a sí mismo,
cuando sin una causa mira este hecho,
hay algo que termina y algo totalmente nuevo que comienza. p. 138
Sólo puede haber una relación entre seres humanos
cuando aceptamos lo que es, no lo que debería ser.
Debemos preguntarnos si no es un hecho que vivimos a base
de una imagen, de una fórmula, en un fragmento aislado de la vida. (…)
… el pensamiento es viejo (y es siempre viejo y, por ende, jamás libre),
¿Cómo puede comprender la relación?
La relación está siempre en el presente, en el presente vivo
(no en el pasado muerto de la memoria, de los recuerdos de placer y dolor),
la relación está activa ahora;
estar relacionado significa justamente eso
Jiddu Krishnamurti y Satish Kumar.
Mi encuentro con Jiddu Krishnamurti me reveló una visión totalmente diferente a las de Gandhi y Vinoba. Según ellos, uno encuentra significado en su vida a través del servicio. Pero Krishnamurti enfatizaba la necesidad de la libertad. Uno necesita estar libre del miedo y del condicionamiento de la mente antes de poder ofrecer cualquier servicio significativo. La libertad interna es el requisito previo de la libertad social y política.
LA LIBERTAD ESPIRITUAL EMERGE CUANDO SE INDAGA PROFUNDAMENTE EN LA CONSCIENCIA
En 1960 yo estaba en la ciudad de Varanasi (Benarés). Allí un amigo, Achyut Patwardhan, me dijo: “Debes conocer a Krishnamurti. Tu historia de entrar en una orden religiosa y luego abandonarla, le fascinará. El también abandonó su orden”.
Había oído hablar de Krishnamurti. Muchos de mis amigos eran admiradores suyos. Eran lectores asiduos de sus libros y habían acudido a sus discursos. Pero yo conocía muy poco de él y de que había dejado una orden religiosa. Achyut alegremente disipó mi ignorancia:
“Krishnamurti nació en 1895 en Madanapalle, en el sur de India. Su padre, un brahmín y funcionario del gobierno, era miembro de la Sociedad Teosófica. Tras jubilarse del funcionariado, el padre, junto con sus hijos, fue a trabajar y vivir a Chennai (Madrás), en el Centro Teosófico que estaba dirigido por la carismática y sociable señora Anni Besant. Ella quedó impresionada con el aura especial de Krishnamurti. Sus ojos profundos, oscuros y penetrantes contenían una especie de misterio y espíritu que hipnotizaban a la señora Besant. Había encontrado al Mesías, el maestro mundial, a quien ella y sus seguidores habían estado esperando durante tanto tiempo. La señora Besant quedó completa y absolutamente cautivada por la sencillez, la espiritualidad y la pureza de ese niño extraordinario”.
Achyut paró un momento para tomar algo de té. Pensé que yo tenía nueve años cuando conocí a mi gurú. Krishnamurti tenía catorce cuando conoció a Annie Besant. “¿Qué sucedió entonces?”, pregunté.
“La señora Besant no perdió tiempo. Durante los siguientes dos años ella y otros teósofos formaron una organización llamada “La Orden de la Estrella del Este” y pusieron a Krishnamurti al frente. En 1912 lo proclamaron el maestro mundial, y la señora Besant se hizo su tutora legal y lo educó en Inglaterra. Durante los siguientes diecisiete años, hasta 1929, se portó de la manera que se esperaba de él. La Orden de la Estrella del Este atrajo a varios miles de miembros por todo el mundo, y adquirió interés internacional. Pero entonces, después de indagar en su propia consciencia y alma durante mucho tiempo, después de muchas noches de confusión y angustia, Krishnamurti emergió como un espíritu libre y renunció a su papel de “Maestro iluminado”, “Gurú” o “Maestro Mundial”. Disolvió la Orden y abandonó la organización. Desde entonces ha hecho públicas sus opiniones, que me han ayudado a mí y a muchos otros a buscar la verdad y encontrar la libertad”.
Este relato me pareció apasionante y solicité, a través de Achyut, poder entrevistarme con Krishnamurti. Arreglado el encuentro, fuimos a la casa de huéspedes del colegio y Achyut tocó suavemente a la puerta. El mismo Krishnamurti, listo y expectante, abrió la puerta. “Este es Satish, el que fue monje jainista”, dijo Achyut, presentándome. “Buenos días, señor”, dijo Krishnamurti, con voz educada y suave. Yo era un joven ordinario de veinticuatro años de edad, así que me sorprendió que me llamara “señor”. No sabía qué decir. Salimos a dar un paseo matinal por la orilla del Ganges. El alba apenas rompía. En esa luz tenue miré al gran hombre, del cual había oído hablar tanto. Tenía sesenta y cinco años, pero andaba con paso enérgico. No muy alto, y sin darse aires, parecía ser un hombre muy amable.
LO SAGRADO HA PERDIDO SU SIGNIFICADO Y SE HA CONVERTIDO EN CONCEPTO Y RITUAL
Justo al borde de la ribera había una familia de peregrinos que se metían en las aguas sagradas. Krishnamurti comentó: “Los hindúes consideran sagrado el Ganges, pero permiten que aguas residuales, excrementos y otras porquerías de la ciudad fluyan al río. La palabra sagrado ha perdido su significado y se ha convertido en un mero concepto. Bañarse en el agua sagrada no es más que un ritual”. Su cara denotaba una expresión de tristeza.
“Ayer, Achyut me habló de cómo disolviste la Orden de la Estrella. Lo habrás comentado muchas veces, pero me gustaría oír de ti por qué lo hiciste”. “Sentí –dijo- que no hay un programa fijo con el que se pueda llegar a la verdad. La verdad es una tierra sin caminos. Ninguna religión es capaz de llevarnos a la espiritualidad o a la libertad. Las religiones son una causa de esclavitud tanto como cualquier otra. Sólo nos pueden ofrecer una jaula o prisión religiosa. Para andar libres tenemos que deshacernos de todas las muletas. Las religiones no son más que los intereses creados de la creencia organizada, separando y dividiendo a las personas. Las religiones se basan esencialmente en el miedo. Cuando comprendí esto, cuando lo vi claro, como la luz del día, me dije: si es así, entonces yo no puedo liderar una orden religiosa”.
“Antes de disolver la Orden de la Estrella, tuve que disolver mi propio miedo, mi propia inseguridad. Una vez logrado eso, lo demás se hizo fácil. Sencillamente anuncié que la Orden no sólo no era esencial, sino que era una absoluta barrera contra el verdadero entendimiento, así que no se podía justificar más. Y así fue”. “¿Cómo reaccionó la gente ante tu afirmación?”. “Cuando se dieron cuenta de que no sólo estaba yo abandonando la Orden, sino que tampoco les estaba ofreciendo un ideal que pudieran perseguir, se sintieron defraudados. La gente ansiaba certezas, yo les estaba ofreciendo sorpresas”.
“Si no les estabas ofreciendo un ideal, entonces ¿qué les estabas ofreciendo?”, pregunté. “Amistad, conversación y diálogo, para explorar la naturaleza de la realidad. La verdad no es algo prefabricado que te pueda dar una religión o un maestro. La verdad necesita ser descubierta. La vida es un viaje de descubrimiento. La certeza sólo es posible cuando existe algo fijo y permanente, mientras que la realidad se mueve y cambia continuamente. Se encuentra constantemente en estado de transformación.
Si nuestras mentes están atadas a una creencia fija, a una determinada sabiduría, entonces ¿cómo podemos bregar con este cambio continuo? Ya que la realidad no es estática necesitamos mentes rápidas y corazones flexibles. Sólo entonces sabremos responder ante la naturaleza dinámica de la existencia. Yo no podía, y no puedo, ofrecer más que una constante conversación y exploración. A través de tal exploración podemos disfrutar de libertad total del miedo y de ideales fijos”.
LA RELIGIÓN Y LA POLÍTICA SON PARTE DEL PROBLEMA, NO DE LA SOLUCIÓN
“¿Estás diciendo que no hay nada de valor en los grandes textos religiosos como la Bhagavad Gita o la Biblia?”, le pregunté. “Puede que haya algo de valor en esos libros en términos de literatura o como un relato del pensamiento de una persona. Pero la verdad no está en ningún libro. Si la verdad estuviera allí, entonces no habría ningún conflicto entre la Biblia y el Corán, entre la Bhagavad Gita y los sutras budistas. El conflicto sólo puede existir entre lo falso y lo falso. No puede haber conflicto entre lo verdadero y lo verdadero. Ni entre lo verdadero y lo falso.
Igual que no puede haber conflicto entre dos personas que amen la paz, o entre una persona que ama la paz y otra que ama la guerra. El conflicto en realidad sucede sólo cuando hay dos que aman la guerra y quieren salirse con la suya. El conflicto religioso es entre una religión falsa y otra religión falsa. Las religiones se han convertido en vehículos de propaganda, y la propaganda no es la verdad”.
“¿Quieres decir que las religiones no son parte de la solución, sino parte del problema?”. “Gracias, señor”, dijo Krishnamurti. “Has estado prestando atención a nuestra conversación. Tienes toda la razón. La verdad no se puede comprender a través de ningún credo, ningún dogma, ninguna sabiduría filosófica, ninguna técnica psicológica, ningún ritual o sistema teológico. La verdad se experimenta de momento a momento, en la red de relaciones”.
“¿Qué es la “red de relaciones”?”, pregunté. “Te das cuenta, señor, de que tú eres el mundo y el mundo eres tú? El mundo no es algo aparte de ti y de mi. Hay un hilo común de relaciones que nos teje a todos juntos. Fundamentalmente estamos todos totalmente conectados. Superficialmente las cosas parecen estar separadas. Especies distintas, razas distintas, culturas y colores distintos, nacionalidades y religiones y políticas distintas. Si te fijas bien, inmediatamente verás que todos somos parte del gran tapiz de la vida. Cuando podemos vernos a nosotros mismos como parte de este glorioso patrón de relaciones, entonces los conflictos entre naciones, religiones y sistemas políticos se acabarán.
Los conflictos nacen de la ignorancia. Cuando ignoramos que toda la vida está interconectada, entonces intentamos controlarnos los unos a los otros. Cuando no existe el entendimiento de que las relaciones son la base de nuestra existencia, entonces sólo hay desintegración en la sociedad. Las relaciones son el cimiento sobre el que todos existimos”.
Debimos de estar andando durante casi una hora. Krishnamurti tenía que dar su discurso público a las diez. Comenzamos a regresar. Achyut permanecía callado. Se alegraba de haberme presentado, un joven “rebelde”, a Krishnamurti, un viejo “rebelde”.
Tras haber dado la vuelta, aún pregunté: “Dices que la religión, la política y las ideologías han herido a la humanidad. ¿Cómo podemos curar estas heridas? ¿Cómo podemos regresar al estado de unión?”. “El problema es mucho más profundo que lo concerniente a religiones o política”, dijo Krishnamurti. “Comienza en nuestras mentes, nuestros hábitos, nuestras vidas. Existe un condicionamiento constante que ha perdurado durante siglos. Estamos sujetos al condicionamiento y participamos en nuestro propio condicionamiento.
El juzgar, el prejuicio, los gustos y disgustos, todos forman parte del mismo problema. Se nos ha condicionado para creer que el observador es distinto a lo observado, que el pensador está separado del pensamiento. Este dualismo, esta división en compartimentos, es la madre de todos los conflictos, la base de todo dolor y sufrimiento. ¿Me entiendes, señor? Es muy importante”. “Espero haberlo entendido. Sin embargo, ¿cómo pasamos del dualismo a la totalidad?”, proseguí averiguando.
“Para poder sanarnos, debemos ir más allá de las teorías, las fórmulas y las respuestas prefabricadas. Debemos estar callados y prestar atención. El silencio y la atención proporcionan la base para la meditación. La meditación es un proceso curativo para las heridas de la fragmentación. Al meditar, las divisiones se acaban y la totalidad emerge. Ya no hay división entre “yo” y “tú”, entre “nosotros” y “ellos”, entre “bien” y “mal”. Cuando no existe el ego, no existe la vanidad, o el miedo, o el aislamiento, la inseguridad o la ignorancia, entonces hay curación y totalidad”.
LA TRANSFORMACIÓN DE LAS CONCIENCIAS NO ES UNA UTOPÍA O UN LUJO, SINO UNA NECESIDAD
Reiniciamos el camino. Krishnamurti me preguntó: “¿Qué crees, señor? ¿Qué piensas?”. “Tiene sentido. Entiendo lo que dices, pero cuando veo a esos bañistas ahí abajo, tus palabras parecen estar desconectadas de la manera en que ellos piensan, sienten y viven. Parece existir una enorme brecha. ¿Qué significan tus palabras para ellos?”. “Nada, quizás nada. Y sin embargo, si no nos transformamos radicalmente, corremos el riesgo de destruir no sólo a la especie humana, sino a la Tierra misma. Por favor, piensa en las armas nucleares y lo que todo eso implica. Una vida completa, noble y llena de claridad, es un imperativo para la supervivencia. No es una utopía o un lujo, sino una necesidad. Por favor. Cuando miremos profundamente y nos veamos a nosotros mismos como una parte integral del universo, entonces nuestras mentes parlanchinas se calmarán, la sordidez de la guerra humana desaparecerá, conseguiremos establecer un parentesco profundo y perdurable con la naturaleza”.
Acompañamos a Krishnamurti hasta la casa de huéspedes y nos despedimos inclinándonos respetuosamente. El momento estaba impregnado de sentimientos profundos hacia un nuevo horizonte para la humanidad. Al llegar a la casa de Achyut, le dije: “Sus palabras son radicales, sus pensamientos sinceros, pero ¿puedes imaginarte un tiempo en el que estemos libres de templos, iglesias, mezquitas, rezos, curas, partidos políticos y todo lo demás que divide a la humanidad? Además, ¿no está tirando al bebé con el agua sucia de la bañera?”. Achyut me dijo: “Debemos comprender lo que es el bebé y diferenciarlo del agua sucia de la bañera. Existe una gran diferencia entre la religión y las religiones. Krishnaji estaría de acuerdo en que necesitamos ser religiosos, pero ¿necesitamos quedarnos con el agua sucia de los dogmas y las disciplinas?”.
“Achyut, tú has pasado gran parte de tu vida en la política. Eras un importante miembro del Partido Socialista de India. Trabajabas para conseguir una transformación a través del cambio político. Pero ahora vives una vida tranquila, en este bungalow, rodeado de árboles y tranquilidad, mientras hay millones de personas ahí fuera sufriendo”.
Achyut se quedó pensando. Y me dijo: “La política me falló, y ha fallado a India. Los políticos usan el lema de “servir al pueblo” como una cortina de humo. Una vez llegan al poder su meta principal es permanecer en el poder, por las buenas o por las malas. Yo ví todo esto con mis propios ojos. La historia de la política está llena de decepción, corrupción y desilusión. Por eso decidí que todo era una pérdida de tiempo y lo dejé. Así de sencillo. No hay ningún gran misterio. La política se ha convertido, como la religión, en parte del problema, y no en parte de la solución. La política significa “dividir” y “dominar”; esto era así con los ingleses y es así ahora con el partido Congreso. La lucha por la independencia fue una lucha desinteresada; ahora la lucha es por el poder, por los privilegios y por la riqueza”.
“¿Qué alternativa hay, entonces?”. “La alternativa es la educación. Debemos dejar de corromper y condicionar a nuestros niños. Por eso, Krishnamurti y sus amigos han establecido colegios para hacer precisamente eso: uno en el sur de India, llamado Rishi Valley; otro aquí, otro en Inglaterra y otro en California. En estos colegios no existen dogmas fijos. Los niños son capaces de aprender sobre la unidad de la vida, a ver las cosas como son, a ser íntegros y plenos. Yo encuentro mucha más satisfacción trabajando con niños de la que hallé en la política”.
Lo dejamos ahí. Vinoba había ampliado mi entendimiento de la espiritualidad para incluir el servicio a la comunidad y a la Tierra como una práctica religiosa primaria, pero ahora la búsqueda de Krishnamurti de la verdadera libertad había retado los mismísimos fundamentos de las tradiciones religiosas.
SATISH KUMAR, Tú eres, luego yo soy. Ediciones i, 2006.
http://seaunaluzparaustedmismo.blogspot.com/
Abordando varios tópicos.
Sobre la Libertad
Debemos ser libres, no para hacer lo que nos plazca, sino libres para comprender muy profundamente nuestros propios instintos e impulsos.
La libertad no es para hacer lo que nos antoja, sino que consiste mas bien en estar libres de todo el tormento de la vida, de nuestros problemas, ansiedades, miedos, heridas psicológicas y de todo el conflicto que hemos tolerado en nosotros mismos y en el mundo.
Estar por completo libres internamente del «Yo» sin ser absorbidos por algo – ya sea un paisaje, una idea, etc…, es la esencia de la belleza»
Sobre la Sociedad
Nuestra sociedad actual es el resultado de la astucia, engaño, codicia y la mala voluntad del hombre. Y para crear una nueva sociedad hay que examinar y comprender la estructura que se está desintegrándose y para comprenderlo, tenemos que comprender el proceso psicológico del ser. Sin conocimiento propio no puede haber revolución, que es la única verdadera y permanente.
…Hablo de la necesidad de una revolución total, de un cambio psicológico completo, de no vivir en el viejo patrón de las fórmulas, de la lucha, el dolor, la imitación, la conformidad y todas estas cosas que el hombre ha vivido durante milenios… que ha creado este maravilloso y confuso mundo…
Para producir un cambio social, religioso, humano, tiene primero que haber comprensión de toda la estructura del pensamiento.
Lo que hace la familia y la religión y la familia es útil y necesario: Dan elementos y herramientas a los hijos que empiezan a vivir, para que se puedan guiar en el camino de paso por el mundo, de acuerdo con ciertos parámetros culturales, ideológicos y sociales, pero que no se deben encasillar como únicos y exclusivos: Es sano enseñar modos femeninos y masculinos de ser y estilos…según sea el color y el perfil de cada grupo familiar, pero – y aquí está el gran pero -, antes de los modelos familiares, los hijos deben aprender a ser ellos mismos y deben aprender a amarse y respetarse a ellos mismos, porque SON y no porque se adaptan a modelos perfectos.
Sobre el Sufrimiento y el Dolor
Hay dos formas de soledad: Una que es la soledad del aislamiento, con su desesperación, tristeza y separación de todo y de todos y la otra, que es la soledad madura del hombre libre, que al no depender de nada ni de nadie, está relacionado con todo.
¿Puede el sufrimiento terminar alguna vez, o es una condición de la humanidad que el sufrimiento deba continuar desde épocas inmemorables hasta el final de los tiempos?
Sólo cuando terminamos con el dolor hay pasión. La pasión no es lujuria, que es sensual, sexual, llena de deseo, imágenes, persecuciones del placer, etc. Sin esa tremenda pasión uno se vuelve mediocre, blando, confuso: pierde integridad.
Sobre nuestra Vida Interior
La felicidad llega cuando estamos haciendo algo que amamos de verdad y no porque lo que hacemos nos dé riquezas o nos haga una persona destacada.
La angustia es miedo inmenso a un no se qué, a un no sé cuándo y a un no sé dónde, pero que nos hace sufrir sin descanso, como si fuéramos atacados por un enemigo invisible oculto dentro de uno mismo. La gente tiene angustias porque vive con el corazón sucio.
Siempre tapamos la nada interior con alguno de los llamados pecados capitales.
Sobre el Amor
El amor no es una cosa de la mente. Y solo cuando está de veras quieta, que no espera nada, ni pide ni exige ni busca ni posee, cuando ya no tiene celos ni temor ni ansiedad, cuando está realmente en silencio, sólo entonces es posible el amor.
La razón de que no tengamos amor es porque las cosas de la mente han llenado nuestros corazones(celos, envidias, deseos de ser alguien, ambición, éxito).
El amor sólo puede existir cuando está ausente el pensamiento del «Yo» y la libertad con respecto al «Yo» reside en el conocimiento propio y así llega la comprensión.
El amor no tiene nada que ver con la sensación, que no es un medio para realizarse. El amor existe por sí mismo, sin ningún resultado.
Para la mayor parte de la gente, el amor está vinculado con el sexo y el placer y todos los tormentos que los acompañan: celos, envidias, antagonismos.
Uno ha de terminar con todo el conocimiento acumulado cada día, heridas psicológicas, compararse con otra persona, compadecerse a sí mismo… terminar con todo eso cada día, de modo que al día siguiente la mente de usted sea fresca y joven. Una mente así nunca puede ser lastimada, y eso es inocencia.
Uno de las cosas extrañas relacionadas con el amor es que cualquier cosa que podamos hacer, será correcta si amamos. Cuando hay amor, la acción es siempre correcta, en todas las circunstancias. Y cuando existe esa calidad del amor, hay compasión. La compasión implica pasión por todo.
Sobre la Mente
Las ideas actúan como un refugio, un escape; las ideas que se han convertido en creencias impiden naturalmente el vivir completo, la acción completa, el recto pensar. Sólo se puede pensar rectamente, vivir de manera inteligente y libre, cuando existe un conocimiento propio cada vez más amplio y profundo.
Cultivamos la mente haciéndola cada vez más ingeniosa, cada vez más sutil, más astuta, menos sincera y más tortuosa e incapaz de afrontar los hechos.
Si el pensamiento se da cuenta de que es limitado y crea un vacío interno y de que no puede resolver el problema de la soledad, y entonces ¿existe la soledad?
Sólo cuando la mente no busca estímulos en ninguna forma, ya sean externos o internos, puede estar completamente quieta y libre; y la creación existe únicamente en esa libertad.
Sólo cuando la mente está libre del deseo de llegar a ser algo, de obtener un resultado y, en consecuencia, está libre de temor, puede hallarse en un estado de completa quietud y silencio. Sólo entonces es posible esa creatividad que es la realidad misma.
Sobre el Temor
Sólo podemos liberarnos del temor cuando nos conocemos a nosotros mismos.
Si uno quiere comprender y librarse del temor, debe comprender también el placer, ambos están relacionados entre sí. Son las dos caras de la misma moneda. No se puede estar libre de uno sin estar libre del otro: Si se nos niega el placer nos aparecerán todas las torturas psicológicas.
Sobre la Dualidad
¿Se puede vivir en este mundo completamente sin ambición, sin compararse jamás con nadie?. Porque tan pronto se compara, hay conflicto, envidia, deseo de lograr cosas, de superar al otro…
El propio perfeccionamiento es la antítesis misma de la libertad y del aprender. Descubra cómo vivir sin comparar y verá que ocurre algo extraordinario.
Para la mayoría de nosotros, lo difícil es desligarse de los viejos hábitos de pensamiento: «Yo soy algo», «este es el camino», «pertenezco a X», «creo en tal»…Tan pronto adopta usted esta postura, se ha separado de sí mismo y por lo tanto, es incapaz de mirar el proceso total. Y mientras exista fragmentación, tanto externa como interna, tiene que haber confusión.
Sobre el Desorden y el Conflicto
¿Cuál es la raíz del desorden? «El compararse con otro», «el compararse con lo uno debería ser , «imitar un ejemplo,»amoldarse»: Siempre habrá un conflicto entre «lo que se es» y «lo que se debería ser»
El hábito mecánico produce desorden, porque cuando la energía funciona siempre dentro de un límite estrecho, lucha por abrirse paso y esto constituye la esencia del conflicto.(Todo lo que es limitado genera desorden).
Cuando uno está en desorden es erróneo buscar el orden, porque la mente confusa, poco clara, al buscar el orden también estará confusa. Mientras que si investiga el desorden, si comprende el desorden en que vive y las causas del movimiento del desorden, en la comprensión misma de ello surge naturalmente el orden de manera fácil, dichosa y sin control.
Siempre hay un conflicto entre «lo que es» y «lo que debería ser».
Sobre el Deseo
Cuando existe el movimiento total de todos los sentidos, no hay deseo.
El deseo que no se realiza acaba convirtiéndose en rabia, angustia y miseria humana. Nuestros grandes enemigos en la vida son precisamente aquellos amigos y parientes de los que esperamos demasiado y esperamos una correspondencia perfecta a lo que les dimos.
Sobre la Observación
Para observar el movimiento verdadero de nuestra existencia, no debe existir un observador, sino sólo la observación.
El proceso de combatir algo sólo alimenta y fortalece aquello contra lo que luchamos.
La no acción consiste en observar sin actuar sobre lo observado. Entonces esa observación misma produce una transformación radical en aquello que observamos. Que no requiere esfuerzo alguno.
Lo que sí resuelve un problema totalmente es poder observarlo sin el observador, que es la experiencia pasada, el recuerdo, el conocimiento; simplemente observarlo, con eso descubriremos qué es el dolor y si la mente humana puede liberarse alguna vez de él.
Las ideas no transforman radicalmente al ser humano: Podrán traer revoluciones superficiales…Se deben observar las cosas tal cual son, y en el hecho de comprender las cosas tal cual son, hay una transformación: Saber que soy codicioso y no buscar excusas ni condenarlos, sin idealizar su opuesto diciendo: «No debo de ser codicioso»; saber simplemente que soy codicioso es ya el comienzo de la transformación.
Sobre la Energía
Necesitas más energía para destrozarte a ti mismo que para construir un poquito de felicidad.
Desperdiciamos nuestra energía a causa del conflicto, riñas, miedo y vanidad. Cuando nuestra energía no se desperdicia en absoluto, tenemos toda la energía del mundo. En tanto nuestro cerebro no se deteriora a causa del conflicto, ambición, esfuerzo, lucha, sentimiento de soledad, el desaliento, etc. tenemos energía en abundancia.
El hábito mecánico produce desorden, porque cuando la energía funciona siempre dentro de un límite estrecho, lucha por abrirse paso y esto constituye la esencia del conflicto.
Viva sin autoridad, sin comparación y descubrirá qué cosa tan extraordinaria es. Ud. tiene una tremenda energía cuando no está compitiendo, comparando ni reprimiéndose; usted está realmente vivo, sano, completo, y es, por lo tanto, sagrado. Existe una cualidad de la mente que está despierta y observando siempre, observando aunque no haya nada que aprender.
Sobre Dios
Dios existe si vives una actitud positiva, audaz y generosa, o no existe, si vives con actitud amargada, timorata o egoísta, aunque reces libros enteros de jaculatorias y te bañes en agua bendita, porque en definitiva, Dios es una forma de ver la vida y de pasar por el mundo exactamente como pasó Jesús.
Los seres humanos se han preguntado siempre si existe algo trascendental, mucho más real que la existencia cotidiana. Pero al no ser capaces de descubrirlo, han adorado a un símbolo.
Sobre la Soledad
La soledad es creada por el pensamiento. Y el pensamiento mismo al darse cuenta de que es limitado y de que no puede resolver el problema de la soledad…entonces ¿existe la soledad? El pensamiento ha generado el problema de la soledad y al estar(el pensamiento) limitado, fragmentado, dividido, ha creado esta sensación de vacío interno: Al darse cuenta de todo ello el pensamiento, la soledad no existe.
Sobre la Meditación
La meditación es descubrir si el cerebro, con todas sus actividades y experiencias, puede estar absolutamente callado, sin forzarlo, porque tan pronto como usted lo fuerza, ahí está de nuevo la dualidad. Pero si vigila, si escucha todos los movimientos del pensamiento, su condicionamiento…, deseos, temores, verá que éste se aquieta extraordinariamente. Esa quietud no significa que duerma, sino que está totalmente activo y, por lo tanto, en silencio: Una enorme dínamo que funcione a la perfección apenas produce ruido; únicamente hay ruido cuando hay fricción.
Necesitamos un cuerpo muy saludable, sensible, alerta y un cerebro que funcione con gran claridad, no de forma emocional ni personal. Y es obvio que ningún método lo conseguirá; un método implica repetición mecánica, lo cual embota y entorpece el cerebro.
La mente al tener delante algo de extraordinaria magnitud, una puesta de sol, una computadora maravillosa, se calla completamente, aunque solo sea una fracción de segundo. Pero en este caso el cerebro es silenciado por algo externo. ¿Puede el cerebro quedarse quieto sin que influya en él un factor externo? ¿No descubriendo un método?. Se los mostraré: …
…Desde que usted se levanta, mira y dice: ¡Qué lluvia tan horrible!, o ¡hace un día maravilloso, pero mucho calor.. ¡Ya ha empezado!. En ese instante cuando mira por la ventana, no diga ninguna palabra, no reprima las palabras, sino simplemente dése cuenta de que al decir tal cosa, el cerebro ha comenzado. Pero si al mirar por la ventana, usted observa sin decirse a sí mismo una sola palabra (lo que no significa reprimirse), simplemente observe, sin que intervenga la actividad del cerebro, ahí tiene usted la pista: Cuando el viejo cerebro no reacciona, nace una nueva cualidad en el nuevo cerebro. Usted puede mirarlo todo, sin una sola palabra, sin comparar.