¿Eres?
¿Eres?
¿Eres la semilla en descanso
que espera paciente
partirse entre mis labios?
Tal vez, un dibujo de kandinski en mi memoria,
o un solfeo en manos de Vivaldi
¿Eres ese roble erguido
que se yergue en los bosques
de retratos apagados?
Dime amor…
¿Son tus manos esclavas de cupido,
hechas de un sosiego tal
que despierta sin soñarlo
el jacinto dormido
en los jardines de arrabales?
¿Es tu cara, tenue y mágica
una pincelada en tela de nostalgias
que espera brava despertar
en los cedros de mi almohada?
¿Eres…
brisa corriendo en los infiernos
agua regando mis pantanos,
espada blandiéndose en mi alma?
¿La frágil sonrisa de un ocaso o
la alondra dorada, que se abre camino
en la jaula de mi cuerpo?
¿Eres el místico retrato de Adonai
perdido en mi memoria
hace tantas vidas, ya pasadas?
Dime, ¿eres?